—Jin, hijo, despierta —escucho la voz de mi mamá, imposible no reconocerla después de tantos años despertando gracias a ella.
—5 minutos más —ruego con desesperación, tal vez no fue la mejor opción quedarme hasta tarde jugando videojuegos pero juro que al inicio perdía todas las partidas de todo el tiempo que estuve lejos de la computadora.
—Son las 6 de la mañana —avisa recorriendo las cortinas de mi habitación, de esa manera el sol impacta en toda mi cara—, tú y papá y yo ya debemos de irnos a trabajar, recuerda que tienes que darle de desayunar al bebé.
—Ajá —respondo más dormido que despierto, en cuanto mi mamá sale vuelvo a cerrar mis párpados dispuesto a seguir durmiendo, no he oído ni un solo ruido por el momento, eso quiere decir que el bebé digue dormido y no tengo porqué despertarlo.
—Adiós hijo —se despide mi papá entrando a mi habitación, lo sé por el sonido de la puerta, sin embargo deja algo a un lado mío, siento el peso de más, ligero, pero notable; da igual, no me importa, volveré a dormir, lo necesito, mis ojos me molestan y empieza a dolerme la cabeza, otra clara señal del tiempo que estuve jugando frente a la computadora.
A diferencia de otras veces no estaba peleando por mantenerme despierto, al contrario, de tan solo sentir los párpados cansados los cerré dispuesto a seguir durmiendo; mi cama estaba calentita, no solo por las cobijas en las que estaba envuelta, parece ser que afecta otro factor, pero no le tome importancia a eso y al leve golpe que sentí en mi cadera. Hasta que se volvió inevitable, otro golpe y otro, y otro, no eran dolorosos pero sí persistentes.
《¿Qué?》me preguntó desconcertado, quién o qué me esta molestando.
Con toda la pereza que puede cargar alguien que recién se esta despertando, me di vuelta para ver qué es lo que pasa.
Ahí, viéndome fijamente estaba mi osito, postrado a un lado de mi casa examinando como si fuera lo más interesante en la habitación, estaba usando el mismo conjunto que le puse ayer por la noche cuando le di un baño calientito en la tina de baño que compré con el dinero de NamJoon; y sí, también compré unas sales súper caras de baño para desquitarme con él, debo de admitir que ese baño fue súper relajante y eso que yo no me bañé.
Sí, ese día cumplí el típico sueño de los padres de poder comprar y despanfarrar su dinero en sus hijos, solo que no era mi hijo ni mucho menos mi dinero, pero bueno detalles.
—¿Por qué estas despierto tan temprano? —me quejó, debía de despertar más tarde, a menos que...Su pañal este sucio.
Parandome de la cama con todo el pesar del mundo me mentalizo de que ya no voy a dormir otra vez, no cuando se despierta por la incomodidad de algo.
Somnoliento me pongo de pie frotando mis párpados, enseguida acerco un pañal limpio de los ecológicos que pedí hace días y el talco para evitarle rozaduras. Lo coloco en la orilla de la cama con el objetivo de facilitarme la vida.
—No te preocupes, ahorita te pongo uno limpio —le contesto ante su incesante mirar, lo cual me resulta curioso porque debería de llorar por la incomodidad como suele hacerlo regularmente.
Cuando le quito su pijama me doy cuenta que el pañal no parece estar sucio, es más, parece que se lo acaban de poner. Un poco dudoso toco por encima para checar si esta húmedo, como no es así decido desabrocharlo solo para verificar.
—Ash, cómo no me di cuenta —me quejo al verlo limpio, pude haber seguido durmiendo—. Bueno, ¿nos dormimos otro ratito?
Evidentemente no me contesta verbalmente, pero me dirige una mirada la cual interpreto que esta de acuerdo conmigo. Ah, somos tal para cual.
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Opción Perfecta ||NamJin||
FanfictionSeokJin es consciente que haber terminado su carrera era solo un paso para empezar una vida adulta: él desea poner su propio restaurante, ganar lo suficiente para que sus padres no se preocuparan por su jubilación y formar una familia. NamJoon es h...