Una Perfecta Despedida ©

· T r e i n t a & O c h o ·

· O L I V I A ·

Navidad.

JAX: Lo siento, no voy a poder ir.

OLIVIA: ¿No hay nada que se pueda a hacer?

JAX: Es imposible.

Observé los últimos mensajes que había compartido con Jax, hacía dos días, cuando rompió por completo todas las esperanzas que tenía de que viniera en Navidad.

Sentí mi corazón apretarse mientras los ojos tomaban una expresión triste. Por un lado desearía volver a aquellos días de instituto, y por otro... Había luchado mucho por lograr llegar a donde estaba en aquellos momentos.

Siendo la universitaria más joven que hacía prácticas en aquella agencia de viajes.

Consiguiendo dos matriculas de honor en la carrera.

Trabajando por mi futuro.

Sabiendo de verdad lo que quería, y emocionada de pensar en ser capaz de lograrlo.

El ruido de la puerta del baño al abrirse me sobresaltó y solté rápidamente el móvil, pero no fui la única en asustarse. A mi lado Amy, mi jefa, se llevó la mano al pecho en un ademán rápido.

—¡Joder, qué susto! —Exclamó, cerrando la puerta tras de sí y tomando algo de aire—. ¿Cómo es que sigues aquí, Olivia?

En la pantalla de mi teléfono decía que eran las siete menos diez.

—Quedan diez minutos para cerrar —respondí brevemente.

El rostro de Amy tomó un tono mucho más agradable. Apenas tenía diez años más que yo, pero lideraba la sucursal principal de la zona, de una de las agencias de viaje más importantes del país.

Mierda, en el futuro quería ser ella.

—La gente está de vacaciones con la familia, Olivia. Puedes irte a casa antes, no creo que venga nadie más.

Apreté los labios sin saber qué decir, pero Amy se acercó un poco más a mí. La agencia era un bajo bastante amplio, con tres escritorio donde cada trabajador gestionaba el trabajo de cara a sus clientes, un pequeño almacén y el baño.

Tomó su bolso de la mesa más cercana y sacó unos papeles que en seguida extendió hacia mí. La observé entre confundida y curiosa.

—La empresa hará un curso de formación. Puede apuntarse cualquier trabajador.

—Pero yo soy becaria —rectifiqué, sin atreverme todavía a tomar los papeles que me ofrecía.

Una pequeña sonrisa asomó en su rostro.

—No importa. Si estás interesada, estoy segura de que podría mover unos cuantos hilos...

Dudé unos segundos más, sin darme cuenta de que había apretado los labios con la duda. Cualquier curso de formación me vendría muy bien de cara al futuro, pero, ¿qué posibilidades tenía, incluso si Amy me recomendaba?

Alzó las cejas cuando no contesté. Comenzó a alejar los papeles, pero mi brazo se movió sin permiso, logrando alcanzar los papeles con las manos y tomarlos. Se arrugaron un poco en el borde.

A la mierda. El "no" ya lo tenía.

Observé la primera página, con la información sobre el curso y la documentación que debía aportar. Al volver a mirar a Amy, sonreía con mucha más fuerza.

—Y ahora, eres una becaria. ¡Vete a pasarlo bien con tus amigos!

Agité la cabeza en un gesto de agradecimiento y me fui de allí, con los papeles bien guardados en mi bolso. ¿Tendría de verdad alguna oportunidad?