Ultrasonido

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➡︎ Personaje: Zushi

➡︎ Au normal

➡︎ Mundo sin nen

➡︎ Capítulo único

La cita sería a las cuatro en punto de la tarde

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La cita sería a las cuatro en punto de la tarde.

Para ser un hospital en donde lo atenderían gratuitamente, Zushi estaba conforme con esa hora, aunque para tener una consulta médica tuvo que ir muy temprano y esperar más de dos horas hacer la reserva. Y hoy por fin tendría su primer ultrasonido; a decir verdad, era la primera vez que iba a ver a un médico por el tema de su embarazo, y eso lo ponía nervioso. ¡Era seguro que le llamarían la atención por no ir antes!

«Pero es que... La mudanza y todo lo que pasó me tuvieron tan ocupado que...» Llevó una mano a su vientre, el cual mostraba un pequeño y bonito tamaño; no tenía ni la menor idea del tiempo de gestación que llevaba, pero él suponía que ya eran casi tres meses. Se sintió peor por no saberlo cuando era algo tan importante. «Lo lamento tanto, hijo mío». Se disculpó, prometiendo mentalmente cuidarse mejor y acudir a un centro hospitalario más seguido.

—¿Estás seguro de que no quieres que te acompañe? —Su delgado cuerpo se estremeció al no percibir la presencia de su tutor, el tono autoritario y aún enojado del azabache lo hizo negar automáticamente.

Volteó para ver el rostro serio del mayor, le sonrió apenado —. Iré solo, maestro, ya le he ocasionado muchas molestias por mi bebé... Estaré bien. —Le dijo, el más alto suspiró.

—Si tú lo dices. —Y no insistiría más —. Pero quiero saber qué te dice el doctor desde el principio hasta el final de la consulta. Tienes que cuidarte, Zushi, aún no sé por qué accedí a cubrirte con esto que es tan... —La palidez del moreno lo hizo callar, y recordó la razón de su eterno silencio. Siempre vio al chiquillo como el hijo que nunca tuvo, y que estuviera pasando por esta situación le preocupaba; no lo dejaría solo. Entendió que el de pobladas cejas amaba como nadie, por eso debía respetar su dolor y sacrificio.

Quizás no se había mostrado tan cariñoso con él, tal vez esa falta de atención lo volvió dependiente de otra persona que no estaba cien por ciento comprometida a su palabra, Wing se odió a sí mismo por permitirlo; pero nada se podía hacer más que lo que creía correcto, y lo que él veía como la alternativa adecuada sería nada más y nada menos que mandar al joven a enfrentar el motivo, enviarlo a su infierno; a una muerte segura, cruel y diaria. Luego lo comprendió, a tiempo pudo evitarlo y aceptar la solución que Zushi tenía desde el inicio.

Pobre chico, risueño y humilde; el de gafas sintió pena por él, quien ahora vivía más tranquilo y hasta emocionado por ser padre —. Yo... Creo que esperaré un poco más antes de salir, es temprano. —Su voz es baja, y el más alto lo vio indefenso a diferencia de otras veces, cuando el de ojos marrones se mostraba fuerte y listo para una batalla a pesar de contar con una corta década de años.

Mes de paternidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora