Dudas / Miedos

330 10 34
                                    

➡︎ Pareja: Ikalgo y Zushi

➡︎ Au sin nen

➡︎ Capítulo dos de tres (short fic).

Habían llegado a casa en completo silencio, un silencio demasiado sofocante para ambos al no saber qué decir, pero a la vez sí, sólo que no saben cómo empezar; cada uno estaba sumergido en sus propios pensamientos y algunas preocupaciones

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Habían llegado a casa en completo silencio, un silencio demasiado sofocante para ambos al no saber qué decir, pero a la vez sí, sólo que no saben cómo empezar; cada uno estaba sumergido en sus propios pensamientos y algunas preocupaciones. Apenas abrieron la puerta se dirigieron velozmente a su habitación y se quedaron ahí, parados uno al lado del otro sin decir nada. No prendieron la luz, ni se colocaron sus pantuflas, sólo se mantuvieron parados detrás de la puerta, sin saber cuál sería el próximo movimiento.

Zushi estaba cabizbajo, con su mente llena de preguntas sin respuestas que tenían mucha relación con su anterior visita al médico y con lo que su esposo diría ahora por su embarazo.

Quiso hablar, pero fue Ikalgo el que soltó un murmullo primero —: Así que... Son dos. —Su voz no parecía alegre o triste, sólo pensativa, causando intriga en el contrario.

Levantó su mirada y se encontró con los ojos negros del hombre fijados en él, y al instante lo abrazó suavemente por la cintura, escondiendo su rostro —. Sí, son dos —confirmó, y el abrazo fue correspondido por el pelirrojo, quien besó dulcemente la cabeza del más bajo, este sonrió —. Estoy muy feliz, querido.

Y el mayor por fin sintió que había hecho algo bien, esa gran sonrisa lo llenaba de orgullo por lograr hacer feliz a su amado, lo hacía sentir calma y nervios a la vez, puesto que debía comentar su opinión sobre lo que le informaron en el hospital; aclaró su garganta —. Lo sé, cariño, has esperado mucho por esto, pero... —El castaño suspiró al escucharlo, sin dejar de abrazarlo —. Hay que hablarlo, Zushi, esto es más de lo que planeamos.

La pareja se sentó en la cama, sabiendo que la charla podría o no ser larga; además, estarían más cómodos ahí. El moreno tomó las manos pálidas y lo miró con seguridad —. Ikalgo, todo estará bien, sé que no esperábamos tener dos hijos al mismo tiempo, pero estoy seguro de que lo lograremos. Yo... Sé que fue una sorpresa muy grande para ti y puede ser una carga, y lo siento si temes por la falta de dinero o... —No pudo seguir, callado por una presión en su pecho.

El más alto apretó las pequeñas manos y llevó los nudillos del menor a sus labios, negando mientras los besaba —. Zushi, no temo por eso, nunca les faltará nada; yo estoy preocupado por ti —confesó —. Planeamos tener un hijo durante mucho tiempo y sé que nos esforzaremos por cuidarlos bien, pero puede ser un embarazo de alto riesgo y, aunque no quiero ser negativo, los bebés pueden nacer antes o presentar problemas... No soportaría verte sufrir, por favor dime que te tomarás todo lo que pase con calma, que te cuidarás el doble, más ahora que estás en el primer trimestre de gestación.

El de ojos marrones sonrió con ternura ante la preocupación del hombre que amaba, asintiendo para darle tranquilidad —. Tengo un esposo maravilloso que también me cuidará, ¿no es así? —Le preguntó.

Mes de paternidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora