★ Capítulo uno.

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Era otro día como cualquiera en el Mega Pizza Plex, los Glamrocks hacían su show, DJ Music Man enloquecía a la gente al ritmo de sus canciones y The Daycare Attendant... tenía muchos niños a los que cuidar.

— ¡Hey hey, Bretty, Bob, más despacio! ¡Juju, qué bonito dibujo hiciste Max!─ Algunos hacían pasar un tornado de destrucción con cada risa y otros eran más calmados─ ¡Adoro a estos niños!─, pero nunca era suficiente para que Sun perdiera los estribos.

O bueno, hasta la llegada de ella, que complicaría un poco las cosas.

— ¡Hoy guardería, conocerás a Ivette Renard!─, anunció una niña de ojos canela, abriendo la enorme puerta de la guardería. Llevaba un vestido negro de mangas cortas, encima de una camiseta a rayas negras y blancas.

— Ive, tranquila, ya acordamos que no harías mucho escándalo─, habló desganado un chico mayor a ella y con una apariencia similar.

— Shhh, no arruines esto Eder, además, ¡prometo no hacer mucho desastre!─, afirmó con una sonrisa traviesa.

— Uh, cómo sea, ¡Sun! Ven un segundo─, llamó atrayendo la atención del animatrónico. Éste se acercó con dos niños en brazos.

— ¡Hoo, hoo, hola Eder! Si mi memoria no es mala, la última vez que nos vimos fue... ¡Oh, cuando un niño dañó accidentalmente mi endoesqueleto con Fizzy-Faz!─, dijo con duda y una mano en su barbilla, mientras los dos menores tiraban de sus prendas─ ¡Hace muuucho tiempo!─, comentó dando vueltas graciosas y haciendo reír a los pequeños.

— Umh, sí, bueno en ésta ocasión, necesito que cuides de mi hermana, ella es...─, el chico con overol de mecánico la buscó con la mirada, al no encontrarla se desesperó─ ¡¿Dónde está?!

— ¿Tu hermanita? ¡Hoo, hoo! De seguro ya se fue a jugar, no te preocu─. Antes de poder terminar, Sun terminó lleno de ese polvo fino y de colores brillantes, al igual que los infantes que cargaba.

— Eras feo, ahora te arreglé, denada─, dijo la pequeña con risa burlona.

— ¡Ivette, soy yo quien debe limpiarlo luego!─, exclamó con frustración su hermano, ya estaba algo enojón y su jornada laboral acababa de comenzar.

— ¡Increíble! ¡gracias por mejorarme, Ivette!─, respondió el sol riendo, la niña lo veía confundida.

— ¿¡Q-Qué!? ¡Se supone que debes enojarte!

— ¡Jamás! Solo estás bromeando, pequeña─. Sun dejó a los niños que cargaba a un lado, sacó un pañuelo con soles de su bolsillo y con cuidado de no introducir aquel material en sus ojos, limpió sus caritas.

— ¡Hmp!─. Refunfuñando, e ignorando a su hermano que la llamaba, la menor de los Renard se fue a jugar a una de las estructuras para escalar.

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Luego del evento, (a parte de limpiar al robot), Eder le dijo a Sun que estaría dándole mantención a Montgomery, y si su hermana se descontrolaba demasiado, el asistente de guardería debería llamarlo de inmediato. Sun estaba feliz por su llegada, sabía que a pesar de parecer una diablilla traviesa, sigue siendo una niña con un fuerte espíritu de jugar en el fondo.

 Sun estaba feliz por su llegada, sabía que a pesar de parecer una diablilla traviesa, sigue siendo una niña con un fuerte espíritu de jugar en el fondo

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Más tarde, ya casi anocheciendo, la mayoría de los niños se habían retirado de la guardería, quedando solo Sun e Ivette.

— ¡Adiós, Amanda! ¡Nos vemos la próxima semana!─ El de tez amarilla despedía energéticamente a la anteúltima infante que había, luego de cerrar la enorme puerta de madera, buscó con la mirada a la hermana del mecánico.

— ¡Ivette!─, pronunció su nombre alargando la "e"─. Tu hermano vendrá en breve, ¿por qué mejor no lo esperas en la puerta, sunshine?─, propuso hablándole a la nada, puesto que la menor no aparecía, y eso comenzaba a preocuparlo.

Realmente, nada podía pasarle ahí dentro, pero llegó a pensar en la posibilidad de que una de sus travesuras, fuera escaparse de allí.

— ¿Y si mejor sal-?─. Sun fue interrumpido una vez más. Una de las formas de espuma fue lanzada directamente a su cabeza.

— ¡Pelea contra mí, alien invasor!─, exclamó dramáticamente Ivette, con dos cojines en sus manos, uno como escudo, y el otro como espada.

— ¡Hoo, hoo, ésta será una gran piyamada! ¡Arrodíllate ante mí, humanita!─ Sun le siguió el juego, pensando que por fin había ganado su confianza...

Qué pena que pensó eso, después de unos momentos, terminó siendo un plan de ella, para atarlo de pies y manos con una soga, que ni él sabe de dónde sacó o por qué lo hizo.

She's just kidding | FNaF Security Breach.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora