★ Capítulo diecinueve.

136 21 5
                                    

Un ser despreciable para muchos, caminaba lentamente por debajo del Pizzaplex, esos túneles sí que eran útiles para transportarse sin ser percibida.

Llevaba consigo un bolso que contenía cosas desconocidas dentro.

Su traje ya había sido reparado por ella misma, gracias a ese descuido, el conejo ahora tiene pruebas de quién era realmente. ¿Un simple trozo de tela? Dirán, pero sus huellas digitales tenían que tocar ese pedazo para formar su traje.
Ivette~─, murmuraba esquivando hábilmente las cajas en su camino.

Sus planes no se verían frustrados por un simple mecánico de rostro cansado, no, ella definitivamente lograría más.

Subió las escaleras con su baile infantil, una gran sonrisa se ocultaba detrás de la botarga, y cuando dejó sus sádicos pensamientos de lado, fue consciente de que había llegado a su destino.

Monty's Golf... ¡Justo como lo dejé!─ El lugar recreativo se encontraba vacío y sin nadie merodeando, más que unos cuantos Staff-Bots─. Par de inútiles ─, dijo siendo no escuchada por nadie.

Trepó hasta el puente flotante de metal que colgaba del techo, siguió bailando hasta llegar frente al Huracán Hoyo en Uno. Extendió ambos brazos, comenzando a reír macabramente.

¡Tú serás mi entrega especial!

─ ¡Tú serás mi entrega especial!

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

« Años antes... »

Una pequeña y dulce niña dibujaba frente al televisor, recostada en el suelo y con la lengua a un costado de su boca..

─ Solo unos detalles...─, susurró para ella, tomando distintos colores que tenía a un lado─, ¡Y... ya está!—, exclamó eufórica levantándose rápidamente de su lugar inicial─. Debo mostrarle a mamá.

Corrió por todos los pasillos de la casa, hasta llegar a una oficina algo descuidada y con montones de papeles en el suelo.

─ ¡Mamá, mamá! Mira, dibujé un árbol, nuestra casa...

─ Ahora no, Ivette. Estoy ocupada─, respondió simple la mujer mayor, marcando un número en su teléfono. La pequeña Renard fue bajando la cabeza, formando un rostro triste. Al notar por el rabillo de su ojo que su hija seguía allí, respiró profundamente─, muestrale tu dibujo a tu padre, de seguro le encantará.

Ivette volvió a sonreír, y salió disparada de aquella habitación.

Al llegar a la cocina, su padre se encontraba regañando a su hijo mayor, o más bien: estaban discutiendo.

─ ¡Todo esto es tú culpa! ¿¡No podías simplemente decir que no!?─, los ojos llorosos de Eder reflejaban la enorme furia que guardaba, pero Ivette no lograba entender─ ¡Ya tienes una familia aquí!

She's just kidding | FNaF Security Breach.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora