★ Capítulo quince.

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Los días pasaron y la cuenta regresiva para su día especial comenzó.

Cada jornada era estresante para los Renard, el mayor por su trabajo, y la menor por su escuela, era época de exámenes, pero mucha concentración no le quedaba.

Ivette no era la "alumna excelente", pero tenía un promedio decente.
Además, en ese entonces, no tenía a alguien a quien considerar un amigo o amiga, pero sí niños y niñas para pasar el tiempo.

Era un día jueves, Ivette hace tan solo unos segundos cerró la gran puerta de madera, ubicándose en Play Area.

─ ¡Buenos días, Ivette!—, saludó un conocido animatronico, bajando de en brazos al niño que cargaba, y dejándole una paleta para evitar que llorara.

Sun desde aquel entonces, ha intentado subirle el ánimo a su amiga, tomó en cuenta las cosas que específicamente le atraían, no solo unos juegos genéricos para cualquier niño.

En otras palabras, el sol estaba provocando un favoritismo.

─ Hola de nuevo, Sun─, devolvió el saludo, con la voz agotada y dejando salir un suspiro─ ¿Qué haremos hoy?

─ ¡Tengo planeado un juego grupal...!─ No siguió hablando, al notar algo que lo paralizó brevemente, e hizo dudar su existencia como cuidador.

Bajo los ojos contrarios color canela, se notaban unas grandes ojeras. Y como si fuera obvio, Ivette soltó un bostezo, para luego restregar su mano en su ojo izquierdo.

─ Oh, sunshine, ¿haz dormido bien?─, interrogó cambiando su rostro a uno más preocupado, fue acercándose poco a poco a ella, hasta arrodillarse en frente.

─ Eh, sí... es solo que, ¡hoy en la escuela realizamos muchas actividades!—, inventó la mejor excusa que se le ocurrió en el momento, pero su expresión de sonrisa nerviosa pasaría a ser una mueca.

─ Ivette, no debes mentirme ¿Qué sucedió?

De repente, se levantó y la tomó en brazos, llevándola lejos de los murmullos de otros niños, dejándolos sin supervisión. Ella no ignoró eso, y comentó al respecto.

─ ¡Sun, estás dejando a los mocosos solos!─, regañó una vez la bajaron al suelo.

─ Pff, ¡estarán bien! Les entregué a cada uno una paleta, a algunos aún no les salieron las muelas, así que... ¡Tardarán en devorarlos!—, dijo sin mayor importancia, sentandose con posición india, e invitando a su amiga a su regazo─. Ahora, hablemos.

— De acuerdo, pero luego irás a ver cómo están...

Ella suspiró, frunció el ceño como si no tuviera otra opción, y caminó lentamente hasta sentarse en donde el sol le había indicado, nunca había visto la nueva capa de pintura que tenía, desde tan cerca.

La esencia de gomitas aún seguía pigmentada en él, eso por alguna razón, provocó un cosquilleo en su nariz, sus ojos comenzaron a arder más de lo normal, y un líquido brotó de ellos, pero no era por el pigmento.

─ ¡Oh, no, no, no! ¡¿Qué tan malo es, Ivette?!─ Ahora él entró en pánico, buscaba con la mirada algo que lo ayudara, pero ese momento, en realidad, era necesario, para que Sun se diera cuenta de que ella necesitaba dejar salir todo—. Tranquila, tranquila... tómate tu tiempo.

[...]

⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀
Luego de unos cuantos minutos, Ivette logró calmarse, mientras tanto, Sun le entregó un vaso de agua, que le pidió a un niño se lo trajera.

─ Gracias Bob, ¿podrías volver a jugar con tus amigos?—, agradeció el mayor con una gran sonrisa, pero el nombrado no quitaba su vista de la niña.

─ ¿Ivette está bien? ¿Le hizo algo malo?─ Aún recordando el incidente con Moon, un escalofrío recorrió la espalda del niño.

─ ¡No, no, para nada! Ella solo está algo triste, pronto volverá a jugar─. Dicho eso, ella que había oído todo, asintió para despreocuparlo.
El pequeño dudó, más tarde pasaría a preguntar, por ahora, solo se destinó a irse.

─ Ahora, quiero que me expliques qué es lo ocurre, ¿de acuerdo? No me gusta verte en este estado—, acarició la cabeza contraria, pasando su mano lentamente, sin dejar de verla con empatía.

─ D-de acuerdo... ─

» Desde ese día, yo sentía que había algo más en este lugar, escondido a la vista de todos, menos de mí.
Hace un tiempo, tuve una pesadilla, durante una de las tantas siestas que hacíamos con Moon, la dejé pasar porque creí que solo era una pesadilla, nada más que eso.
» Amo soñar, es una de esas rarezas que no todos tenemos, ¡incluso suelo escribir algunos de mis sueños en mi libreta! Son tan mágicos y muchos de ellos no vuelven a repetirse. Pero con las pesadillas era... una situación diferente, demasiado para mí.
La recordaba más que a nada, pero no porque quisiera, para colmo, ese sentimiento se aumentaba cuando entraba en Mega PizzaPlex, pero no decía nada, porque nunca nadie me escuchaba, solo... mi abuela cuando iba a visitarla.

─ Pero ella ya no está y

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─ Pero ella ya no está y... Eder está muy ocupado, no quiero molestarlo—, fijé mi vista en Sun, él solo asentía a cada palabra que le decía, tal vez no quería ni escucharme.

─ Cuenta conmigo, Ive, para esto y más ¡Además, si lo deseas hablaremos sobre tus sueños! Estaré encantado de oírte. ─

Luego de esas palabras, y de restregarme mis ojos con mis manos, mi rostro pasó de ser uno confundido, a uno... de felicidad, ¿Por fin tendría a alguien que me escucharía? ¿Sun cumplirá con su promesa?


— E-Está bien, yo también prometo escucharte—, dije sonriendo, luego, una duda apareció en mi mente─. P-Pero, ¿qué hay con esa extraña coneja? ¿Y si vuelve?—, bajé la cabeza y jugué con mis dedos nerviosa, no sé cuál es su nombre ni qué es lo que quiere de mí.

─ No permitiré que nadie te lastime, no debes preocuparte por eso, Ive. Porque... ¡Yo te protegeré!

She's just kidding | FNaF Security Breach.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora