She's just kidding | FNaF Security Breach.

★ Capítulo veintinueve.

Comenzaba una nueva etapa en sus vidas, Ivette y Eder estaban en casa, compartiendo momentos de hermanos... y por cierto, su madre también los visitaba.

─ ¡Gracias por el regalo, mamá!─ Ivette y su madre estaban en el sofá cerca de la sala de estar. Su regalo fue un kit de dibujo, que apoyó en la mesa de la sala─, ¿cómo te fue en California?

─ Bastante bien, cariño. Algún día podría llevarte si quieres...

─ Ejem─, interrumpió Eder aclarándose la garganta, mientras miraba a su madre con descaro─ ¿Quieres pastel? Hay un poco de lo de ayer─, ofreció el chico, acercándose a ella con el trozo.

─ ... Sí, gracias.

─ Ivette, ¿por qué no vas a tu habitación a usar tus nuevos lápices por primera vez?

─Está bien, pero trata bien a mamá─, amenazó, tomando lentamente sus cosas de la mesa. Ivette solo quería evitar que discutieran.

Ya en la segunda planta, entró a su habitación y cerró la puerta, para luego dirigirse a su escritorio, donde sacó todos los lápices y comenzó a dibujar, ¿qué estaba dibujando?

Un oso con un micrófono.

Un conejo con una guitarra.

Una gallina con un cupcake.

Un zorro con un garfio.

Y una marioneta en una caja.

Sus pesadillas. Eso era lo que Ivette estaba tratando de retratar, el regalo de su madre la ayudó a terminar de dibujar los regalos esparcidos alrededor de la marioneta.

Su habitación estaba repleta de esos dibujos en las paredes, ya que gracias a su psicóloga, se tomaba en serio las señales que le indican sus pesadillas. Dando como resultado que tenía razón.

Todo está relacionado con los animatrónicos, pero no los que ya conoce, sino los nuevos. Con una tecnología que, al parecer, era menor que la de los Glamrocks. Todo esto alimentó la curiosidad de Ivette.

Sin saber que no eran sueños... sino algo más.

─ Solo unos toques más…─ Dibujó como lo haría cualquier niña de diez años, de forma caricaturesca, haciendo que esos espeluznantes robots fueran más amigables a sus ojos─, ¡ya terminé!─, para finalizar colocó el fecha "26/6/XX"

Incluso dibujó al conejo con un chaleco morado y una sonrisa siniestra, pero ha guardado ese dibujo.

Ivette levantó el papel en sus manos, admirando su “obra de arte”─, irás en mi pared─, se dijo mientras realizaba la acción.
El miedo no se había ido, por lo que tuvo que aprender a vivir con él.

─ Ivette, mamá está a punto de irse, ven a saludar─, sorpresivamente y sin previo aviso, Eder entró en la habitación, inspeccionándola con los ojos, hasta que encontró a su hermana parada frente a él.

─ ¡Okey! ¿De qué hablaron?─, ella caminó a su lado hasta que salió de la habitación.

─ Cosas que teníamos pendientes, nada más.

─ ¡Vamos, Eder, dime! ¡Quiero saber! ─, rogó su hermana, tirando un poco de sus pantalones.

Suspiró exhausto─, mamá dijo que quería verte más seguido─, explicó pesadamente mientras detenía su paso y se arrodillaba frente a Ivette─. Me negué, por supuesto, creo que tanto tú como yo sabemos que ella no estuvo presente, ni siquiera en tu propio cumpleaños.

» Es nuestra madre, lo sé, pero parece que no tiene adónde ir, así que recurrió a nosotros en busca de ayuda.

─ Poco le importó cuando dije que no, ella te pidió que decidieras.