★ Capítulo veinticinco.

110 17 4
                                    

Gran incidente.

[★★]

El aire de sus pulmones comenzó a desaparecer y tuvo que detenerse para respirar hondo. Eder apoyó las manos en las rodillas, arqueó un poco la espalda, inhalando y exhalando en el momento justo que le permitiría escapar de nuevo si fuera necesario.

El sudor le corría por la frente, las mejillas y el cuerpo, el cansancio comenzaba a hacer de las suyas, en consecuencia no pensaba con claridad.

Levantó la vista un poco de su posición, observando los alrededores. Frente a él había una puerta de metal con el sello de un endoesqueleto sosteniendo un globo, a un lado de él, un padre con su hijo. Se hallaba un botón parecido al del Atrio, Eder recuperó su postura para luego tocarlo.

Pero cuando se dio cuenta, escuchó los sonidos mecánicos que hacían los endoesqueletos. Era mejor seguir su camino, pronto esa coneja podría regresar.

Su trayectoria comenzó en el área donde aparentemente se producen los juguetes y terminó cuando llegó frente a un Staff-Bot decapitado.

─ Qué mierda... ─, susurró mientras pulsaba el siguiente botón.

Eder caminó mecánicamente, por un segundo jura cerrar los ojos, ocasionando que no escuchara a los endoesqueletos detrás de él.

Corrió un poco hacia adelante, para evitar ser atrapado. Pero su reacción fue lenta debido al agotamiento, y cuando se dio la vuelta, no tenía a uno o dos, sino a cuatro, acorralándolo en una esquina.

Eder respiraba con dificultad, su garganta tragaba tanta saliva como podía, sus nervios aumentaban, el tiempo se acababa... Si no salía de allí, tarde o temprano la coneja haría acto de presencia.

Sus ojos se volvieron pesados, quería descansar. Luego comenzó a descender lentamente hasta sentarse en el suelo, con el pecho siempre subiendo y bajando.

─ ¡Piensa mierda, piensa!─ Su estupidez podría costarle la vida, pero ideó algo rápido para salir de ahí.

Por supuesto, no saldría ileso.

Lo más rápido que pudo haber hecho fue saltar entre medio de dos endoesqueletos, en consecuencia, dejó de verlos y en esa milésima de segundo uno de ellos aprovechó para agarrarle la camisa por detrás. Con fuerza, el 'animatrónico' jaló a Eder hacia él, provocando que el pelinegro se golpeara la cabeza contra el suelo.

─ ¡AGH!─, un grito de dolor salió de sus labios, antes de que los oponentes pudieran dañarlo más, Eder se zafó de las manos del endoesqueleto, y corrió lo más rápido que pudo hacia el siguiente botón.

Le dolía tanto la cabeza que podía sentirla palpitar como si su vida dependiera de ello. Eder comenzaba a ver nublado, sus sentidos se cerraban. No, no podía desmayarse.

─ ¡Concéntrate idiota, no te duermas!─ Con una mano se golpeó la mejilla, tratando de volver a sus cinco sentidos.

Sin darse cuenta ni de la hora ni de su entorno, llegó a una habitación extraña.

El suelo era idéntico al cómodo suelo que tenía Sun en la guardería, la rodeaban muchos televisores pequeños, dobló la esquina, y de un lado vio otro botón con forma de oso.

She's just kidding | FNaF Security Breach.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora