Capítulo 30

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No se había quedado hasta el final del baile pues su madre había dicho que no se sentía bien y que quería marcharse a casa, había sido en un tono que no admitía discusión.

Beth había tenido que aceptar regresar con su familia. Gabriel también se había retirado tras prometerle visitarla al día siguiente.

El silencio en el carruaje era abrumador, su madre se veía demasiado seria, su padre había intentado hablarle pero ella había respondido que cuando llegaran a la casa. Y Josephine estaba callada, demasiado callada.

Su hermano no los había acompañado y Beth se sentía sumamente desconcertada. Sentía que algo había sucedido, pero no sabía qué ¿Josephine había peleado con alguien por defenderla? Porque su hermana tenía poca tolerancia para los comentarios malintencionados.

Estaba intrigada y preocupada. Intentó hacer contacto visual con Jo, pero su hermana la ignoró o al menos parecía estar demasiado sumida en sus propios pensamientos para entender sus señales.

Al llegar a la casa, su madre convocó a una reunión familiar, su hermano que estaba durmiendo se vio obligado a levantarse y reunirse con ellos. Una vez todos reunidos, su madre lanzó la pregunta más inesperada.

-¿Y bien Josephine? ¿Cuál es tu relación con Leonard Knigth? – preguntó y todos giraron la cabeza hacia Josephine, incrédulos, sin entender.

Jo pareció dudar, como si no supiera que responder. Bajó la mirada un segundo y luego los miró, decidida.

-Empezó hace casi cuatro años...- inició Jo su relato y lo concluyó contándoles lo que había sucedido en el baile esa noche, aunque parecía reservarse algo pues ella y su madre cruzaron miradas sospechosas.

Era la historia más inesperada, parecía tan impropio de ella ,pero al mismo tiempo parecía estar impregnada de su esencia.
Josephine Lawrence tenía un amor secreto y había sido revelado en el baile de las Bowman. Y ahora estaba prometida con el Capitán Knigth.

Beth estaba tan sorprendida, había tanto que quería decir y preguntar, pero solo pensó en que aquella situación llevaba años.

-Jo, ¿tanto tiempo?- preguntó conmovida a su hermana, en su mente estaba atado cabos y ahora entendía todo lo que antes habían sido solo suposiciones.Y entendía aquellos días en que Jo se había perdido a sí misma.

-¿Entonces lo quieres? – preguntó su padre superponiéndose con ella.

-¿Cómo crees que Dios hace tratos así? –preguntó su madre enfadada al mismo tiempo.

-¿Te has callado todo esto tanto tiempo?- preguntó su hermano tan sorprendido como ella misma.

Jo sonrió al recibir tantas preguntas a la vez.

-Solo diré que no soy experta en romances, y que cuando hice esa promesa estaba desesperada. Ahora puedo ver todo desde otra perspectiva, pero es que también ahora estoy libre de las preocupaciones, ya no estoy atrapada en mi mentira. Leonard me acepta y me quiere tanto como yo a él, y siento que soy un dique de emociones que alguien acaba de derribar, y ahora simplemente fluyen incontenibles, así que ni siquiera sé si estoy respondiendo a sus preguntas o no. Han pasado tantas cosas- dijo respondiendo todo y a la vez nada.

-Ya lo creo- masculló su madre.

-Tienes razón, Josephine, han pasado demasiadas cosas y es muy tarde. Será mejor que descansemos y mañana hablaremos de nuevo- sentenció su padre y aunque todos tenían mil preguntas que hacer, aceptaron dejarlas para el día siguiente.

Pero a Beth no se la podía distraer tan fácil. Ella necesitaba preguntar y saber. Cuando todos fueron a dormir, se cambió el atuendo del baile por su ropa de dormir y luego fue hacia la habitación de su hermana. Entro casi sin hacer ruido, para no despertar a sus padres.

Donde tú caminas - Saga Dorsetshire 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora