Harrington llegó a su hogar dejando las bolsas de la compra en la cocina. Suspiró aliviado al haber dejado atrás el peso de las bolsas para después colocar las manos en su cadera y observar el lugar.
Silencio. Toda la gran casa estaba hundida en silencio. Nunca antes había notado tanto ese sentimiento soledad que ahora lo inundaba. Hacía pocos días esos pasillos eran llenados por música y tarareos del de larga melena. Había risas. Tenía a alguien con quien hablar y pasar el rato. Ahora, no había nada más que un silencio abrumador que le ponía los pelos de punta. Lo peor era que el metalero se había llevado el chaleco vaquero consigo, así que el castaño no tenía con que desahogarse.
Comió con un semblante apagado que esos días recorría todo su rostro. Robin notó esto pero no quiso preguntar y tocar el tema porque ya sabía la respuesta.
Terminó su cena y dejó los platos en la mesa entre el sofá y la televisión, donde pasaban los mismos canales con el mismo aburrido contenido. Suspiró. Extrañaba oír las anécdotas que su amigo de ojos rojos contaba con entusiasmo. Siempre actuaba poniendo voces y consiguiendo que te sintieras dentro de la historia.
Recordar esto le transmitió un calor agradable en el pecho. El mismo que sentía siempre al ver aquella radiante sonrisa adornada de colmillos.— ¡Steve, ¿me recibes?! — sonó la voz del pequeño Henderson desde su walkie talkie algo lejos de donde estaba — ¡¡Steve, es un código rojo!! ¡¡Repito!! ¡¡ES UN CÓDIGO ROJO!! ¡¡Ven rápido al hospital!!
El castaño se levantó sobresalto. "¿El hospital? Lo único que podría pasar allí era..." pensó y sus ojos se abrieron como platos.
Agarró el walkie talkie y las llaves de su auto saliendo de su casa en dirección al vehículo para poner rumbo al hospital de Hawkins.
No podía permitirse que algo malo le pasara a uno de sus niños. Mucho menos a la pelirroja pues ya había sufrido bastante.Llegó al edificio con blancas paredes y saltó hacia fuera del coche, corriendo, con la respiración agitada, teniendo lo peor.
Una vez encontró a los demás en la sala de espera y vió sus rostros preocupados, se le detuvo el corazón.
Se acercó rápidamente al de pocos dientes, el cual se levantó de su asiento dirigiéndose al mayor para abrazarlo. El resto de niños, al percatarse de su presencia, hicieron lo mismo. A Lucas y Jane se les salían lágrimas.
Steve solo pudo reconfortarlos con caricias algo torpes por sus propios nervios.— ¿Qué ha pasado? — preguntó el castaño lo más firme que sus cuerdas vocales le permitieron.
— Max comenzaba a tener un pulso demasiado bajo y los enfermos llegaron corriendo — le explicó Lucas — Me sacaron de la habitación y llamé a los que la señal de mi walkie talkie me permitía.
— Has hecho bien, Sinclair — dijo el mayor sujetando los hombros del mencionado y mirándolo cálidamente en forma de apoyo — ¿Donde está Robin? — preguntó una vez se percató de la ausencia de la rubia. Nancy y Jhonatan estaban a lo lejos, en el mostrador de recepción, esperando alguna respuesta de los doctores.
— Ha ido a buscar a- — Will fue cortado por un estruendo.
Todos voltearon a la puerta de la sala de espera encontrando a una pecosa con los pelos cual león y a un joven de ojos rojos con la respiración algo agitada. Steve tragó en seco al volver a ver al chico pero rápidamente dejó a un lado sus pensamientos para centrarse en la situación.
— ¡¿Donde estabais?! — preguntó Mike, alterado.
— Es que — Robin cogió aire — Cuesta llegar al parque de caravanas corriendo — volvió a coger aire — Y Eddie me ha traído literalmente volando.
— ¿Max está bien? — preguntó el joven a un lado de la rubia mientras se acercaba al grupo. Lo preguntó a todos pero su mirada solo se dirigía al castaño.
— Aún no lo sabemos - le respondió Harrington — Dice Lucas que comenzó a perder pulso y los doctores entraron echándolo de la habitación.
El otro asintió para darle a entender que lo había comprendido.
Volvieron todos a los asientos en la sala de espera, en silencio. Jane agarraba la mano de Mike con fuerza, intentando retener sus lágrimas. Sabían que gracias a ella Max aún estaba viva y sabían que si algo le pasaba a la pelirroja, ella misma se echaría la culpa, lo cual, era erróneo. La culpa era de Vecna y su maldito plan.
Nancy y Jhonatan se acercaron llamando la atención de todos — Dicen que se la han llevado a urgencias — informó la de rizada cabellera — También dicen que está en un estado grave. Que puede que no la consigan recuperar si alguno sucede — su incomodidad al hablar era notoria.
Jhonatan la abrazó con un brazo masajeando su espalda una vez se sentaron junto a los demás, quienes se quedaban pensativos.— ¿Y si...y si no la podemos volver a ver? — preguntó Lucas entre sollozos.
Eddie y Steve se miraron entre ellos, preocupados. Como si se leyeran los pensamientos, se levantaron y colocaron frente al moreno, agachados, colocando un brazo cada uno en los hombros del joven como muestra de apoyo.
— La veremos. Te lo prometo — intentó calmar el castaño pero el menor no se veía muy confiado.
— Si hubiera una forma de que no le pasara nada...de que fuera inmoral. Sería una buena solución — se dijo para sí mismo el moreno sin mirar a los adultos frente a él.
Steve buscó algo de apoyo en el del larga melena, pero este estaba con la mirada perdida, pensativo.
— Eddie — llamó el de gorra a un lado de ellos y el mencionado miró en su dirección — ¿Estás pensando lo que creo que estás pensando? — preguntó con una sonrisa.
— Es posible, Henderson — respondió igual, con una sonrisa, mostrando sus colmillos.
Los demás los miraban con una ceja alzada, sin comprender nada, confusos. Estos asintieron entre ellos y el menor habló — Eddie quiere intentar algo que podría ayudar a Max.
Los demás se miraron entre ellos, aún confusos, buscando una respuesta a sus dudas en sus compañeros.
Eddie se fue en dirección al baño del hospital, dejándolos a los demás aún en la sala de espera.
Todos dirigieron su mirada al de pocos dientes, quien sonreía orgulloso.— Eddie quiere intentar convertir a Max en vampiro, como él — respondió las dudas ajenas con un brillo de determinación en su mirada.
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SWEET BLOOD [Steddie]
FanficHabían perdido a Eddie Munson. O eso pensaban todos hasta que Steve comenzó a tener la constante sensación de que alguien le observaba en la oscuridad de las noches. ! El dibujo de la portada no es mío !