¿FUISTE MI AMOR REAL? [En Proceso]

❤️CAPÍTULO 20❤️

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Al llegar, si o si tenía que ir por mis cosas que habían quedado en la habitación de Beverly, mis Crocs y mi remera. El papá de Chris ni siquiera había guardado su auto, es que en el camino, ya Chris lo organizó todo porque se tocó el tema de mi trabajo. Ellos decidieron que tenían que dejarme en casa, lo que era lógico, porque no estaba en horario para que tomara el bondi ni tampoco iban a dejarme volverme sola en Uber. Así que Chris y su papá quedaron en dejarme en mi casa, esa charla la tuvimos antes de bajar del auto en lo que bajaron las chicas y León -que se perdió adentro de la casa- Agustín parecía querer decir algo pero no se atrevía a hablar, eso me hacía entrecerrar los ojos.

¿Pero que más da lo que quiera decir?. Yo me estaba muriendo.

Hasta que bajé yo, y el papá de Chris recalcó lo acordado pues rápido, mejor dicho: como pude, subí las escaleras hacia el cuarto de Beverly y Jenny. Jamás noté que Agustín estaba debajo en la cocina "tomando agua", es que cuando terminé de saludar a las chicas, bajé de inmediato y lo ví parado al frente de la mesa. Sinceramente, en ese momento, quería decirle un montón de cosas y acercarme para tomarlo del cuello y besarlo o mejor para que me alze y me acueste arriba de la mesa mientras me besa desesperadamente.

Toda una película porno. Tienes mucha imaginación Max.

Pero nada de eso pasó, solo tragué saliva antes de saludarlo triste porque no lo iba a ver hasta que no volvamos a organizar. Eso era lo que yo pensaba. También lo noté triste pero él si sabía disimularlo. Estaba mirando algo en su teléfono, no sé qué era, seguramente las storys de Instagram, no lo sé, vaya uno a saber qué. Luego me dijo que estaba ahí para "cerrar la puerta" para cuando vuelvan ellos, lo que si me sirvió de mucho fué que diga que "si" cuando los cuatro estábamos abajo esperando a que el señor Garden bajara la camioneta de la vereda y le dijera a su sobrino si nos quería acompañar hasta mi casa.

Sé que quieres besarme O'brien, no lo niegues.

__¿Agustin querés venir también?.

Siii O'brien sube atrás conmigo mi amor.

Y se ve que le encantó la idea porque ví como sus ojitos brillaron y su voz tembló al decir que si con confianza.

__Bueno voy con ustedes.

Admite que me amas Matías.

Tanto a él como ami nos encantaba la idea de ir juntos sentados en la parte de tras del auto aunque no iba a pasar nada más que hablar, ya que, su tío y su primo estaban presentes, por lo contrario, hubiese sido fabuloso.

¡Puta madre!.

Amé el pequeño viaje inolvidable hablando con ellos pero más con O'brien aunque no recuerde esa increíble charla. Hacía que mi corazón temblara. Cada vez que se trataba de él o cada vez que alguien decía su nombre con tan solo saber de él me derretía y todo se borraba, dejaba de existir. Es que el deseo y el amor cuando sientes por alguien, es tan poderoso que te ciegas a creer y a mirar a un costado. Te aferras a que todo salga bien y que esa persona sea felíz, quieres llenarlo de amor y brindarle todo para que se sienta bien y así como es hermoso sentir eso, por otro lado, es un veneno tan potente que cada vez lo consumes más por lo adictivo que es y no te das cuenta que algún día va a hacer efecto su líquido malo. Todo eso era Agustín, era debilidad, pasión, deseo, temblor, sudor, arritmia cardíaca, falta de aire, calor extremo, sueño, hambre, caprichos, bienestar, celos, enojo, mojada, ansiedad y sobretodo belleza y felicidad.