☬ Harder 25

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Era él.

Era Alessandro.

"¿Ha llegado el momento de la gran batalla?" se preguntó Jimin mientras se arrojaba por la ventana y enfrentaba con furia al noble traidor. Sintió ganas de llorar al verlo frente a frente, ahora que había recuperado los recuerdos de todas sus vidas pasadas, no podía evitar odiar inmensamente a Alessandro, aquel que desde su primera vida se había encargado de arruinar su felicidad. Lo peor de todo esto, es que, si los recuerdos no se habían equivocado, Alessandro había sido su íntimo amigo en su primera vida.

¿Cómo ese amigo había llegado a esto? A generar una interminable maldición con tal de quedarse con Jungkook.

—¿Dónde demonios tienes a Jungkook? —preguntó Jimin tomando el cuello del vampiro y llevándolo hacia atrás.

Gruñidos de lobos y cambia formas se hicieron presentes alrededor, tanto del lado de la manada de Jungkook como del pequeño batallón que Alessandro arrastraba.

—¿D'angelo? —preguntó Alessandro en estado de shock, sin defenderse en absoluto.

Jimin lo miró con furia, percatándose de que ahora, con su nueva transformación, Alessandro ya podía reconocerlo, podía ver su verdadero rostro, el que alguna vez le había pertenecido tambien al príncipe D'angelo.

—Así es, soy yo, mi querido amigo...

—No es posible —soltó Alessandro con rabia—. Tu tiempo ya ha pasado en esta vida, tú y él ya están muertos, no deberías estar aquí.

—Creo que tuviste un pequeño error de cálculo esta vez, porque a quien persigues con tanto empeño para sacrificar en nombre del cuerpo de tu amado Salvatore; es en realidad a quien dices amar tanto. Jungkook y yo teníamos un hechizo que no te permitía ver nuestros verdaderos rostros.

—Eso es mentira, tengo el cuerpo de Salvatore en excelentes condiciones, solo estás tratando de engañarme con esto para que no sacrifique a su hijo. ¿Cómo has logrado parecerte tanto al bastardo de D'angelo?

Jimin sonrió, no de una buena manera.

—¿Por qué te afecta tanto saber la verdad? Te la has pasado 8 vidas haciéndonos daño, no veo por qué ahora te sorprende saberlo. ¿No es ese tu propósito? Hacernos infelices. Hacerle daño a quien tanto dices amar.

—Mi propósito nunca ha sido lastimar a Salvatore.

—Mis recuerdos no dicen lo mismo. —Jimin apretó su agarre en el cuello de Alessandro.

—Yo nunca le haría daño a él, a quien siempre he querido eliminar es a ti, a quien me robó el amor de Salvatore.

—Yo no robé nada. Él y yo estábamos conectados desde antes de que tú llegaras a nuestras vidas. Nuestro destino es estar juntos, y no importa cuantas vidas tengan que pasar; no importa cuantas dimensiones traspases con tu estúpida maldición, al final, en ninguna de esas vidas, no importa cuánto lo intentes, jamás serás tú el amor de la vida de Salvatore.

—¡Maldito imbécil! —contraatacó Alessandro estampando a Jimin contra el suelo.

Jimin se burló.

—Me das tanta lástima. Me repugnas. Estás tan malditamente enfermo que a pesar de que dices amar a Salvatore, eres capaz de lastimarlo física y mentalmente de las peores formas posibles. ¿Cómo has podido vivir con eso? ¿No has sido tú el que en esta vida lo atacó al punto de casi matarlo? ¿no eres tú el causante de su infelicidad?

—Yo no sabía que era él, yo siempre he pensado que es su hijo.

—¿Y eres capaz de lastimar al hijo de tu amado? —presionó Jimin—. De todos modos ¿no eres tú quien ha terminado con su vida todas las veces anteriores? ¿No te duele eso, Alessandro? ¿Por qué siempre terminas matando a quien amas tanto?

Jikook | HarderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora