El peso del amor

Capítulo 1

Kagome

¿Como es posible que una palabra tan corta, pueda desatar tantas inseguridades?. Existen varios tipos de apodos, y cada uno respecto a la personalidad de la persona, pero que pasa cuando un apodo no va con la personalidad, si no más bien con el físico.  Aunque no todos los apodos sobre el físico son malos, algunos son bonitos o hasta curiosos, son inocentes, pero y los que son puestos por maldad, los que son hechos para incomodar.

Gorda.

Es lo que más eh escuchado referente a mi persona desde que subí de peso. Se que no soy la única con obesidad en el instituto pero, porque cuando alguien dice la palabra gorda, todos me señalan a mi. Es triste y deprimente ver a todas aquellas chicas con su cuerpos esbeltos y hermosos, y verme a mi con un cuerpo sumergido en grasa. Siento como todo mi autoestima baja de cero a un millón negativo.
Aveces me pregunto que se sentirá tener un cuerpo delgado y pertenecer a ese equipo hermosas porristas con un hermoso cuerpo y 100% curvilineo.

Ver a todas aquellas chicas reunirse entre amigas  para hablar de moda y maquillaje, me hacen desear tener aunque sea a una amiga que me escuche. Estar sola ya es algo rutinario pero, eso no impide a que algunas veces también desee hablar con alguien. Todas las chicas me evitan por ser gorda y no pertenecer a su estereotipo, y los chicos me evitan por se gorda y poco atractiva.
Todos lo hacen menos el.

Inuyasha Taisho.

El chico más guapo de todo el instituto. Cabello negro, ojos dorados, nariz perfilada, labios gruesos y de tez bronceada. Apesar de su gran cuerpo y su gran atractivo no pertenece al equipo de fútbol como todos lo aclaman a que se una, lo de él es la natación. Es un gran nadador, a conseguido quedar siempre en primer lugar al instituto cuando son los nacionales.

Es un chico súper amable y sincero, es el único que no me trata diferente por mi peso, me trata como uno más, como uno igual. No entablamos conversaciones largas, casi siempre son los buenos días y una que otra conversación trivial en cuestión a las materias. No sé si fue su físico o su forma de tratarme o quizá el simple hecho de ser el, lo que me enamoro.

Me enamore desde el primer año de instituto, solo bastaron pocas, pero significativas muestras de igualdad las que me enamoraron. Bueno también fueron todas aquellas veces en las que a frenado los ataques de burla a mi persona.

Las burlas son siempre consecutivas, no hay horario y mucho menos señales de advertencia. Quizá si allá. El ver a tu verdugo hacercarse con paso decidido junto a una mirada que refleja todas esas malas intenciones.

Los veo hacercarse a todos ellos en una pequeña bola. Dios. Aun no están lo suficientemente serca y aun así puedo sentir mi cuerpo temblar de miedo, mi respiración  se empieza a volver errática y las señales de un probable ataque de ansiedad me deja en evidencia.

.- ¡Valla!, pero si es la gorda Kagome.- Dice en tono alto haciendo que las miradas se enfoquen en nosotros. Pronto me encuentro rodeada de todos aquellos a los que yo llamo mis verdugos. - Dime, ¿Cuántos kilos más has subido estos días?.- Suelta con sorna y yo me siento pequeña del miedo que le tengo.

.- Dios, ¡pero que gorda estas!.- Suelta ella a quien alguna vez en mi vida llegue a llamar amiga. Yo solo quiero que me dejen en paz. Quiero ir a mi aula y sentarme al fondo para poder pasar desapercibida de todos.

.- Que les parece si jugamos un momento a la pelota.- Propone un tercero, y por su mirada entiendo que no van a dejarme en paz hasta sentirse satisfechos.

Siento miedo. Mi respiración sólo empeora cada que los siento hacer más pequeño el círculo. Inuyasha Ayudame por favor. Imploro una vez más.  Que tonta, solo porque me ayudo un par de veces eso no significa que Valla ayudarme cada que lo necesite. Miro al frente en busca de él o de  algún profesor que pueda salvarme, pero lo único que veo son sonrisas de burla. A todos les parece divertida la situación pero a mi no.