KAGOME.
Estaba recostada en árbol sagrado tomando un poco de aire. La noticia de que Aby por fin había dado a luz se esparció como pólvora. En el instituto muchas personas sabían de la relación de Aby con Inuyasha. No era ningún secreto. Nadie se había atrevido a sacar el tema de Aby delante de mí, pero el rumor de que el bebe había nacido por fin no se pudo controlar. Sin darme cuenta una semana paso rápidamente e Inuyasha no había asistido a clases avivando el rumor de quedarse en casa por cuidar de su recién nacido. Intente aparentar que no me dolía, pero los chicos sabían que no era así, trataron de distraerme con chistes y otros temas, aun asi no fue suficiente.
Cerré los ojos un momento mientras recibía el viento frio, en algunos días quizás empezaría a nevar. Mi lugar seguro se había vuelto este árbol, a él le contaba todo lo que pasaba en mi interior. Las vacaciones de invierno estaban cada vez mas cerca. Las hojas habian comenzando a caer debido al cambio de estación y pronto el árbol quedaría sin hojas. Mis lagrimas silenciosas acompañaron a todas esas ultimas hojas caídas esta tarde.
Escuche pasos acercarse por lo que me enderece y limpie las lágrimas que habían caído hace unos momentos.
.-Me imagine que ibas a estar así.- La voz de Kurama me sorprendió, de todas las personas que me pudieron encontrar en esta situación tuvo que ser Kurama. El se sentó en el suelo mirándome fijamente. Desvié la mirada de el. Por alguna extraña razón el gris de sus ojos me intimidaban cada que los veía fijamente.
.- Hola Kurama. - Salude despacio. Una sonrisa discreta se dibujo en el rostro de el. Era verdaderamente atractivo.
.- Tu estado de ánimo se debe al reciente acontecimiento en la vida de Taisho ¿no es así?.- Era demasiado observador.
.- Hay cosas que solo tu descifras de mi, ¿por qué?.
. - Eres una chica bastante interesante, ya te lo había dicho en otra ocasión. - Dijo con simpleza mientras se recostaba usando sus manos de almohadas.
.- Hay algo en específico que quieras de mí, no sueles ser un chico de muchas palabras. - El solo cerro los ojos. - Vamos, ¿dime que es lo que quieres de mí?.
.- Eres muy ruidosa, solo recuéstate y disfruta de mi compañía, ahora es cuando menos sola debes estar, las cosas quizás cambien a partir de mañana y es casi improbable que pueda tener la oportunidad de acercarme a ti en el futuro. - No entendí.
.-¿Pero?
.- ¡Solo recuéstate y disfruta!.- Su ceño estaba fruncido y no dijo más. Hice caso a su orden y me recosté sin objetar.
Me recosté como él lo ordeno y sus palabras vinieron a mi mente. ¿De verdad era tan notoria mi tristeza?. De ser así como no iba ser notoria, Inuyasha se había convertido en padre y era probable que dentro de poco se casaría con Aby. Este último pensamiento desgarro mi corazón. Yo lo amaba. ¿Por que el destino había jugado conmigo?, Porque me dio la oportunidad de acercarme a él y conocerlo más, porque hizo que me enamorara más de él. ¿Acaso el destino disfrutaba verme sufrir?.
Mis lagrimas habían vuelto a caer sin parar y un gemido de dolor se escapó de mi garganta. Me enderece de nuevo y lleve mis manos a mi rostro intentando limpiar las lagrimas que caían sin parar. Mi llanto sonaba fuerte como el de una niña pequeña y todo sentido de vergüenza se había ido.
Unos brazos grandes y fuertes me rodearon con cuidado. El olor de un nuevo perfume me inundo trayendo tranquilidad y paz a mi atormentado corazón. El abrazo se sentía cálido y reconfortante, lleno de amabilidad y coraje, era como abrazar a alguien especial. Este abrazo se sentía como si toda tormenta fuera pasajera. Levante mi rostro solo para encontrarme con el rostro sereno de Kurama quien me miraba de una forma extraña, había un cariño enorme en sus ojos. Una de sus manos se fue hasta mi mejilla donde la acaricio despacio limpiando toda lagrima en su camino. Lo mire aturdida, estaba actuando extraño. Lo mire a los ojos, pero la energía que el emanaba era abrumadora dejándome sin habla.
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El peso del amor
FanfictionPadecer sobre peso siempre se ha visto mal en cualquier parte del mundo, no hay persona a la que le agrade ser obeso u obesa. Las personas "normales" tienden a maltratar y menospreciar a personas que padecen este tipo de enfermedad. Nadie sabe cuál...