KAGOME.
.-¡No quiero!.- El grito lastimero de Sango inundo mi habitación. Estaba hecha un ovillo en la esquina de mi cama, su rostro alegre se encontraba empapado en lágrimas. Miroku al fin había reunido el valor de hablar con ella y decirle la verdad.
.-Por favor, solo quiero hablar contigo.- Se me estrujaba el corazón de solo escuchar la voz quebrada de Miroku. El también la estaba pasando mal.
.-¡Márchate! ¡Al final de cuentas lo vas a hacer!.- La furia de Sango era la que hablaba sabía que el amor estaba escondido en algún rincón de su corazón.
.- Se que no quieres verme por el momento y te entiendo, lo que no entiendo es como en un momento así piensas que todo terminara con romper nuestra relación.- Lagrimas corrían por el rostro de ambas, Miroku era un romántico empedernido y no lo sabía hasta el momento a mi también me estaba doliendo ver así a mis amigos.- Sango, solo piensa que yo también la estoy pasando mal.
Hace aproximadamente 2 horas llego Sango llorando desconsolada, Miroku le había dicho que después de la graduación el volvería a España. Desde que ella entro en mi habitación cerró la puerta dejándolo a él afuera y él no se había movido ni un minuto del pasillo. Había escuchado la voz de Souta decir que le diera tiempo, que las mujeres pasamos las cosas de diferente manera, mi hermano era muy maduro para su edad. El tiempo siguió pasando y Sango se quedó dormida después de haber llorado durante bastante tiempo. Me levante sin hacer muchos movimientos y camine hasta la puerta. Abrí con mucho cuidado encontrando a Miroku sentado en el suelo con la cabeza recostada en la pared. Sus ojos estaban hinchados al igual que los de Sango, sentí lastima por él. Me puse en cuclillas hasta la altura de él y le toque el hombro para que despertara, el abrió los ojos de inmediato y miro detrás de mi espalda, Sango yacía dormida en mi cama abrazada a la colcha. No dije nada solo le indiqué que podía pasar y el corrió hasta dentro.
Cerré la puerta y bajé hasta el comedor. Mama preparaba la cena con su rostro sereno, pero en cuanto me miro su preocupación fue evidente.
.-Kagome, ¿cómo esta Sango?.- Dejo la olla a fuego lento y se sentó conmigo en el comedor.
.-Muy triste, estuvo llorando hasta quedar dormida.
.-¿Tu sabias sobre el tema?.- Pregunto tomándome de las manos. Evite sus ojos y mire a las escaleras.-¿Hace cuanto lo sabes?.
.-No me correspondía decírselo.- El ruido de los pasos de Miroku bajando por las escaleras me hizo mirarlo. El sonrió con tristeza en sus ojos, aunque se notaba menos tenso que hace un rato. Camine con el hasta fuera de mi casa y lo acompañe hasta donde estaba el árbol sagrado.
.-Señorita Kagome ¿puedo preguntarle algo?.-El miraba sus pies y evitaba mirarme.
.-Adelante. - Accedí.
.- Si Sango se marchara conmigo a España, le estaría arrebatando a su amiga ¿no es así?.- Entendí de inmediato.
.-Estoy de acuerdo en cualquier cosa que ambos decidan, su felicidad me hace feliz, además se lo mucho que ustedes se aman.- Su ceño fruncido se relajó.
.-Hace un momento le dije a Sango que pensé mucho en llevarla conmigo, pero pensé en usted y en el joven Kohaku. Ella adora a su hermano y usted adora a Sango, sé que tan unidas son, no me atrevería a llevarla conmigo si eso la pone triste, no le haría eso a mí preciada amiga.
.-Miroku, no voy a separarte de la mujer que amas, yo y ella podemos seguir siendo amigas, talvez no vamos a vernos con frecuencia, pero seguiremos siendo amigas.
.-Kagome.-La voz de Sango nos sobresaltó a los dos. Ella estaba llorando nuevamente, ella corrió hasta mi dónde me abrazo con fuerza mientras lloraba como una niña pequeña. Perdió las fuerzas en las piernas y ambos terminamos en el suelo. Miroku corrió hasta nosotros revisando si nos habíamos hecho daño.- Te quiero amiga. - Sus palabras habían dicho más de lo que aparentaban, mis lagrimas se deslizaron junto con las de ella. Miroku nos miro triste, pero aun así nos abrazo a las dos.
ESTÁS LEYENDO
El peso del amor
FanfictionPadecer sobre peso siempre se ha visto mal en cualquier parte del mundo, no hay persona a la que le agrade ser obeso u obesa. Las personas "normales" tienden a maltratar y menospreciar a personas que padecen este tipo de enfermedad. Nadie sabe cuál...