Capítulo 11

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KAGOME.

Tome mi móvil, eran apenas las 8 de la mañana. Me encontraba en casa de Sango, la cual estaba haciendo café mientras yo esperaba pacientemente en el sofá. Aún estaba aturdida, tenía muchas cosas en las que pensar. Sesshomaru me había contestado muchas de mis preguntas y había estado conmigo tratando de evitar que me hundiera en la tristeza.

Sango me sirvió un poco de café y galletas.  Se sentó frente a mí y me observo tomar el café sin decir una sola palabra. Justo ahora tenía muchas dudas, yo quería ver a Inuyasha, pero mi corazón no quería. Tenía miedo. Temía que fuera la última vez en verlo. Algo en mi intuía que Inuyasha era de esos chicos que haría lo que fuera por estar con la persona que ama. Bosteze un poco cansada, pero no quería dormir. No quería soñar con Inuyasha. Sabía exactamente que era lo que sonaría.

El timbre de Sango sono y ella se levantó arrastrando los pies rumbo a la puerta. La mire inexpresiva, ahora no sentía nada. Bueno si había un sentimiento, el de abandono, algo que era bastante incomodo. No quería ser condependiente de nadie, tenía que afrontar todo sola como antes de que Inuyasha estuviera a mi lado. Me quedé sentada en mi lugar esperando a Sango, lo único que hacía era mirar hacia la nada, estaba perdida en mis pensamientos. Creí que por lo menos abría un mensaje de Inuyasha en toda la noche, pero nunca hubo nada. Salvo lo que sabía por Sesshomaru.

Odiaba sentirme así. Ya había experimentado el abandono, justo cuando enferme. Mis amigos, conocidos se había alejado de mi porque me había vuelto una niña inestable emocionalmente. Nunca me sentí de esa manera, pero ahora si lo sentía. La inestabilidad me estaba llevando a perder la razón. Por un lado quería salir e ir a buscar a Inuyasha, pero por otro no quería ni verle la cara, sentía que lo quería, pero no podía evitar sentir un peso de traición. El había hecho algo horrible.

Jugo con mi corazón. Me dio un trato especial el cual confundió a mi pobre corazón. Lo abrazo y lo lleno de ilusiones y de esperanzas, para que al final me diga que siempre no, que solo me veía como amiga. ¿Y los besos que? ¿Donde estaba el nunca te dejare sola? ¿Donde estaba el, cuando más rota me encontraba?.

+Esta ahí.

+Solo está sentada sin decir nada.

+Me preocupa.

+No debe dejarse caer.

+El es el culpable.

+Solo jugo con ella. No es bueno para ella, su corazón ya a pasado por mucho.

+Sabes que fue así, siempre le lleno la cabeza con gestos bonitos cuando nunca sintió nada.

+No lo quiero cerca de ella, solo le hará daño.

+No después de lo que dijo ayer en la noche.

+No me digas que me calme, fue un auténtico hijo de puta, sin ofender a la Sra Izayoi.

+El dijo que no la veía como mujer.

+Claro que no está confundido, tu lo viste, está loco por esa mujer. Estar cerca de Kagome solo le hará daño a ella

+Vale entra, pero no digas nada estúpido o te parto la cara igual que a él.

Sango parecía enojada mientras discutía con alguien. No es que allá escuchado a propósito, la casa tenía un silencio infernal.
Escuche pasos acercarse, le tome un sorbo al café tratando de disimular que había escuchado todo. Había sido duro.

El peso del amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora