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CONTINUAMOS.

Había acabado con todos, creo, mi cuerpo estaba como que ardiendo, mis manos me dolían tanto, era como si me hubiese quemado las manos, abrí mis ojos sin imaginar que despertaría dentro de una habitación oscura, estaba recostado sobre una cama, era lo que faltaba, me habian tomado ya como un prisionero.

Me levanté de la cama con todas las fuerzas que me quedaran, mierda, me había pasado con ese fuerte golpe contra los soldados que intentaron lastimarnos, me dirige hacia la puerta la cual estaba media abierta, quien demonios encierra a una persona y no deja la puerta cerrada, solo que esto no sea un secuestro, más bien un rescate.

Mi olfato me había herizado la piel, vaya, quien diría que podía detectar olores, incluso de los exteriores, mi mano parecía haber sido atentida, tenía un suero en mi muñeca, estaba conectado a un aparato colocado al lado de la cama, bueno, mejor no me quedaba aquí, lo más seguro era que estaban nuevamente experimentando conmigo, aunque siendo sincero, esto no parecía como un sitio de pruebas.

Miré a mis alrededores y estaba dentro de una habitación común, libros, muebles, fotos de saber quién diablos, una computadora y con la ventana abierta con la vista hacia las afuera, ¿Por cuánto tiempo me quedé dormido...? Estaba en la ciudad.

No puede ser que me haya dormido por mucho tiempo, mierda, mis amigos deben de estar afuera buscándome, impaciente me acerque a la vente listo para salir del lugar, no sin antes quitarme el suero y arrinconar la máquina contra la puerta, no me daba nada de confianza.

- Mierda... - maldije intentando salir por la ventana, antes de salir la puerta fue tocada con ligeros golpes -

Me dí la vuelta en cuanto la puerta empezó a ser azotada, joder, creo que iba a tener que pelear otra vez.

- ¡Sea quien sea, se va morir si no me dejas en paz maldita basura...! - arrojé la máquina fuera de la puerta - ¡Ven aquí maldi-... ¡¿Martha...?!.

Esto ya no tenía nada de sentido, ante mis ojos tenía a la chica que anteriormente me había ayudado, Martha con una ligera sonrisa me abrazó mientras agradecía sin parar, rápidamente me aparte de ella sorprendió pero por otro lado feliz por volver a verla nuevamente.

- ¡¿Eres tu?! - dije viéndola de pies a cabeza - Mierda, ya nisiquiera me acordaba de ti.

- ¡Crei que te perdiamos! ¡¿En dónde está Douma...?! - me dijo ella desesperada sacudiéndome fuertemente - ¡¿Por qué no está contigo?!

- L-lo siento, no se dónde esta, yo les dije que se fueran mientras yo me enfrente contra... Contra tu gente - exclamé con enojó - ¡Tu maldita raza me está cansando!.

Aunque ella no tuviera nada que ver con mi problema, me sentía enojado con su raza por intentar lastimarme, ella ladeó su cabeza desconsertada, no le dije nada más, salí de la habitación sin decirle otra palabra más, tenía que salir a buscarlos antes de que los demás fueran a lastimarlos, Velvela aún no puede defenderse y me costaba confiar en que todos ellos la mantendrán fuera del peligro.

Bajé por el largo camino de escaleras, detrás mío escuchaba como Martha llamaba mi atención, pero no le presté atención y seguí bajando hasta llegar a otra parte del sitio, estaba en medio de una pequeña sala, miré a un costado topandome con otra presencia conocida.

- ¡¿Angela?! ¡¿Que rayos haces tu aquí?! - exclamé con asombro, siendo recibido con un fuerte abrazo por parte de ella - ¡Ya me hacías falta cabeza de chorlito!

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⏰ Última actualización: Jul 26, 2022 ⏰

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𝐀𝐭𝐫𝐚𝐩𝐚𝐝𝐨 𝐞𝐧 𝐨𝐭𝐫𝐨 𝐌𝐮𝐧𝐝𝐨  (𝐿𝑒𝑐𝑡𝑜𝑟 𝑥 𝐹𝑢𝑟𝑟𝑦) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora