BatBoys x Reader One Shots (traducciones)

💙 Dick Grayson

Bruce te había recomendado entrenar más, eras buena para defenderte pero era preferible que practicaras un poco más. La última vez por poco ibas a recibir un gran golpe en la cara por parte de Harley Quinn pero por fortuna Nightwing te defendió a tiempo.

Así que hoy te dirigías a la sala de entrenamiento. No podías dejar que en un futuro fueras lastimada por tus malas decisiones para defenderte.

Abriste la puerta y te quedaste congelada cuando viste a Dick entrenando.

Por lo general fingías que no te importaba nada pero en realidad podías sentir toda esa tensión sexual que había cuando estaban solos.

Bruce le había dicho que te ayudara a entrenar y por supuesto que él aceptó.

En un comienzo el solo se dedicaba a enseñarte, ayudarte y aconsejarte. De vez en cuando bromeaban mientras practicaban.

Pero conforme habían pasado las semanas podías ver en sus ojos una clase de chispa cuando te veía. Y no era el único; tú también lo veías de una forma diferente.

Nunca lo admitirías pero, te gustaba pasar el tiempo con él. Habían veces en las que hacían chistes de doble sentido o incluso terminaban en posiciones explícitas.

No te incomodaba, de hecho, te gustaba. Te gustaba verlo decirte que hacer, era como una pequeña fantasía.

—Oh, hola ___, que bueno que llegas. Debemos de entrenar —dijo terminado de limpiarse el sudor de la frente.

Sin decir nada asentiste y dejaste tus cosas a un lado y te le acercaste.

—Bien, hoy practicaremos tu flexibilidad. Es algo en lo que debes de trabajar más a menudo, recuerda lo qué pasó la última vez con Harley Quinn —comentó.

Tu solo asentiste con la cabeza—. Está bien.

(...)

—No, no, lo estás haciendo mal otra vez —dijo acercándose a ti.

Colocó una mano fuerte entre tus omóplatos y empujó hacia abajo para que tus caderas se estiraran más—. Tienes que bajar más, no estás estirando tu columna lo suficiente.

Sin emitir ningún sonido salvo los ligeros jadeos que soltabas intentaste desesperadamente ignorar la forma en que su bulto se apretaba contra tu trasero

Cerraste los ojos y dejaste que te reacomodara hasta que tus piernas quedaron separadas al ancho de los hombros y medio, las manos presionadas contra la colchoneta debajo de ti y el trasero bien alto.

—Ahí, ¿no es eso mejor? —movió una mano a tu cabello, empujándolo para que tu cuello estuviera en un ángulo más cómodo—, te estás estirando mucho mejor. Estarás en forma en poco tiempo.

Sentías húmeda tu zona intima debido a su atrevimiento pero te era imposible decir o pensar que no lo estabas disfrutando.