Capítulo 17, parte 1

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Me quedo analizando por varios segundos la situación en la que me encuentro, observando con cautela cada detalle en el rostro de esa mujer, Mara D'Liro en persona y por lo visto viva, muy viva

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Me quedo analizando por varios segundos la situación en la que me encuentro, observando con cautela cada detalle en el rostro de esa mujer, Mara D'Liro en persona y por lo visto viva, muy viva. Me pongo de pie, ignorando el caos desatado a unos metros entre Hermes, Eleonor, Fobos y Deimos.

La mujer frente a mi es idéntica a mi madre, obviando el color de ojos y cabello. Sus voces son muy parecidas, pero Mara habla con muchísima más elegancia y lo atribuyo al siglo en el que vivió. Culta, elegante y con gracia en cada gesto, eso puedo ver en el pequeño momento que hemos compartido.

— ¿Cómo te encuentras? — pregunta observando mi cuerpo con cautela, buscando alguna otra herida que no haya visto anteriormente— ¿Te duele alguna parte? ¿Necesitas ayuda médica, disculpa, ayuda mágica? — ríe, arrugando su nariz con ternura.

Niego sintiéndome un poco aturdida por lo que estoy viendo.

— Estoy físicamente bien, creo que Eleonor me curó la herida— confirmo tocando el lugar donde se encontraba el golpe— ¿Cómo estás aquí viva? Moriste hace un siglo...

Hace un gesto de dolor, llevando por medio segundo la mano a su abdomen plano. Mira de reojo la batalla entre los dioses, exactamente el lugar donde se encuentra Hermes.

— Hermes dio su alma por la mía— el nombre del dios sale de forma extraña de sus labios y no puedo diferenciar si es odio o alivio— Si esto termina de buena forma, conservaré mi vida hasta envejecer.

»Hades me imploró por todo un siglo que le permitiera regresar mi alma al mundo de los vivos, pero no acepté porque sé que el trato era "un alma por un alma". Sabía que mi padre sacrificaría la vida de otra persona por regresarme la mía y para mi no era justo, así que nunca se lo permití.

»Al iniciar la guerra, Hermes solicitó verme y acepté. Me regaló la vida que me había quitado, dio su alma por la mía y se lo permití porque él si me lo debía. Me ofreció la inmortalidad, pero no la quise porque quiero experimentar lo que es envejecer y disfrutar realmente la vida. Quiero tener arrugas y canas, reírme de mi padre al ver su rostro joven y obligarlo a llamarme abuela. Quiero vivir de verdad— se encoge de hombros, tratando de disimular una sonrisa, gesto que me recuerda de alguna forma a Lady Di. Luego se asombra llevando una mano a su boca— Me había olvidado por completo que nos encontramos en medio de una batalla. Discúlpame, a veces no controlo todo lo que sale por mi boca.

Me encojo de hombros restándole importancia con un movimiento de manos.

— Te sorprenderías que tan rápido olvidamos la situación en la que nos encontramos— río sacudiendo la tierra de mi armadura. Estiro mi cuello para disminuir la tensión bajo la atenta mirada de mi... ¿Tía? Sí, mi tía— Creo que deberíamos unirnos a la batalla— señalo el lugar justo en el momento que Eleonor sale volando y cae de lleno contra el piso. Hago un gesto de dolor al escuchar el sonido que provoca su caída y sé que es el momento de intervenir.

Las Hijas Del Alba (DDA#3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora