Pov Eleonor:
Siento mi cuerpo pesado como si el peso del mundo cayera sobre él. Me duele la cabeza y una parte de mi cara se encuentra adormecida, pero aún con todo eso me siento poderosa.
Me pongo de pie entre quejidos, sintiendo un dolor punzante en mis costillas. Miro mis brazos donde hay varias heridas cicatrizándose con prisa. Sin embargo, no recuerdo que pudo ocasionarlas y mucho menos que pasó en las últimas horas.
Me sostengo de mi báculo para caminar y en el proceso me encuentro con Angela sentada sobre una roca viendo a un punto muerto del bosque. Sale de su transe cuando me acerco lo suficiente para sentarme a su lado.
— ¡Oh, despertaste! — dice con un tono de sorpresa y dulzura— También desperté hace un rato y cuando te vi inconsciente te improvisé una cama— señala el punto donde me encontraba, ciertamente hay una almohada hecha de hojas y flores con una gran hoja que simula una sábana.
Le sonrío en forma de agradecimiento, haciendo como que ignoro el hecho de que ella sostiene el báculo de la creación en sus manos.
— ¿Recuerdas algo de lo que sucedió? — le pregunto, llevando una mano a mi frente en un intento de recordar lo más mínimo.
Ella se encoge de hombros para luego señalar un punto a nuestras espaldas.
— No estoy segura, pero creo que matamos a Ares y esa amiga tuya de la hermandad estaba. La fastidiosa que terminó siendo buena persona.
— ¿Ginger? — ella asiente en respuesta. Esa información me trae algunas imágenes borrosas que me hacen creer que mi compañera ya no se encuentra con vida.
Me encojo en mi lugar con algo de tristeza.
— ¿Te encuentras bien para caminar? Estamos bastante cerca, creo que puedo sentirlo y mira...— señala un punto en el cielo iluminado— Creo que el portal puede estar por allá.
Asiento con un poco de esperanza instalándose en mi pecho. Me pongo de pie junto a ella para seguir nuestro camino. La observo recoger sus cosas, principalmente un contenedor con agua.
El césped brilla en distintos tonos azules como si estuviera vivo. Las flores de los arboles se iluminan en colores rosa, naranja y amarillo, mientras los arboles de jacaranda se roban toda la atención con su brillo violeta. Me detengo para admirar las criaturas vivas que vuelan con su elegante tono rojizo y las luciérnagas que le dan la chispa al lugar con su verde brillante.
Todo parece vivo y sacado de una película de ficción, hermoso de una manera sublime.
Seguimos caminando y no me pierdo el hecho de que el bosque cobra más vida tras cada paso de Angela, todo detrás de ella parece brillar aún más y podría decir que incluso deja un camino de diminutos y brillantes pétalos blancos.
— Veo que tienes el báculo— no puedo evitar decir luego de unos diez minutos.
— No recuerdo cómo llegó a mí, pero en serio siento que pertenece a mi lado— ríe y para darle veracidad sus palabras el diamante en el arma hace un destello. Asiento, reconociendo que ambos se pertenecen— ¿No me lo quitarás?
ESTÁS LEYENDO
Las Hijas Del Alba (DDA#3)
FantasiLa guerra se alza en el Olimpo, arrastrando su destrucción hasta la tierra, donde Angela y Eleonor, deberán luchar por traer la paz y sobrevivir en el intento. En un mundo consumido por el caos, ellas deberán ser el bote que mantenga la humanidad a...