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por primera vez sus bocas se encontraron en un beso demasiado desordenado, era rápido y parecía que con el pasar del rato aquello les ponía más y más ansiosos por lo que estaban experimentando en ese momento. jeno bajó de sus brazos el cuerpo del menor solo para nuevamente dejar que sus manos recorrieran su cuerpo hasta donde pudieran o hasta donde el le diera permiso, sintiendo como renjun empezaba a aventurar sus manos en el también.

definitivamente ninguno de los dos era virgen, sin embargo, ese instante para ellos se sentía como si estuvieran besando y tocando a alguien por primera vez. el simple roce de sus cuerpos los despertaba como un golpe de adrenalina y cada vez querían más de lo que podían agarrar, pronto ya estaban en la cama del chino y los besos del mayor habían bajado con humedad por su cuello para besarlo mientras lo escuchaba suspirar y sentía como sus delgadas piernas volvían a rodearse en sus caderas para que estuviera recostado casi por completo encima de su cuerpo. a pesar de que lo estaba disfrutando, renjun sentía ese momento como una venganza en contra de su madre y en todo lo que ella le estuvo haciendo los últimos meses en los que más distante se sentía de ese hogar y de lo que quedaba de su familia.

la manera en la que el chino dejó que el mayor lo hiciera suyo en serio fue descontrolada y estuvo cerca de ser preocupante, el coreano estaba usando toda su fuerza en contra de su delgado cuerpo prácticamente haciéndole delirar ahí mismo por el montón de diferentes sentimientos que estaban llegando a él en tan poco tiempo llevándose aquella cara seria que el tenía todo el tiempo. una gran cantidad de cosas estaban demasiado mal en ese mismo momento, como que renjun aún fuera menor de edad, que literalmente se esté dejando follar por el hombre de su madre y que no había forma de que después no doliera todo lo que le estaba haciendo.

pero definitivamente lo peor de todo era que la joven jianing estaba parada en el pasillo escuchando todos aquellos extraños ruidos que salían del cuarto de su hermano, esperando que sus hermanitos no lo entendieran como ella lo hacía. de pronto quería entrar a ese cuarto y arrancar a su hermano de esa cama, tal vez todo eso eran celos o como sea pero estaba demasiado molesta sin lograr comprender esa fea picazón en las palmas de sus pequeñas manos y su plano estómago, fue cuando ya tenía náuseas cuando supo que aquello podría empeorar por lo que solo se metió a su cuarto donde dormían cómodamente sus menores sin imaginarse lo que pasaba por aún ser pequeños. intentó dormir también pero no lo lograba, sus audífonos sonaban fuertísimo en sus orejas y lo único que sentía al tener los ojos cerrados era como lían se recostaba en su pecho para dormir más tranquilo.

cuando la chica finalmente se había dormido, el cuarto de renjun por fin estaba en silencio. ambos jóvenes goteando en sudor, con el pecho bajando y subiendo aún con rapidez y realmente necesitados de un buen vaso de agua. jeno por breves instantes recordó que renjun había llorado en algún momento de su extenso encuentro, tal vez había sido demasiado doloroso para el pero cuando quiso acercarse nuevamente para ver si estaba bien, el menor solo se alejó y con cuidado se sentó en la cama secando el sudor de su rostro y su cuello con su sabana pensando en que debería cambiarla cuando regresara a casa.

— ¿te irás hoy otra vez? ¿quieres que te lleve?

jeno lo sacó de sus pensamientos y el solo asintió encogiéndose en hombros, no había forma de que fuera caminando con ese infernal dolor en el trasero y después de todo iría tarde en la noche, no quería tener que pagar un taxi hasta allá cuando a penas le estaba alcanzado el dinero en esos días.

jeno le sería de mucha ayuda a partir de ahora que ambos tenían algo que esconder y a ambos eso les beneficiaba demasiado. realmente no sabían todo lo que les esperaba ahora.

SORRY, HEART. |NoRen| Donde viven las historias. Descúbrelo ahora