9.

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renjun juntó valor para abrirla, escondiendo su navaja en su espalda pero relajando momentáneamente sus hombros al ver a la muchacha que se había puesto a gritar. ella era alta y tal vez tenía uno o dos años más que el chino, tenía prácticamente la misma estatura que renjun y su rostro era bastante bonito, parecía extranjera y su largo cabello estaba ordenado en dos bolitas, ahora alborotadas por todo el escándalo que había hecho para deshacerse de esos hombres. 

— que bueno que lograste entrar..¿cómo está, jeno? — preguntó ella, intentando mirar hacia el interior del departamento.

jeno al escuchar su voz quiso hasta reír, una vez más esa niña le había ayudado a evitar una casi muerte, el herido se levantó para acercarse al chino en la puerta, dejando que ella lo viera y rápidamente tratando de explicarle cuando obviamente la joven se preocupó empezando a preguntar por la venda que recorría su torso, preocupándose aún más por su bienestar y por saber porqué quedó así.

— tranquila, danielle.

el coreano suspiró correspondiendo al cuidadoso abrazo que ella le daba, levantando después la mirada hacia renjun que estaba perdido en sus pensamientos mirando hacia el pasillo de afuera. el mayor entre los tres cerró la puerta y llevó a ambos extranjeros hacia la sala para buscar la forma correcta de presentarlos.

danielle siempre había sido así y siempre había estado ahí, solía ser muy cercana a la hermana menor de lee jeno, los lee eran una familia muy feliz hasta que la segunda y última hija se suicidó por tanta presión y bullying en la escuela primaria a la que asistían, tanto era que a sus once años ella ya no podía consigo misma. desde entonces danielle se convirtió en la pequeña hermanita de jeno, le seguía a todos lados en la escuela e iba a comer con sus padres casi todos los días, nadie olvidaba ni olvidaría a lee ji-ah, pero los padres de jeno no pudieron aguantarse a recibir en su hogar a danielle, la pequeña niña había sido abandonada hace mucho tiempo y si seguía en la escuela era porque la directora había decidido cuidarla por un tiempo.

jeno amaba a esa chica y daría su vida por ella, quería cuidarla por como no había sido capaz de cuidar a ji-ah. quería que ella estuviera bien y le ardía en el alma pues la joven había decidido seguir sus pasos y ella misma había juntado una mini pandilla de muchachas ex colegialas que la mayor parte del tiempo servían como "black hats" o hackers anónimas para el grupo de jeno, esa fue la condición que le puso el coreano, si la identidad de alguna de ellas fuera descubierta el mismo se encargaría de mandarlas lo más lejos posible.

— ¿huang..renjun? — preguntó danielle inclinando la cabeza, conocía ese nombre de algún lugar. — ¡oh! ¡eres el amigo de na jaemin! íbamos juntos en la escuela antes de que todos sus amigos dejaran sus años, yo estaba terminando cuando eso.

— oh, si.. — renjun asintió, no tenía ni idea de quién era ella pero suponía que si le preguntaba a jaemin el lo sabría, el había tenido muchas "amigas" en la secundaria.

ambos quedaron con la boca abierta cuando jeno les contó lo que hizo para salvar a renjun, danielle explicó que los hombres que habían llegado estaban ahí para ocupar el departamento de jeno en forma de refugio pues otra parte del grupo habían estado generando problemas en otra parte de la ciudad cuando ellos estaban en el barrio, así que ellos no podrían haber venido porque alguien se enteró de lo qué pasó. aún así, cualquier cosa podría pasar y renjun no podía dejar el edicto tampoco. 

por favor dime que estás bien..— la voz de mark le habló a renjun por un mensaje de voz y el rápidamente le contestó que estaba bien pero que algo había surgido durante todo el desastre.

— ¿están preocupados por ti? — preguntó jeno intentando acomodarse en el sofá mientras danielle preparaba un poco de té.

renjun asintió para responderle y dejó su celular a un lado mirando hacia el techo, le costaba pensar en una solución y eso le asustaba. el chico que siempre tenía soluciones para todo ahora tenía la peor de todas sus caras largas y cansadas mientras cuidaba que el coreano no hiciera algún movimiento demasiado brusco.

SORRY, HEART. |NoRen| Donde viven las historias. Descúbrelo ahora