La familia Dunbar estaban sentados escuchando las noticias que el doctor de su único hijo tenía para ellos. No se esperaban recibirlas, Liam había mejorado con creces estos últimos años, había cumplido veinte, cosa que no esperaron llegar a celebrar. Les habían dicho que el cáncer había remitido a un buen ritmo, pero el doctor les estaba comunicando que su leucemia había vuelto y más agresiva que antes. Les había dado un tiempo exacto, no como en veces anteriores. La primera vez con el diagnóstico vino juntamente con un no creemos que no llegue a los veintiuno. Ahora venía con solo tres meses de vida más.
Liam estaba mirando al médico ausente, había entendido perfectamente lo que eso significaba. Y aunque le doliera oír a sus padres llorar y pedir más sesiones de quimio, él quería dejar de luchar, estaba cansado.
- Gracias Dr. Harper.- Dijo Liam levantándose y ajustándose la chaqueta bajo la atenta mirada de sus padres.- Pero no quiero más quimioterapia, dame algo para aguantar estos meses sin dolor.- Dijo sin apartar la mirada del doctor, este le sonrió con pena entendiendo al chico.
- Te daré los calmantes más fuertes, así que es posible que tengas varios efectos secundarios.- Liam se rio apoyándose en la silla mirando con una ceja alzada al médico.
- Me voy a morir qué más da unas ronchas en la piel o un dolor de barriga.- Dijo antes de mirar a sus padres que lo miraban devastados.- Yo... me voy a ir adelantando.- Murmuró con una sonrisa triste antes de guardar sus manos en los bolsillos.- ¿Me cogéis vosotros las pastillas? Llegaré a casa para cenar.- Dijo Liam antes de recibir el asentimiento por parte de ambos padres. El chico se giró y se dirigió a la puerta para irse lejos de ahí.
- Liam, esta noche cenaremos todos juntos.- Dijo la voz entrecortada de su madre. El chico se detuvo en la puerta sin girarse y dejando salir una risa triste.
- Claro, como siempre.- Susurró antes de cerrar la puerta de la consulta.
El chico salió del hospital mientras negaba con suavidad. Tres meses, quince semanas, ciento cinco días. Parecían mucho, pero Liam sabía con seguridad que serían un suspiro. Estaba destrozado, después de celebrar su veinte aniversario tuvo la pequeña esperanza de seguir viviendo un poco más. Pero había derrumbado esa esperanza con una gran bola de demolición.
Liam se detuvo delante del supermercado que había estado observando los últimos meses, sabía que su salida de emergencia compraba ahí cada día a esa hora. Le parecía raro la puntualidad del hombre, pero eso le servía para tenerle localizado siempre. Se apoyó en el coche negro antes de pasar su mano por la cara, sorprendiéndose al ver sangre en su mano, limpió su nariz sintiéndose triste al ver que los sangrados nasales volvían.
- Estás en mi coche.- Dijo una voz grave, Liam se giró recibiendo una mirada sorprendida del hombre de pelo negro y barba, los ojos verdes bajaron a su nariz antes de que el seguro del coche sonara.- Sube.- Dijo sin más, Liam le hizo caso y se subió sin decir nada más.- ¿Qué es? Huele realmente mal.- Liam lo miró sorprendido antes de fruncir su ceño. Había oído las habilidades que tenían los lobos de Beacon Hills, pero no se imaginó que eran tan buenas.
- Leucemia mielógena en estadio IV.- Dijo poniéndose el cinturón mientras el coche salía del aparcamiento.- He escuchado que puedes ayudar a personas como yo.- El hombre se tensó apretando el volante antes de girar hacia un loft con pinta de llevar mucho tiempo abandonado.
- Soy Derek Hale.- Dijo este antes de aparcar. El hombre lo miró antes de salir del coche e ir al maletero para sacar las bolsas.
Liam también salió y se acercó para coger una de las bolsas, Derek se la quitó mirándolo con una mueca que parecía una sonrisa antes de caminar hacia el loft. Liam lo siguió mientras se colocaba bien el gorro, este miró el ascensor antiguo antes de tragar saliva.
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Bring back (Stiam)
FanfictionCuando Liam recibió la noticias que su cáncer había vuelto para quedarse, solo pensó en una cosa: Quiero vivir. Lo que no se espera es todo aquello que su nueva vida y su nueva condición le traerá. Basado en mi O.S 54 y 55 del segundo libro de One-S...