Te lo dije. Te dije que, eventualmente, nos encontraría. Y acá está, brillando como solo él sabe hacerlo. Fijate, se vuelve más radiante cuando te mira a los ojos y contempla tu felicidad. Tenés una sonrisa preciosa, sublime. Puedo perderme en ella si simplemente me dejo llevar. Al fin lo entendemos. Es increíble. Le uíamos, sentíamos miedo. Y aunque en el fondo conocíamos la verdad, continuábamos temiendo a perdernos en meras ilusiones. Está bien, está bien. No tiene ningún sentido reprocharnos. El pasado dio lugar al presente, a este mágico presente que nos permite volar en libertad. La libertad, qué hermosa es la libertad. Y ahora nos transformamos en ella. Yo también experimento esa alegría. Es mutua. Y nuestra. Es tan nuestra.
ESTÁS LEYENDO
El Centeno
PoesíaEstimado lector, Debido que eres un ser muy especial para mi y que te guardo un gran afecto, he decidido enviarte esta invitación para que te acerques a mi hogar cada vez que te sientas motivado a hacerlo. Siempre será un honor recibirte y, además...