chapter 13.

5.6K 619 68
                                    

[ 𝔖. tua ]

LA PELIRROJA ABRIÓ la puerta de su habitación, siendo seguida muy de cerca por el adolescente de traje

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

LA PELIRROJA ABRIÓ la puerta de su habitación, siendo seguida muy de cerca por el adolescente de traje.

—¿Quieres hacer algo mientras esperamos? —cuestionó Alessandra con aburrimiento, tomando asiento a la orilla de su cama.

El pelinegro la miró con una sonrisa.

—¿Tienes algo en mente?

La menor lo pensó, mirando los objetos en su mesita de noche, en especial, aquel tocadiscos que había recibido en su cumpleaños número seis.

—¿A Cinco Hargreeves le gusta bailar?

Se puso de pie, caminando hasta uno de los muebles de la habitación, abrió el cajón superior y de allí sacó varios discos.

—Dejé de coleccionarlos cuando cumplí diecisiete —relató, acercándose a él para que los viera—, las misiones en ese entonces nos tomaban todo el día, así que no tenía tiempo de ir a comprar nada.

El chico los tomó.

—Aquí entre nosotros, ángel —eligió uno al azar, entregándoselo a Alessandra para que lo pusiera, después de todo, ¿en qué le afectaría? no había certeza de que el plan funcionara—, en la Comisión me asignaron una misión en la que tuve que viajar a 1800... y me obligaron a aprender algunos pasos.

Alessandra sonrió.

—Bueno, pues me alegra, porque vas a demostrarme qué aprendiste —colocó el disco, e inmediatamente la música comenzó a sonar.

La chica caminó hacia la puerta, cerrandola; al mismo tiempo que Cinco enarcaba una de sus cejas.

—Es estos últimos días, he notado que te molesta un poco el que tu fachada de hombre serio y sin sentimientos sea expuesta —explicó—, así que supongo que te estoy haciendo un favor.

El pelinegro asintió, parándose de donde estaba para posicionarse enfrente de su chica.

—Admito que odio bailar —confesó él, poniendo una mano en la cintura de la pelirroja y otra entrelazando sus dedos con los de ella—, pero estamos a nada de salvar el mundo o destruirlo, así que lo haré con gusto.

Alessandra colocó su mano restante en el hombro de Cinco, mirándolo divertida.

—Pues empecemos de una vez, o la canción acabará.

—Siempre podemos repetirla otra vez.

El adolescente comenzó a moverse con cierta agilidad por la habitación, impresionando a la menor, quien seguía sus pasos con felicidad.

—Es increíble como después de tanto tiempo tu memoria recuerda todo lo que aprendiste —Cinco le dio una vuelta con lentitud—, la mía es pésima, Marcus siempre estaba conmigo para recordarme las cosas importantes...

SPARROW GIRL, five hargreeves ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora