𝗦𝗚 ☨ CHICA GORRIÓN.
Donde una pelirroja de ojos heterocromicos especiales y superpoderes inimaginables, es condenada a reevivir su adolescencia cuando una misión secreta sale mal.
Sin imaginarse que años después, una familia disfuncional traería c...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
CUANDO KLAUS abrió los ojos, todo a su alrededor estaba borroso; recordaba a su padre golpeándolo con una figurita de madera, y al lado de él...
—¡Pelirroja! —exclamó con preocupación, levantándose lo más rápido que pudo.
A su lado se encontraba la joven, con el cuerpo boca abajo y un enorme charco de sangre la cubría, sus ojos estaban cerrados, y si no estuviera en esas condiciones, muchos pensarían que estaba dormida.
El chico la tomó entre sus brazos, observándola con tristeza.
—Ay no...
—¿Klaus? —era la voz de Diego, venía bajando las escaleras a toda velocidad, mirando aquella escena con sorpresa.
Lila y Viktor salieron del ascensor, deteniéndose inmediatamente al ver a la menor en aquel estado.
—Por Dios, ¿qué le pasó?
Allison corrió hacia ellos, sujetando su brazo vendado.
—Creímos que habías muerto.
—Ojalá. Y hola, por cierto.
Lila se agachó a un lado del cuerpo de la adolescente, retirando el cabello que se había escapado de su coleta y cubría su rostro.
—¿Tú estabas con ella cuando pasó? —interrogó, haciendo una mueca llena de pena.
—Bueno...
—Maldición, Alessandra.
Número Cinco llegó lo más rápido que pudo, quitando a su hermano del camino y arrebatandole el cuerpo de su chica.
Tragó saliva.
—¿Quién lo hizo? —susurró, pero todos pudieron oírlo a la perfección.
—No creo que haya sido el guardián —descartó Diego—. Nosotros matamos a uno.
—También nosotros —Ben se sumó a ellos, observando a su hermana atentamente.
—Ale... —Sloane ya estaba hecha un mar de lagrimas—, no, tú no...
El pelinegro no emitía palabra alguna, la abrazaba como si su vida dependiera de ello; tenía una de sus manos entrelazada con las suyas, y a pesar de lo fría que estaba, no quería soltarla.
