𝗦𝗚 ☨ CHICA GORRIÓN.
Donde una pelirroja de ojos heterocromicos especiales y superpoderes inimaginables, es condenada a reevivir su adolescencia cuando una misión secreta sale mal.
Sin imaginarse que años después, una familia disfuncional traería c...
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LA PELIRROJA JURABA que jamás había odiado tanto una canción en toda su vida.
Llevaban poco tiempo subidos en la Ban, y Baby Shark ya se había repetido por lo menos diez veces en la radio.
—¡Dios! —exclamó Viktor, sentándo en los últimos asientos—. ¿Puedes apagar esa canción?
Diego le pegó al volante, sin molestarse en voltear.
—No puedo. Se trabó.
Se escucharon varios quejidos y suspiros de molestia, pero nadie volvió a emitir palabra.
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Pasaron tres horas, y todos se sentían como una mierda.
Alessandra se había quitado el abrigo debido al sudor que comenzaba a hacerse presente en su cuerpo, y se pegaba en el rostro continuamente al sentir ganas de vomitar.
Ni siquiera se creía capaz de mirar a Cinco, quien se encontraba igual a peor que ella.
—Diego, ¡cambia la canción! —suplicó Luther desde la cajuela, levantando la voz con desesperación.
—¡No puedo!
—Cielos, eso huele a rancio.
La joven frunció el ceño al escuchar a Lila, la cual (y para extrañeza de todos), se mantuvo callada lo que llevaban de viaje.
—¿Qué? —preguntó Klaus tranquilamente—. ¿No te gusta mi kombucha de col rizada, kiwi, zanahoria y repollo? Es buena para el alma, y es genial para los intestinos.
El castaño soltó una ligera arcada, provocando que Alessandra se tapara la nariz, mientras comenzaba a sobar su espalda en círculos, intentando que se le pasara.
—¿Diego? —Cinco negó levemente con la cabeza en dirección a su novia, volteando a la ventana—. Quizá deberías detenerte.
Y con eso, la joven se dio cuenta de que ya no aguantaba más.
