𝐄𝐋 𝐂𝐇𝐈𝐂𝐎 𝐃𝐄 𝐋𝐀𝐒 𝐄𝐒𝐓𝐑𝐄𝐋𝐋𝐀𝐒 [JuanSGuarnizo X Tú]✓

𝟷𝟶

-Dejame ver si entiendo.- exclamó Beto mientras los tres estábamos sentados en mi sala -¿Quieres llevarte a mi mejor amiga a tu ciudad?.-

-Dicho así suena mal.- respondió Juan -Digamos que quiero que ella cumpla su sueño de diseñar y quiero también lo mejor para la nueva edición de mi mercancía, llevamos rato sin sacarla y creo que sería una buena oportunidad para ambos.-

Llevábamos aproximadamente 15 minutos hablando sobre lo mismo, Juan había hecho un comentario respecto a irnos juntos y Beto no lo tomó nada bien

-Ella no puede ir a ningún lado, tiene su vida aquí.- dijo Roberto y en eso tenía razón

-No eres su papá para decir que puede o no puede hacer.- habló Juan y miré de reojo a Beto, frunció el ceño y parecía molesto -Ademas ella debe seguir sus sueños y esta es una gran oportunidad.-

—Ella no quiere ir.— exclamó Roberto

—¿Y tú cómo sabes? Ni siquiera le has preguntado ni ella ha hablado.— dijo Juan —Como siempre tan incompresivo Guadarrama.—

Lo miré sin entender, ¿"Cómo siempre"? No podía decir eso sí apenas lo conocía y se me hacía extraño que supiera hasta el apellido de Roberto

—Voy a mi departamento, volveré cuando no tengas invitados.— me avisó Beto mientras se levantaba, caminaba hacia la salida y salió azotando la puerta

Miré a Juan, parecía algo molesto también, esto había sido raro

—¿Cómo sabes el apellido de Beto?.— pregunté intrigada y su expresión de enojo desapareció

—Por la reunión a la que fuimos, su jefe me lo presentó antes de que llegaras.— respondió y suspiró —Perdón por la situación tan incómoda, no pensé que tú amigo se pusiera así.—

—No te preocupes, aveces es muy explosivo y se molesta con facilidad.— dije —Pero no es mala persona, solo tiene su carácter.—

—Me iré para que él venga a cenar y a charlar contigo, ya es tarde y seguramente Spreen me espere para ir a cenar también.— dijo con una pequeña sonrisa y acarició un poco mi cabello —Ademas siento que ya te molesté estando contigo todo el día.—

Se levantó y me levanté detrás de él para acompañarlo hasta la puerta, aunque no estaba muy lejos

—Mi vuelo sale a las 04:00 pm, ¿puedo venir a verte antes de irme?.— preguntó y sentí como mi corazón se aceleraba, sentía que ni siquiera podía hablar para responder eso así que simplemente asentí —Nos vemos mañana chica hamburguesas.—

Abrió la puerta y se fué, yo sonreí, estos días había sido muy feliz. Entré de nuevo a mi departamento para tomar las cosas que Beto había traído para cenar y las lleve a su departamento, toqué el timbre esperando a que abriera

—Pensé que tardarías más.— exclamó cuando abrió la puerta y me vió —¿No cenaremos en tu departamento?.—

—No, siempre llevas la cena a mi casa y me dejas todo el desastre.— respondí y él me dejó pasar —Es justo que ahora tú tengas que limpiar.—

Escuché como cerró la puerta mientras yo dejaba la comida en su mesa

—¿Realmente te irás?.— preguntó viéndome fijamente

—No.— reí nerviosamente —Sería una locura dejar a mi único amigo para irme a un destino incierto para mí.—

Roberto suspiró y caminó hasta donde estaba yo para tomar mi mano, yo lo miré extrañada

—Me quedé pensando en lo que dijo Juan.— exclamó mirando al suelo —Debes seguir tu sueño y ese siempre fué diseñar, él te está dando la oportunidad de hacerlo.—

—Pero no quiero dejarte.— hablé y él me miró —Por dios, desde que llegaste a esta ciudad hemos sido amigos, desde hace 3 años siempre estamos juntos y gracias a ti nunca me siento sola.—

—Por favor, no digas que no cumplirás tu sueño por mí.— pidió —Dí que no irás porque no quieres pero si dices que no irás por mí me hace sentir como un impedimento en tu carrera.—

—Habrán otras oportunidades Beto.— dije y él soltó mi mano

—No sabes cuánto tiempo pasará antes de tener otra oportunidad como está, además estabas obsesionada con conocer a ese tipo y ahora que puedes seguir tu sueño a su lado ¿me dices que lo rechazarás por no dejarme solo?.— preguntó —Siento que sería egoísta de mi parte retenerte aquí.—

Sentí que se formó un nudo en mi garganta y no podía hablar

—Vé con él, inténtalo.— pidió de nuevo —Si las cosas no salen como esperabas podrás volver y siempre me tendrás aquí.—

—Beto...— sentía que en cualquier momento lloraría

—Si lo que te preocupa es nuestra amistad buscaremos la manera de hacer que no se pierda ningún detalle de lo que tenemos.— exclamó —Podemos hacer videollamadas, llamadas normales, te puedo mandar fotos de lo que esté haciendo diario o incluso podemos viajar para visitar al otro de vez en cuando.—

Sabía que la intención de Roberto era buena pero me dolía el saber que tendría que dejarlo, no quería hacerlo pero tenía razón en que quizás está es la oportunidad que necesitaba y no debía dejarla ir. Empecé a llorar y lo abracé, sin duda era el mejor amigo del mundo.