𝐄𝐋 𝐂𝐇𝐈𝐂𝐎 𝐃𝐄 𝐋𝐀𝐒 𝐄𝐒𝐓𝐑𝐄𝐋𝐋𝐀𝐒 [JuanSGuarnizo X Tú]✓

𝟻𝟹

n/a: como algunos ya saben la duración de esta historia estaba prevista para solo 60 capítulos pero recibí algunos mensajes y comentarios que me pedían alargarla un poco más así que se hará el intento JAJA de antemano gracias por el apoyo, todavía habrá "chico de las estrellas" para rato <3

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Beto se había ido de la casa después de cenar, habían pasado algunas horas y yo estaba recostada en la cama de Juan mientras veía el techo, no quería perder de nuevo a mi mejor amigo y menos recordando lo mucho que nos había costado comunicarnos cuando existía tanta distancia

—¿Sigues despierta?.— la voz adormilada de Juanito hizo que me girara a verlo —¿Qué pasa?.—

—Estoy pensando en lo de Beto.— respondí —No puedo dormir.—

Sentí como Juan se acomodó para abrazarme y de un momento a otro mi cabeza ya estaba sobre su pecho, él acarició mi cabello

—Encontraremos una solución los tres.— murmuró sin dejar de acariciar mi cabello —Pero ahora no podemos, son las 3 am.—

Sabía que ya era tarde, la oscuridad de la habitación y Juan intentando dormir eran lo que me hacían saber que quizás debía intentar dormir también

—Con todo esto se nos olvidó grabar la reacción de Beto a nuestro compromiso.— recordé y escuché una pequeña risa de su parte

—Podemos grabar algo pequeño tu y yo solamente o podemos simplemente dar la noticia en directo, esto no debe ser otra cosa que te preocupe.— indicó y yo hundí mi cara en su pecho

Debía estar tranquila al menos por esta noche, pasaron algunos minutos y Juan había dejado de acariciar mi cabello, supuse que se había quedado dormido, estaba apunto de dormirme también hasta que el ruidoso sonido de mi celular me levantó, lo busqué rápido para contestar

—"¿Hola?".— respondí en susurro para no despertar a Juan

—"Pará, pensé que no me responderías".— esa voz, obviamente era Spreen

—"No revisé quien era antes de responder".— exclamé obvia, no le hubiera respondido si supiera quién era —"Voy a colgar".—

—"No, esperá".— pidió con ese típico acento que lo caracteriza —"Faltan dos semanas para cruzarnos en la velada y no quiero que las cosas sigan así de incómodas entre vos y yo".—

Miré a mi costado y estaba Juan plácidamente dormido, me levanté cuidadosamente para no despertarlo y salí de la habitación, no quería volver a despertarlo.

—"En cada evento donde nos tengamos que cruzar preferiría no hablar contigo".— respondí mientras bajaba las escaleras rumbo a la cocina, aprovecharía para ir por un vaso de agua —"Además ¿Piensas que este es un tema correcto para hablar a estás horas?".—

—"No quería despertarte boluda pero no quería dejar todo este tema para después, quería cortarlo ya".— explicó —"¿Seguís con Juan?".—

—"Si, y más felices que nunca".— respondí mientras veía el anillo que tenía en mi dedo, me gustaba tanto que no me lo quitaba ni para dormir

Escuché una pequeña risa de su parte y por alguna razón provocó mi enojo

—"Como sea, nos veremos en el viaje de la velada, estaré apoyándote durante el combate".— exclamó

—"Está bien, ya déjame dormir".— dije y rápidamente terminé la llamada

O tenía una obsesión conmigo o tenía una obsesión con Juan pero esto ya no era para nada normal.

—¿Quién era?.— preguntó Juan haciendo que me sobresaliente, no había visto en que momento había bajado

—Nadie importante.— respondí, tampoco quería preocuparlo, hace bastante no habíamos sabido nada de Spreen cómo para que reaparezca en nuestras vidas ahora

—¿Estás segura?.— preguntó de nuevo y asentí —Está bien, vamos a dormir ya, tenemos un largo día mañana.—

—¿Por qué?.— pregunté riendo —No es como si hiciéramos algo fuera de lo normal.—

Ambos caminamos para subir las escaleras y volver a la habitación de Juan, nos volvimos a recostar y de repente mi celular volvió a sonar

—¿Qué hace Spreen llamándote tan tarde?.— preguntó al ver la pantalla de mi celular

—Solo quiere molestar, ya sabes.— reí nerviosa —Pondré el celular en silencio para que podamos dormir tranquilos.—

Juan me quitó mi celular y respondió inmediatamente

—Deja de llamar a ______ tan tarde.— escuché que dijo y parecía molesto —Si vuelves a llamar a mi prometida para molestarla y no dejarla dormir verás de lo que soy capaz.—

Y así terminó la llamada, yo lo miré sorprendida, nunca lo había visto tan enojado

—Está bien Juan, ya hay que dormir.— pedí pero él se negó

—Ya no tengo sueño.— exclamó, lo abracé poniendo mi cabeza de nuevo en su pecho —¿Qué haces?.—

—Yo si tengo sueño, ¿Podría mi novio abrazarme para dormir cálida?.— pedí y ví una pequeña sonrisa en su rostro —Por favor.—

—Es imposible estar molesto si te tengo tan cerca.— exclamó abrazándome también

Cerré mis ojos pero no podía dejar de pensar en todo, ¿Cómo había sido posible que aquella amistad que conocí hace más de un año hubiera terminado en esta rivalidad? Era muy lamentable y en cierta parte me hacía sentir culpable.