𝐄𝐋 𝐂𝐇𝐈𝐂𝐎 𝐃𝐄 𝐋𝐀𝐒 𝐄𝐒𝐓𝐑𝐄𝐋𝐋𝐀𝐒 [JuanSGuarnizo X Tú]✓

𝟷𝟹

Por fin el día llegó, estaba en el aeropuerto con Beto esperando a que me dieran la señal para abordar al avión

—¿Llevas todo?.— preguntó por séptima vez —¿Tu ropa, documentos, dinero, laptop, cremas, zapatos y fotos de tu mejor amigo?.—

Reí mientras asentía con la cabeza, sabía que esto sería duro para ambos pero intentabamos tomarlo de la mejor manera posible

—Tengo todo eso y más.— exclamé y él me abrazó fuertemente

—Cuidate mientras estés sola.— pidió y también lo abracé —Si tienes problemas llámame y te ayudaré a volver.—

—Estaré bien, Beto.— intenté tranquilizarlo y él me soltó, solo lo miré

—Disfruta está experiencia, cuéntame cada cosa que hagas.— dijo y asentí —Si alguien te molesta llámame, le romperé la cara.—

Lo abracé de nuevo escuchando cómo por los altavoces del aeropuerto indicaban el número de mi vuelo, debía abordar ya

—Llamame cuando llegues.— pidió besando mi frente y asentí de nuevo, sentía que si hablaba lloraría —Nos vemos pronto ¿si?.—

Por primera vez en tres años no vería a Beto, me había acostumbrado a su presencia diaria, a qué fuera mi apoyo y a nuestras cenas.

—Te voy a extrañar.— exclamé separandome de su abrazo —Debo irme ya.—

Contuve las lágrimas lo más que pude, ambos nos despedimos con nuestras manos y caminé alejándome de él, abordé en el avión y me senté en mi asiento.

"¿Ya abordaste?.".— leí un mensaje de Juan

"Si, ya me estoy arrepintiendo".— mandé

"Ya no puedes hacerlo, solo
disfruta el viaje, es poco más de una
hora, estaré esperándote en el
aeropuerto".— respondió

Juan estaría esperando a que llegara, realmente todo esto estaba avanzando demasiado rápido. Guardé mi celular y miré hacia la ventana, pasaron unos minutos y el avión arrancó

Pasaron aproximadamente 1 hora con 25 minutos, yo realmente no lo disfruté por andar pensando en todo lo que estaba dejando, sentía melancolía y a la vez miedo por no saber que pasaría a partir de ahora. El avión empezó a aterrizar y volví a la realidad, estaba apunto de comenzar a cumplir mi sueño.

Después de algunos minutos bajé del avión y fuí a buscar mis maletas, después de eso saqué mi celular para mandarle un mensaje a Juan

"Ya estoy en el aeropuerto pero no sé
a dónde ir".— escribí

"Mira hacía la izquierda".— respondió
inmediatamente

Guardé mi celular y miré en la dirección que él me dijo, visualicé a un chico con una pequeña cartulina que decia "Chica hamburguesas", reí un poco, tomé mis maletas y caminé hacia donde estaba

—Estuve esperándote mucho tiempo.— dijo y yo sonreí

—Fué un viaje algo largo.— reí mientras él me quitaba mis maletas y se las llevaba, yo empecé a caminar junto a él

—No fué largo, yo he tomado vuelos de hasta 12 horas.— se burló

Seguimos caminando hasta que llegamos al estacionamiento del aeropuerto, él abrió la cajuela de un auto muy lindo, metió mis maletas y la cerró

—Sube, iremos a desayunar algo.— dijo, yo asentí mientras me subía al auto al igual que Juan

—Primero que nada me gustaría ir a dejar mis maletas, estoy un poco cansada.— exclamé y antes de que arrancara me miró

—Sobre eso ocurrió un problema.— habló notablemente nervioso

La semana antes de venir él me había dicho que su equipo me había conseguido un departamento cerca de donde trabajaría, obviamente yo pagaría mis rentas

—Al final no pudimos cerrar el trato con el señor que rentaba el departamento y se lo rentó a alguien más, no pudimos conseguir otro que estuviera cerca.— empezó a explicar

—¿Y entonces? ¿Viviré bajo de un puente?.— pregunté paranoica y él rió un poco

Arrancó por fin el auto y empezó a conducir dejándome con la intriga, le volví a preguntar algunas veces pero parecía ignorame, empezaba a ponerme nerviosa. Pasaron casi 30 minutos y el auto se detuvo, Juan se bajó y ví como abrió la cajuela para empezar a bajar mis maletas

—Lo de vivir bajo un puente era broma, puedo vivir en dónde trabajaré o puedo quedarme en un hotel.— hablé nerviosa mientras me bajaba, él cerró la cajuela y tomó mis hombros

—Vivirás conmigo.— dijo callandome y yo lo miré confundida

¿Vivir con Juan? ¿Eso estaría bien? No dije nada más, ví como sonrió y caminó con mis maletas directo a su casa dejandome confundida

—¿No vendrás?.— preguntó metiendo mis maletas a su casa y entrando

Sonreí y corrí directo a la puerta donde él había entrado, entré también y cerré la puerta, debía aclarar las cosas sobre quedarme aquí o no.

—Te enseñaré el lugar.— dijo cuando por fin dejó mis maletas en la sala

Estaba sorprendida, su casa era enorme a comparación del pequeño departamento que tenía. Me enseñó dónde estaba la cocina, el comedor y la sala, subimos al segundo piso y tenía cuatro habitaciones separadas por un pasillo donde había unos sillones con una televisión, algo así como un cine en casa

—¿Quieres ver dónde hago mis streams?.— preguntó sonriendo

—¡Si!.— grité emocionada y él rió —Perdón, si quiero.— exclamé más tranquila

Caminamos a una habitación que estaba al fondo de dicho pasillo, entramos y sonreí, ¡Estaba en el setup de Juan!

—Este es mi setup, aquí tengo algunos juguetes de colección, el libro troll, mi máquina de videojuegos y muchas cosas más.— sonrió

Yo empecé a ver de cerca todo y toqué el spiderman que tenía ahí, era uno de mis sueños tocarlo.

—Ahora, tengo una sorpresa para tí.— dijo y lo miré confundida —Sigueme.—

Salimos de ahí y abrió la puerta que estaba frente a la de su setup, al ver todo abrí mis ojos emocionada, esto parecía un sueño

—¿Qué te parece?.— preguntó y yo no lo podía creer, la habitación estaba llena de telas, cintas para medir, algunos maniquíes y una máquina para cocer —Este será tu estudio, frente a el mío.—

—Es todo muy lindo.— sonreí —Pero no creo que sea adecuado que viva contigo, se podría malinterpretar.—

—¿Malinterpretar? Seremos algo así como roomies.— aclaró —Hice todo esto para que te sintieras cómoda.—

—Me encanta todo esto pero no quiero evadir tu espacio.— dije y él pareció pensarlo

—Puedes quedarte aquí mientras conseguimos un departamento cerca.— propuso y yo asentí, realmente me parecía una buena idea —¿Aceptas?.—

No tenía nada que pensar, amaba las oportunidades que el destino me estaba dando

—Acepto.— respondí sonriendo y él también sonrió