𝐄𝐋 𝐂𝐇𝐈𝐂𝐎 𝐃𝐄 𝐋𝐀𝐒 𝐄𝐒𝐓𝐑𝐄𝐋𝐋𝐀𝐒 [JuanSGuarnizo X Tú]✓

𝟸

Desperté gracias al ruidoso timbre de mi departamento, miré mi celular para ver la hora 12:49 pm, seguramente sería Beto.
Me levanté, acomodé mi pijama y corrí hasta abrir la puerta, sonreí al verlo pero él parecía molesto

—¡Es tarde!.— exclamó cuando entró y cerró la puerta —Pensé que irías a mi departamento para ayudarme pero como siempre tengo que despertarte.—

—Perdón, no empecemos el día con el pie izquierdo.— pedí —Dejame ver qué tengo para ayudarte.—

Ambos caminamos hasta mi habitación, ahí tenía guardados algunos atuendos que le había diseñado a Roberto, él siempre había sido mi modelo.

—¿Dónde será tu entrevista?.— pregunté sacando una camiseta que le había diseñado —Puedes usar esto.—

Se le aventé en la cara y él se sentó en mi cama para verla a detalle

—Me gusta pero necesito algo un poco más formal.— dijo y pensé un poco —Mi entrevista es en una empresa de videojuegos.—

—Para ese tipo de empresas tampoco debes vestir tan formal.— informé volviendo a buscar algo en mi armario —Tengo la propuesta perfecta.—

Unas horas después de eso Roberto se había marchado vestido adecuadamente, ambos estábamos satisfechos por como se veía

Miré nuevamente la hora 03:29 pm, iba tarde para el trabajo, me alisté con el uniforme de la empresa y salí corriendo de mi departamento

Tomé el primer autobús que ví y rogué para que me llevara lo antes posible a mi destino. Minutos después estaba llegando al muelle donde estaba el restaurante donde trabajaba

—Llegas tarde.— se quejó mi jefe —Te lo descontaré del sueldo.—

—Solo fueron 3 minutos.— exclamé mirando mi reloj pero él ya se había ido ¡Lo odiaba!

No había nada de especial en lo que hacía, era un puesto de comida rápida así como de McDonald's o Burger King pero está marca era mucho menos reconocida, solo había de estás en nuestra ciudad y por esa razón mucha gente venía a comer aquí

Mi horario no era muy largo, era de 4 pm a 9 pm, mi jefe dejaba que Beto me cubriera en mis puestos siempre y cuando hubiera alguien trabajando, cómo era un pequeño local solo tenía un compañero llamado Tomás, él no hablaba mucho conmigo, solo se la pasaba en la cocina haciendo las hamburguesas.

—Aprovecha que no hay gente por atender y sal a repartir propaganda.— ordenó mi jefe mientras dejaba algunos papeles sobre una mesa —No regreses hasta que termines.—

Sonreí hipocritamente y fuí por aquellos papeles para después salir de la tienda a dárselos a la gente que pasaba. Odiaba mi trabajo pero sabía que tenía que seguir aquí hasta poder ahorrar lo suficiente para poner mi propio negocio, además también tenía cosas buenas.

—¿Ya probaste las nuevas hamburguesas?....— preguntaba a cada persona que pasaba pero todos parecían ignorame

¿Cómo podría terminar de repartir todo esto? La gente pasaba sin siquiera mirarme, obviamente no tomarían la propaganda, sería como cargar con basura. El sol empezaba a quemarme, me giré un poco y desde la ventana pude ver a mi jefe negando con la cabeza, realmente no me dejaría entrar hasta ver mis manos vacías

A lo lejos pude visualizar una multitud de gente, ahí estaba mi oportunidad de darles toda la propaganda y de enterarme que estaba pasando, caminé rápidamente para llegar ahí, empecé a darles un papel a todas las personas a las que ví, eran demasiadas.

Una chica que estaba ahí me empujó por accidente haciendo que tirara todos mis papeles, me apresuré a recogerlos porque si mi jefe salía a buscarme esto sería causa para que bajara más mi salario

—¿Nuevas hamburguesas estilo hawaiano?.— preguntó alguien pero yo seguía juntando mis papeles

—Si, así como la pizza.— respondí apilando todas las propagandas —Ademas de la carne lleva jamón, queso, piña...—

Levanté mi mirada y no lo podía creer, ¿Que hacía él aquí? ¿Cómo era esto posible?

—Suena interesante.— dijo leyendo uno de los papeles que había caído —Guardaré esto para ir a comer después.—

—Tú eres...— ¡Era Juan! El chico que tanto había soñado con conocer

Él parecía verme confundido pero una idea cruzó por mi cabeza ¿y si pensaba que era una fanática loca?, además estaba con el uniforme de trabajo y muy sudada, era una condición horrible para conocer al chico de tus sueños

—¿Soy?.— preguntó al ver que no pude completar mi frase

—Creo que te confundí.— sonreí nerviosamente —Debo volver al trabajo, necesito repartir todo esto.—

—No te interrumpo más.— sonrió y se despidió con su mano

Me alejé de él sintiendo que en cualquier momento mis piernas colapsarian, Beto se moriría cuando se lo contara.