Capítulo 3

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Aquí estamos de vuelta! Y ya saben, déjenme sus votos, lo agradezco muchísimo y me motiva a seguir :)
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POV Narradora

-Que tenga un buen día jefa-dijo tomando su sobre de paga.

-Igual Angelique, nos vemos el lunes.

La rubia sonrió para después salir de la oficina.

Rápidamente un castaño entró y tomó asiento.

-Oye que yo me acuerde tocamos la puerta antes de entrar.

-Tocamos la puerta antes de entrar-repitió con burla.

Dulce rodó los ojos.

-¿Vamos al bar hoy?-preguntó Christopher.

-No puedo, tengo una cena con los padres de Sabrina.

-Ugh que horror.

Dulce suspiró.

-Me siento rara.

-¿Como?

-No se, como que me pesa el estómago. Como que algo me viene. Siento náuseas.

-No me digas que vas a vomitar porque si me vomitas
encima te juro que dejo de ser tu amigo.

La pelirroja rió.

-No, no voy a vomitar, pero no me siento bien.

-De seguro la Sabrina está causando tu malestar así que déjala.

-¡Mi amor!-se oyó desde el pasillo.

-Hablando de la pesadilla con patas...-dijo Christopher.

Dulce le dio una mirada fulminante.

La castaña entró por la puerta y fue directamente a sentarse en el regazo de la pelirroja y dejó un tierno beso en sus labios. 

-¿Como te fue?-preguntó.

-Bien, ya sabes cómo es-contestó apoyándola de la cintura.

Christopher carraspeó.

-Ah, hola Christopher.

El hombre enarcó una ceja.

-Hola-contestó secamente.

Volvió su mirada a Dulce y acarició su pelo.

-¿Nos vamos?

-Claro mi amor-contestó.

Amabas se pararon y fueron hacia la puerta.

-¡Espera! ¿Y el proyecto?

-¡Solo empiézalo sin mi!

La pareja salió dejando al castaño solo. Llegaron al auto de la pelirroja y se pusieron en marcha hacia el restaurante.

El celular de Sabrina sonó con mensaje y luego otro y otro. El calor de su cuerpo subía y necesitaba bajarlo.

-Entra a este estacionamiento-dijo dejando su celular de lado.

-¿Por qué?-preguntó Dulce confundida.

Sabrina puso su mano sobre el cinturón de la pelirroja deshaciéndose de este.

-¿Qué haces?-preguntó entre dientes.

-Solo hazlo.

La pelirroja la miró y luego entró al estacionamiento.

Mientras estacionaba su auto Sabrina siguió con sus manos inquietas ya deshaciéndose de el botón y la cremallera.

Sabrina beso a la pelirroja ya comenzando a tocarla.

La Madre De Mi HijaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora