La Madre De Mi Hija

Capítulo 18

POV Narradora

Después de un cumpleaños tranquilo Dulce había puesto su plan en acción. Por fin le pediría a la rubia que fuera su novia.

Era un poco difícil decorar con Anahí en casa y más sumado con los lloriqueos de Paula. Estaba corriendo de lado a lado manteniendo a Anahí lejos de la habitación principal.

Sabía que a la rubia le encantaban los gestos románticos. Los ramos de rosas, los pétalos, las velas, los globos, todo.

La habitación principal estaba llena de esas cosas. También había conseguido un anillo de promesa, uno con diamantes envolviendo a un solecito. También compró uno a juego para ella de una luna.

En los ojos de Dulce todo estaba listo.

Salió a la sala donde Anahí la miraba sospechosamente.

-¿Qué tramas?-la miró con ojos entrecerrados.

-Ya verás-se acercó.

Anahí la seguía mirando con los ojos entrecerrados. Su pelirroja estaba actuando demasiado raro.

-¿Está dormida?-preguntó viendo a Paula en los brazos de la rubia.

-En eso está-contestó.

-Dámela, yo la arrullo.

La rubia enarcó una ceja.

-Si yo no puedo, ¿por qué tú si?

-Any, con estos cojines que tengo por tetas, claro que la puedo dormir.

Anahí se rió.

-Okay, con eso no te puedo pelear-dijo dándole la bebé con mucho cuidado.

Y así como fue de esperar, Paula se durmió en poco minutos en los brazos de Dulce.

-Esto nos da unas horas.

-¿Horas para qué?

-Va verás. Ven-pidió.

Dulce comenzó a subir las escaleras y Anahí la siguió, un poco dudosa, pero lo hizo.

Dulce dejó a Paula en su cuna en su cuarto y caminó hacia la puerta del cuarto principal.

-Después de ti-sonrió la pelirroja.

Anahí enarcó una ceja pero abrió la puerta.

Un jadeo se escapó de su boca al ver la habitación.

-Dul... ¿qué es esto? Tu...-tartamudeo.

-Sorpresa-la abrazó por la espalda.

Anahí volteó en los brazos de la pelirroja.

-¿Por qué? ¿Qué es esto?

-Bueno primero que nada se que no nos hemos conocido por mucho tiempo pero lo que me sucede contigo es algo que solo se siente una vez. Eres hermosa por dentro y por fuera y cada día te adoro más. Te metiste en este corazón de hierro, este que había cerrado hace tiempo. Se que buscabas algo más conmigo y quiero dártelo. Quiero entregarme a ti al cien. Que seas mía y yo tuya. Tu y nuestra hija se han convertido en mi vida y no pienso soltarlas-se sinceró.

Tomó las mejillas de la rubia la cual la miraba con los ojos cristalizados.

-Te amo Any y no soporto que no seas mi mujer.

Se separó y sacó la cajita con el anillo.

-Así que hoy te pido-abrió la cajita. -Anahí, ¿quieres ser mi novia?

La sonrisa de la rubia solo se hacía más grande con cada palabra que salía de la pelirroja. Por fin podía caminar de su mano.

-¡Claro que quiero ser tu novia!-exclamó felizmente abrazando a la pelirroja.