Capítulo 14

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Estamos de vuelta :)

Ya saben, déjenme sus comentarios y sus votos, se lo agradecería mucho:)

Si hay algún error, lo arreglaré después.
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POV Anahí

El frío me estaba consumiendo. Sentía todo congelado. De mis manos hasta mis pies, todo estaba echo hielo. Tenía que moverme, tenía que buscar calor porque esta cobija no estaba haciendo nada.

Tal vez dormir sin ropa no era buena idea, pero cuando me acosté no estaba tan frío. El calor de Dulce me rodeaba.

El calor de Dulce...

Moví la mano sobre la cama y no la sentí. Abrí los ojos y no la vi.

Con razón estaba tan frío.

¿Se fue?

-Y pensar que le creí cuando dijo que no era un polvo-susurré para mi misma sintiendo mi corazón encogerse.

Ayer era lo que necesitaba para confirmar todo. Estoy enamorada de ella.

Y hoy confirmé algo nuevo, la odio.

Me levanté de la cama, fui al baño y rápidamente me metí a la ducha.

Tenía que sacarme su olor de encima, sus besos de mi piel, su esencia de adentro, tenía que deshacerme de todo.

Cuando termine, busqué una pijama cómoda y cálida y me la puse.

Salí hacia la cocina y como ha de esperar, todo estaba apagado y su abrigo y sus zapatos no estaban.

-Dices cosas y luego te das vuelta para hacer esas cosas que te enojarían-dije al aire.

Dios Dulce... no era mi intención dañar nuestra amistad. Quizás nos pasamos de la raya, pero ¿qué le puedo hacer? Sabía que esto iba pasar, ya es muy tarde para virar. Mande al carajo la amistad, quería que me desvistiera. Lo hizo y ahora no está.

Tal vez no me convenía pero con ella me fui a mil y ahora estoy en un hoyo del que no podré salir porque este corazón ya le pertenece.

Fui hacia la sala y tome asiento.

Eché mi cabeza atrás y suspiré.

¿Donde se habrá ido y por qué tan temprano?

El reloj apenas daba las ocho de la mañana y yo no se si ella pero yo sigo cansada por lo de ayer.

De repente oí unos golpes desde afuera en el balcón que me hicieron saltar en mi lugar. Unos momentos después para mi sorpresa Dulce entró por la puerta abrigada y cubierta con copas de nieve.

-Uyy, no quiero volver a salir nunca-dijo quitándose el abrigo.

Se quitó los zapatos y el resto su ropa de afuera revelando su nariz y sus cachetes rosados.

Hizo todo bajo mi antena mirada.

-¿Qué?-preguntó al notar mi mirada.

-Pensé que te habías ido-admití.

-¿Quieres que me vaya?-enarcó una ceja.

-¡No! Solo...-aclaré mi garganta. - No te vi cuando me desperté y pensé que te fuiste.

-¿Por qué mi iría? Paso más tiempo aquí que en mi propia casa-se rió.

-Bueno esta también es tu casa.

-Si lo dices-sonrió.

Le di un suave golpe en la pierna.

Ella se acercó a mi y descansó su cabeza sobre mi hombro.

La Madre De Mi HijaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora