Cap. 9

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La mansión Malfoy siempre fué un lugar alegre. Siempre tenía sus colores vivos, pero cuando los mortífagos decidieron utilizarla como guarida y lugar de reuniones todo cambió.
Los mortífagos empezaron a adueñarse de la casa, y aquel lugar al que alguna vez pudo haber llamado hogar, ahora solamente era un rastro de lo que alguna vez fue su hogar.
Cuando recibió la marca tenebrosa no fue su mejor momento. En ese instante, en el momento en le que la varita del Lord tocó su piel, supo que nada sería como antes.

Cuando estaba en un vagón del expreso se sentía feliz, o al menos eso era lo que quería aparentar y lo que quería creerse. Pero parte de su seguridad de que todo estaría bien se esfumó cuando al lado de la ventana de la puerta del vagón vio a cierto pelirrojo... uno al que por su salud mental no quería ver.

Cada semana su madre le envía una carta contándole todo lo que pasaba por la mansión, y cada semana el le respondía con una carta contándole como iba con la reparación del armario. Sabía que esa carta, antes de que su madre la leyera Voldemort la leía primero, por eso dejó de mandarle cartas con una respuesta, y Narcissa entendía todo.

Cada día sentía que no podía más con su vida. Esa sensación de vacío y soledad lo estaba matando, tener la presión de que por tu culpa, mortífagos entrarán en hogwarts para hacer vete tu a saber que.... Todos los días tenía la misma rutina, cada vez su rutina de sueño se acordaba más, y por ende, los días pasaban más lentos y más aburridos.
Eso no era sano, claro que no. El lo sabía y lo entendía, pero aún se negaba a aceptar que no necesitaba ayuda.

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Son la una de la mañana, perdón si el capítulo no es lo suficiente bueno o no es como os lo esperabais.

Nos vemos en el próximo capitulo.

Bye <3

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