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La puerta se cerró con un clic cuando tú y Robin se adentraron en su habitación.
Acababan de regresar de una de las fiestas de Steve y estabas bastante borracha, todavía tibia por el alcohol en tu sistema. Robin insistió en que vinieras a la fiesta, e incluso te sobornó con una pijamada después, aunque estás bastante segura de que la única razón por la que quería tener una pijamada era para poder hablar con entusiasmo sobre la persona que le gustaba, por quién te abandonó en la fiesta.
"¿Viste a Vickie esta noche?" Robin reflexionó soñadoramente mientras se dejaba caer hacia atrás en su cama, "Se veía tan bonita de azul. Creo que realmente resaltó sus ojos".
Miraste tu propio vestido, del mismo color que el de Vickie, pero Robin no pareció darse cuenta. Parecía que nunca se fijaba en ti, al menos no de la forma en que tú querías que lo hiciera. Siempre hubo alguien más, fue Tammy Thompson por un tiempo, pero ahora era Vickie y este enamoramiento era aún más insoportable que el anterior, ya que consumía aún más a Robin. Siempre la escuchaste hablar sobre sus amores y, por mucho que te hundiera el corazón, te has vuelto bastante bueno en eso. Era especialmente habladora con algo de alcohol en su sistema, y su tema de conversación solía ser Vickie.
Ella no esperó a que respondieras antes de continuar, "Me invitó a una fiesta que ella y algunos otros chicos de la banda están organizando el próximo fin de semana", se sentó y tomó tus manos entre las suyas.
"Deberías venir conmigo. Ya sabes, como mi acompañante", se rió, moviendo tus manos unidas de un lado a otro.
Te burlas ligeramente y sacudes la cabeza. No fuiste invitada y estabas segura de que Vickie no estaría encantada si aparecías,en base a las miradas que te lanzo antes de que robara a Robin de tu grupo en la fiesta.
"Yo no fui la que fue invitada, tonta", logras una sonrisa poco entusiasta y te separas de sus manos para recoger tus pijamas de tu bolsa de viaje. "Ella está totalmente interesada en ti, Rob", sentiste que tu corazón se encogía ante tus propias palabras, "No necesitas una acompañante".
Cruzó la habitación y se paró a tu lado mientras buscabas en tu bolso, "Vamos, ___. Todos en Hawkins High saben que somos un paquete", se rió levemente, "Creo que incluso los administradores tienen demasiado miedo de ponernos en diferentes clases. Si estoy invitada, estás invitada".
Encontraste tus pantalones cortos de pijama azul y la camiseta de gran tamaño que empacaste para dormir y miraste a tu mejor amiga, que estaba de pie a tu lado sonriendo y prácticamente zumbando de emoción.
Suspiraste, sabiendo que preferirías pasar por el dolor que arruinar la felicidad de Robin.
"¿A qué hora es la fiesta?"
****
El próximo sábado, tú, Robin y Steve llegaron a la casa de Vickie. Robin había estado divagando ansiosamente sobre todo lo que podía salir mal y preguntando cómo se veía cada cinco minutos. Estabas más nerviosa que Robin si eso fuera posible. Esta sería la primera fiesta a la que tú y Robin asistieran sin Steve y si Robin te abandonara (como anticipaste que lo haría), esta vez, te quedarías realmente sola.
"Diviértanse, señoritas", Steve saludó mientras usted y Robin salían del auto "Llámenme cuando estén listas para irse a casa. No quiero que caminen a casa o se suban al auto con nadie en esta fiesta".
Robin se rió, "Está bien, seguro mamá".
Asomaste la cabeza por la ventanilla del coche y miraste a Steve suplicante: "¿Estás seguro de que no puedes entrar? Aunque sea por un rato." Te miró con aire de disculpa, a sabiendas, y negó con la cabeza: "No puedo. Mañana tengo que trabajar temprano."
Asentiste solemnemente antes de darle una sonrisa débil y un pequeño saludo con la mano y unirte a Robin para entrar a la casa frente a ti. Tan pronto como entraste por la puerta, te encontraste con la vista de cuerpos sobre cuerpos, luces intermitentes y el olor a alcohol.
Robin te llevo a la cocina para prepararte una bebida y, ni un minuto después, Vickie emerge de la multitud con una copa en la mano. Ella mira más allá de ti a Robin y se interpone entre ustedes, tomando a Robin de la mano y llevándola a la sala de estar.
"Oye, eh, vuelvo enseguida. ¡No vayas a ningún lado!" La rubia te lo dijo antes de que Vickie la jale, dejando un cóctel a medio mezclar en el mostrador.
Permaneciste en la cocina durante al menos una hora, disfrutando del ponche y los cócteles mientras esperabas que Robin regresara. Otra hora más tarde, saliste a la sala de estar, justo a tiempo para ver a Robin y Vickie subir las escaleras, sus labios se conectaron y entraron en lo que supusiste que era el dormitorio de Vickie. Corriste de regreso a la cocina mientras luchabas contra las lágrimas y marcaste el número de Steve en el teléfono que colgaba en la pared de la cocina.
"Estoy lista para irme a casa ahora", te ahogaste cuando Steve contestó el teléfono.
Entonces te enfrentaste a la realidad de que estabas condenada a amar a Robin desde lejos.
