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Como la mayoría de las parejas en Hawkins, Robin y tu tenían una cita en la feria. Fue su primera cita en un espacio público y fue emocionante. No podían actuar como una pareja completa porque había demasiados riesgos de que las llamaran con palabras homofóbicas, pero podías ganarte unos premios con tu novia y robarle unos besos en el cuarto de los espejos.
"Siempre quise tener un beso encima de la rueda de la fortuna", confesó Robin mientras caminabas después de comprar algodón de azúcar. Sus labios tendrán un sabor tan dulce.
Tomó un trozo con los dedos pegajosos y se lo metió en la boca. "Sé que es un cliché justo y más cursi que romántico, pero-"
Tragaste saliva y comenzaste a sentirte sudorosa. La rueda de la fortuna fue la atracción más alta de la feria y, en tu opinión, la más aterradora. Desde que puedes recordar, siempre has odiado ese viaje con pasión. No había ningún trauma pasado relacionado con ello. Era tan alto y aterrador. ¿Qué pasa si la barra de seguridad falla y te caes de la cabina? Tu mueres. Brutal, ¿verdad?.
Diez minutos más tarde, un empleado abrió la cabina y Robin y tu entraron. Cuando el viaje cobró vida, no pudiste evitar jadear. El chirrido de la atracción mientras subía sonaba inseguro. ¿Cómo la gente sube a la rueda de la fortuna y se siente segura? Si te movías aunque sea un poco, toda la cabina se movía.
A tu lado, Robin sostenía el gato rosa que orgullosamente habías ganado apuntando a los globos con un dardo y sonriendo, aparentemente pasándolo muy bien, que era todo lo que importaba. Tú, en cambio, y tu miedo a las alturas lo estabais pasando fatal.
La rueda de la fortuna se detuvo abruptamente, lo que provocó que las cabinas de pasajeros se detuvieran. Te agarraste a la barra de seguridad de enfrente, un poco asustada. ¿Que demonios?
Al darse cuenta de tu confusión, Robin te explicó que la gente se subía a la atracción. Miraste hacia abajo, tratando de ver a las personas subiendo al vehículo, pero resultó ser una mala idea ya que comenzaste a sentirte mareada.
"Nena, ¿estás bien?" preguntó Robin, notando que tus ojos estaban cerrados.
Negaste con la cabeza. "Yo... realmente no me gusta la altura".
"Entonces, ¿por qué subiste al paseo?" Robin tomó tu mano, sosteniendo su peluche contra su pecho con la otra.
"Porque quería que tuvieras tu beso encima de la rueda de la fortuna".
"Sí, pero no tenías que obligarte a subir solo porque quería besarte en la parte superior de la rueda de la fortuna. Entiendo el miedo, ¿sabes? Yo mismo tengo un miedo profundo a la rabia"
Abriste los ojos, mirando a la chica que estaba a tu lado. "¿De verdad estás comparando mi miedo a las alturas con tu miedo a la rabia?"
El miedo de Robin a la rabia era una de las cosas más peculiares que te gustaban de ella. Era tan poco común y aleatorio que era lindo. Robin se encogió de hombros. ''El miedo es el miedo.''
'' Sí, pero es más probable que me vea obligada a enfrentarme a las alturas que a la rabia. Seamos realistas. Nunca tocas animales salvajes. Solo puede contraer la rabia cuando se introduce saliva infecciosa en el cuerpo, generalmente a través de la mordedura de un animal infectado. Las transmisiones de rabia por otros tipos de exposiciones son extremadamente raras.''
"Por eso no te dejé tocar la ardilla en el parque".
''Esa ardilla no tenía rabia-''
''Tal vez lo tiene. No puedes saber-'' Robin se interrumpió, sus ojos azules se iluminaron al darse cuenta de que llegaste a la cima del paseo. ''¡Vaya! ¡Mira, estamos en la cima! ¿Crees que podemos ver mi casa desde aquí?''
