𝐍𝐀𝐍𝐀𝐌𝐈 𝐊𝐄𝐍𝐓𝐎 𝐘𝐀𝐍𝐃𝐄𝐑𝐄//𝐇𝐞𝐚𝐝𝐜𝐚𝐧𝐨𝐬 𝐲 𝐨𝐧𝐞-𝐬𝐡𝐨𝐭𝐬

13

Nanami estaba bien, su vida estaba bien, bien económicamente, aparentemente también mentalmente pero aún así, algo faltaba.

Después de unos años de ser un maldito asalariado, Nanami finalmente puede retirarse. Antes, como siempre soñó, sus gastos no eran algo por lo que preocuparse, no tenía ningún problema... tal vez uno, ¿cuál es el punto de ser propietario de una casa sin nadie a quien importarle?

Era un día soleado en la playa, los niños jugando le molestaban.

—¿Por qué no puede ser mi hijo corriendo feliz?.

Ah, sí, ese era el problema. Nanami pensó, pensó mucho en adoptar un niño, pero ponte de su parte, eso no sería suficiente. Así que te vio, no parecías la persona más radiante de esa playa, pero la pequeña sonrisa que le diste mientras hablabas con un amigo fue suficiente para atraer a Nanami.

 El bikini envolvía tu gordito cuerpo de una manera magnífica, parecía una de esas escenas de una película donde la chica caliente sale del agua, pero solo estabas tú, sentada y pareciendo que ni siquiera estabas en esa realidad.

Intentó acercarse a ti, invitarte a salir, pero aparentemente no estaba interesado, temeroso de amar o algo así, en realidad no prestó atención a lo que dijiste después del rechazo, solo hizo una reverencia y se fue con una petición de disculpas en voz baja. 

Mira, Nanami es un hombre cansado, realmente no tiene tiempo para la parte de la conquista, especialmente si eres la única persona que despierta su interés en mucho tiempo. Si no te conociera bien, lo sabría mal.

Ya no se arrepiente de las cenas a las que la empresa lo obligaba a ir, donde lo obligaban a formar alianzas, conseguir contactos. Más aún ahora que uno de estos contactos ha hecho aún más fácil saber de ti.

Nombre completo, edad, nacimiento, país de origen, altura, peso. Nanami sabía todo lo que necesitaba sobre ti, también sabía dónde trabajabas, era solo cuestión de tiempo antes de que apareciera en su trabajo.

Una pequeña panadería, ¿podrías ser más perfecta? Pidió un café inicialmente, se sentó en el mostrador para intentar continuar una conversación contigo, al principio no funcionó, pero después de la quinta vez que aparece en tu trabajo parece que te has acostumbrado a él.

Finalmente te pidió tu número.

—Nanami, eres agradable y todo eso, pero en realidad no estoy buscando una relación. Lo siento.

Oh, está bien, tendría que ser malo.

Saltando algunas páginas, todo lo que sabías era que ahora estabas atrapada con este hombre que pensabas que estaba loco.

—Cariño, ¿qué te gustaría para el almuerzo hm? ¿Podría hacer tu comida favorita si me respondes, o prefieres seguir comiendo cosas horribles?.

Fue así hace dos meses, al menos pensaste, he estado tanto tiempo en esa casa que ya no tenías sentido del tiempo, y entre nosotros, tu memoria nunca fue buena.

—Podrías dejar de hacer travesuras y responderme, ¿no crees? No te matare?.

Su voz daba vueltas en tu cabeza, ya no entendías nada, tu visión vacilaba y de la nada parecía que habías dejado de existir. Fue agradable estar así por un tiempo tal vez, fuera de problemas, lejos del hombre que te secuestró. Pero claro, nunca dura mucho.

—al vez deberíamos buscar alguna manera de cuidar tu disociación. Oh, has vuelto, ¿estás bien querida?.

Por favor deja de fingir que está bien, por favor deja de tratarme bien, al menos merezco esto, por favor déjame volver a mi vida mediocre, me secuestraste, no quiero amarte.

 —a..a.gua, por favor.

El corazón de Nanami podría estallar de alegría, ¡tú le hablaste! No era mucho, pero era algo. Ese era el plan, acercarme a ti, hacerte creer que por fin merecías amor. Él te conocía, conocía tu salud mental, sabía que eras una persona no amada, que creciste sin el cariño de padres o amantes, solo necesitaba colmarte de amor, te rendirías pronto, solo era cuestión de tiempo, pronto serías su amor perfecto.