𝐍𝐀𝐍𝐀𝐌𝐈 𝐊𝐄𝐍𝐓𝐎 𝐘𝐀𝐍𝐃𝐄𝐑𝐄//𝐇𝐞𝐚𝐝𝐜𝐚𝐧𝐨𝐬 𝐲 𝐨𝐧𝐞-𝐬𝐡𝐨𝐭𝐬

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—¿asi que?—𝐍𝐀𝐍𝐀𝐌𝐈 preguntó mientras levantaba una ceja, mirando tu cuerpo desnudo encima de él, brillante por el sudor y temblando de desesperación.

Gimoteas, tus muslos tiemblan cuando sientes su polla latiendo dentro de ti, tratas de mover tus caderas para hacer que golpee de nuevo tu punto g pero estás temblando demasiado, tu cuerpo sacudiéndose de necesidad y abrumada por el placer. Sentiste sus grandes manos agarrando tus caderas, obligándote a quedarte quieta, su polla enterrada dentro de tu cálido coño.

—Estabas mucho más habladora cuando me enviaste un mensaje de texto hace unas horas, bebé—dijo suavemente, levantando su mano derecha para acariciar tu mejilla, rozando su pulgar en tu labio inferior, empujando un poco contra tu labio carnoso para que abriera la boca.

sonrió cuando obedientemente abriste la boca, chupándote el pulgar mientras tratabas de pensar en algo más que el dolor entre tus piernas. tus ojos se ponen en blanco cuando sientes que se mueve un poco, tus manos se aferran inmediatamente a su pecho mientras sisea entre dientes, sintiendo que te aprietas a su alrededor.

—Vamos amor, dime otra vez lo que estabas preguntando desesperadamente por teléfono dime lo que quieres y te lo daré—quitando el pulgar de tu boca, pone sus manos en tus nalgas, separándolas, haciéndote gemir en voz alta. con labios temblorosos trataste de reunir unos cuantos pensamientos coherentes, bajando los ojos para mirar a nanami, mirándote con intensidad.

—por favor, quiero estar embarazada... quiero sentir tu semen en mi coño...—tu voz salió como un gemido, débil y temblorosa y nanami sonriódando un último apretón a tu trasero, pone una de sus manos detrás de tu espalda, empujándote contra él. te dejas caer dócilmente sobre su pecho, con la cabeza enterrada en el hueco de su cuello, su corto cabello rubio haciéndote cosquillas en la cara. Nanami ama tenerte así, tan cerca, tan entrecortado, tan débil para él. no está enojado contigo por enviarle mensajes cachondos mientras estaba en el trabajo, en lo más mínimo, pero quería escucharte decirlo en voz alta.

—buena niña.—susurró en tu oído, acariciando suavemente tu cabello antes de colocar ambas manos en tus caderas el primer golpe te hace ver ya las estrellas, sintiendo que finalmente se mueve después de toda esta espera, te sientes alejándote de la realidad, siendo su polla lo único que tienes en mente, lo único que importa. Empujándote a un ritmo rápido, no pasa mucho tiempo hasta que te deshaces sobre él mientras él dispara su líquido blanco dentro de ti, goteando lentamente de tu coño, dejándote temblando y gimiendo.