Piano - 08

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Deslizó sus dedos alrededor del marco de fotos que había en esa casa, imágenes antiguas de lo que cree ser el anterior dueño con su familia, se veían felices

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Deslizó sus dedos alrededor del marco de fotos que había en esa casa, imágenes antiguas de lo que cree ser el anterior dueño con su familia, se veían felices... Aún en su ensoñación, despegó su cuerpo del muro donde se apoyaba y empezó con sus lentos pasos a lo largo de la gran habitación donde supuestamente dormía.

Y digo "supuestamente", pues se pasaba las noches pensando en los posibles sucesos que podría ocasionar cada uno de sus movimientos, pensando en su vida antes de todo esto, en su familia y como había sido tan mal hermano que ni siquiera pudo proteger a Carlo.

Pensando en aquel chico que le suplico que sea su verdugo... el simple hecho de imaginarlo le hacía sentir una presión en el pecho y la falta de oxígeno llegando a sus pulmones, no podía olvidar el sonido de las olas retumbando en la lancha donde había transportado el cuerpo sin vida del agente.

Recordar su rostro inundado en lágrimas pero manteniendo una sonrisa al ser apuntado con el arma de fuego que sostenía tembloroso en sus manos, el oír el disparo, o más bien... disparos...

Disparos...

Disparos que le hacían gritar en la noche pues solían retumbar en sus recuerdos, como si alguien le estuviera gritando su destino en el oído. Y esos mismos gritos eran callados por alguna almohada o sabana de su alrededor pasando desapercibidos en la silenciosa noche.

Sacudió su cabeza quitando todos esos pensamientos de su mente, no había detenido su andar en ningún momento, es más, inconscientemente llevó su cuerpo delante de él gran instrumento decorativo de la sala principal... un piano...

Se notaba rústico, pasaba las yemas de sus dedos por la antigua madera dejando que pequeñas astillas rozaran su piel sin llegar a perforarla, las teclas continuaban sonando con tal delicadeza cuando las presionaba con sus dedos.

Él nunca había sido una persona que disfrutara de practicar ese instrumento, no como su hermano, todavía recordaba la delicadeza con la que el pequeño Gambino posaba sus manos sobre las teclas para que, en ágiles y elegantes movimientos, deleitara a todos con sus melodías piezas.

Se sentó en el banquillo enfrente del piano posando sus manos encima de este sin llegar a producir sonido algunos, recordaba el cálido tacto de cuando su hermano acercaba sus manos con las de él para enseñarle algunas notas básicas que -a duras penas- recordaba.

Empezó a tocar la última canción que recordaba tocó de pequeño junto a su hermano menor [La canción del inicio]. Iniciando con notas suaves e inseguras para luego dejarse llevar por la música y cerrando los ojos, dejaba fluir sus dedos sobre el teclado equivocándose de nota de vez en cuando pero sin dejar que arruinara la melodía.

Continuó con las notas rápidas de las cuales esa melodía suave resonaba entre el instrumento y salían acaparando la atención de sus oídos y haciendo divagar su mente, imaginándose y recordando por un instante estar junto a su hermano en la casa de sus padres... en mitad de las clases de piano que les obligaban a cursar... el menor animándole para continuar mientras él se quejaba de su poco gusto hacía aquel instrumento.

Flashback

La suave melodía se repetía una y otra vez, siempre los mismos cuatro compases de la partitura.

El niño de 12 años estaba sentado en el banquillo frente al gran instrumento, sus pies colgaban sin llegar a tocar el suelo por lo cual le permitía balancearlos a modo de entretenimiento.

Esta vez ya no hacía oídos sordos, no como en las primeras ocasiones... abiertamente aceptaba escuchar la fuerte charla de su progenitor y el maestro de piano, cosas tan simples como que era un inútil o desperdicio salían en un fuerte volumen de sus bocas que ya era imposible negar la audible crítica.

Su mano derecha presionaba las techas según lo indicado en la partitura, no lo hacía mal, pero tenía que ser su padre el que criticara todo.

Los gritos desaparecieron cuando un niño de 9 años de pelo rubio cenizo abrió la puerta de la habitación y se adentró rápido en esta, caminó hasta estar al lado de su hermano y sentarse de igual manera en el banquillo.

Ambos se miraron para empezar a reír por lo bajo, se meterían en problemas si seguían apareciendo de la nada cuando supuestamente deberían estar en clases. Toni llevaba clases de piano a la misma hora que Carlo tenía sus clases particulares de alguna asignatura aburrida así que probablemente se había escapado de la señora mayor que hacía la labor de sustituir la escuela.

Los dos niños de 12 y 9 años —en la gran sala frente a un órgano de madera refinada y claramente costoso, algo que no cualquiera se pudiera permitir— hicieron un gesto de guardar silencio al otro sin poder detener del todo sus infantiles risas pero finalmente se miraron con una misma idea.

Carlo empezó a tocar las teclas más agudas incitando —o más bien retando— al mayor a acompañarle, cosa que funcionó y ambos comenzaron a tocar juntos la melodía...

Fin del flashback

Lamentablemente todo lo bueno se desvanece pues al tocar la última nota abrió los ojos notando la triste soledad que aparentaba esa habitación, solo con él sentado en el piano y haciendo presión en una tecla que poco a poco iba desapareciendo su sonido, llevándose consigo el bello momento de sus recuerdos.

I: señior Toni? — el nombrado volteó hacia la puerta al escuchar su llamado

T: pasa Igor, no pensé que llegarían tan pronto — suspiró pasándose su mano derecha por detrás del cuello en señal de nerviosismo

I: amio Hai todavía estar con Jose en otrio lado, Igor venir por su cuenta hasta aquí— avanzó hacia el italiano con la postura firme que siempre llevaba, se detuvo una vez llegó casi rozando el piano y conectando miradas con el rubio

Por más de que no pudiera "tener" sentimientos, sabía que algo andaba mal con el mayor de los Gambino, en varias ocasiones había escuchado a Carlo contarle lo mucho que su hermano odiaba tocar el piano, aparentemente sus padres fueron muy estrictos en ese sentido... pero verlo ahí, sentado enfrente del instrumento que le desagradaba, solo le hacía pensar que algo ocurría.

I: Igor pensar que ustied tocar bien el piano — rompió el silencio que se formó durante unos segundos

T: pues alguna vez tendrás que escuchar a Carlo, él es mucho mejor que yo — irguió su postura para expresarse con el tono divertido que solía usar

I: sucedier algo señior Toni?

T: no pasa nada — sonrió para posteriormente levantarse del banquillo y abandonar el lugar

T: no pasa nada — sonrió para posteriormente levantarse del banquillo y abandonar el lugar

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Infancia - Toni Gambino Donde viven las historias. Descúbrelo ahora