Siempre he temido a los aviones, el echo de que exploten en las peliculas me provoca panico en la realidad. Me hacerco a la ventanilla con cuidado y al ver el hermoso mar azul me tranquilizo un poco, las 15 horas con 42 minutos han sido un verdadero infierno. Apenas he logrado dormir debido a que la señora que me acompaña en el vuelo, no para de hablar ademas de que sus ronquidos podrián acabar con mis oidos.
-Señores pasajeros, bienvenidos al aeropuerto de la ciudad de Londres .Por favor, permanezcan sentados, y con el cinturón de seguridad abrochado hasta que el avión haya parado completamente los motores y la señal luminosa de cinturones se apague. Los teléfonos móviles deberán permanecer totalmente desconectados hasta la apertura de las puertas. Les rogamos tengan cuidado al abrir los compartimentos superiores ya que el equipaje puede haberse desplazado. Por favor, comprueben que llevan consigo todo su equipaje de mano y objetos personales. Les recordamos que no está permitido fumar hasta su llegada a las zonas autorizadas de la terminal. Si desean cualquier información, por favor diríjanse al personal de tierra en el aeropuerto; muy gustosamente les atenderán. Muchas gracias y buenas noches.
¡Dios mio! La pobre azafata debio de haber preparado todo este discurso durante horas. Para mi simplemente seria algo como :Buenas noches ya vamos a aterrizar, mantengance en sus asientos si no quieren morir el día de hoy. Sería realmente gracioso ver la cara de los pasajeros entrando en pánico.
...
-Uff graciass- dije en voz baja.
-¿Con quien hablas?-una voz algo ruda me sobresalto.
-Sola es que es mi primera vez tanto tiempo sobre un avión- le sonrei al chico que me había hablado.
No estaba nada mal la verdad: unos hombros anchos, cabello castaño con dos mechones blancos sobre su frente y unos hermosos ojos azules eran la combinación perfecta. Parecía un modelo de revista, yo tengo una estatura media pero el me hace parecer una pulga a su lado.
-Soy Luke un gusto- me dio una amplia sonrisa mientras caminaba a mi lado.
-Mi nombre es Annie, es un placer- como no lo sería, si estaba demasiado bueno el tío.
Después de recojer el equipaje Luke me acompaño hasta la entrada del aeropuerto, lo más increible de todo es que se dirijiría a la misma universidad que yo ¡Oxford! Me pidió que le acompañara ya que lo hirián a recojer, realmente le había agradado mi compañia a este chico. Aunque me reuce en varias ocaciones no paro de insistir y la verdad no me vendría mal un adelanto hasta Oxford, 90 km no los podría recorrer a pie además me ahorraría el dinero del taxi.
Luego de unos cuantos minutos de una larga y alegre charla un auto paro enfrente de nosotros, la cara del conductor era imposible de ver debido a los opacos cristales de la ventanilla de aquel fabuloso Ferrari SF90. Luke tomo mis maletas junto a las suyas para colocarlas en el maletero del coche y me pidió amablemente que subiera a la parte tracera de este. Al entrar me tope con una escandalosa mata de cabello rosado tenue, un chico muy apuesto se encontraba en el asiento del conductor.
Al voltearse me dejó como loca aquel rostro angelical, tenía facciones demasiado delicadas como para ser un chico.
-Hola ¿tu eres?- me saludo con entusiasmo.
-Soy Annie, Luke me dijo que podrian llevarme ustedes-le dije.
-También vienes a Oxford, menuda suerte pareces una tía simpatica- me sonrio.
Luke se subio junto al asiento del conductor y su acción me dejo totalmente petrificada.
-Hola cariño-dio un casto beso sobre los labios del otro chico.
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Un Gillipollas En Oxford
RandomSer estudiante de Oxford es bastante complicado, miles de tareas y no tener amigos es la peor combinación que puede existir. Annie Smith tiene un nuevo comienzo cuando abandona a su familia, amigos y país para proporcionarse nuevas opciones, además...