Capítulo 6: Novia por contrato.

6 2 0
                                    

-¡Cariño!- su irritante voz aviso a todos los presentes de su infortuna llegada.

¡Maldito seas Jake! ¿Porque todo lo que te pones te queda tan  bien? Lucía recien levantado con un pantalon de dormir y sin camiseta, con su pelo revuelto. Mientras bajaba las escaleras ,cada paso que daba me estremecía totalmente. ¿Dios todos los rusos estaban hací de buenos?

-Que tal cariño- un beso.

No fue nada casto, ni siquiera se limito a sola mente rosar nuestros labios. Me comió la boca delante de su padre y era más que evidente mi sorpresa al hacerlo. Tenía la cara como un tomate, lo sabía, era demasiado molesto sentir esa sensación por el.

- ¡Que-que haces!-me exalte en voz baja.

-Solo finge risitos, después hablamos- me abrazo y sonrio de la forma más hipocrita que había visto en mi vida.

Lo odio...

Por muy bueno que este lo odio, las ganas de extrangularle cada vez que le veo van en ascenso.

-Bueno Annie, Madelaine te llevara a tu habitación- me indicó el señor Sergei.

-Muchas gracias, disculpe las molestias señor- dije.

-¡Oh querida! Llamame Sergei o tal vez suegro- la sonora carcajada que salia de su gargante me ponía los pelos de punta.

Seguí a Madelaine quien era el ama de llaves indicandome después de recorrer unos muy extensos pasillos cual sería mi habitación. Algo no estaba bien, en las peliculas la habitación de huéspedes siempre era bastante ordinatia a pesar de estar adornada con objetos de lujo. Pero eesta era diferente, era evidente que nk era un cuarto normal, la cama estaba regada y estaba lleno de luces lev que adornaban con miles de volores la habitación. La computadora prendida con un juego pausado tampoco era un signo que me inspiraba confianza. Estaba muy bonita aunque algo desorganizada, si esta seria mi habitación durante los siguentes siete días no tendría por que quejarme.

-Señorita no se preocupe, enviare a que organicen la habitación- dijo al ver mi cara de insatisfacción.

-No te preocupes, yo misma la organizare- dije y al parecer se espantó.

-¡No! El señor nos mataría si se enterase que usted a recojido este desastre- su cara era todo un poema.

- Madelaine mi segundo nombre es trabajo, haci que ni se te ocurra enviar a alguien o yo misma se lo dire al señor- dije con una amplia sonrisa.

-Esta bien- fue lo último que dijo para luego desaparecer.

Entre montañas de ropa en el suelo, sábanas por doquier y unas cuantas bragas, no pude evitar quedar perpleja con lo que estaba viendo. ¿Realmente era la habitación de invitados? Porque si era así, las chicas de limpieza no estaban haciendo su trabajo.

...

Pasaron minutos y cuando al fin pude recoger todo el desastre me encontré con una fotografía: unas versiones pequeñas de los hermanos Petranova se abrazaban a una señora de cabellos rubios, ojos azules y una hermosa sonrisa. Seguro era la madre de ambos, debió de ser duro tener que crecer sin ella. Se veían tan felices, algo que me causo celos. Si tan solo mis padres hubiesen sido un poco cariñosos conmigo...

-Hola ricitos- la puerta se abrió dejandome impactada.

-¿Que haces en mi habitación?-dije enojada, el muy idiota no aprendió al parecer a tocar la puerta de pequeño.

-Diras "Nuestra" …- me guiño un ojo para luego comenzar a desvertirse.

-¡Pero que haces!- me voltee dandole la espalda.

Este chico si que esta como una cabra, es un completo desvergonzado. Y yo soy aun más estupida, me voltee envano devido a que justo en frente de mí estaba ahí un espejo.

Espejito... Espejito vamos a ver...

Joder menudo culo, observar aquel trasero al aire me dejó la cara hirviendo de la verguenza.

-Bueno rizos esperame, en cuanto termine de bañarme necesito hablar contigo de algo- camino hacía mi y mi cara estaba como un tomate mientras el sonreia de la forma más sensual del mundo.

-Pense que no querías ver como me desnudaba-susurro en mi oreja izquierda.

-¡Yo! No te hagas ilusiones guapo- me volteé.

¡Santa virgen de las bragas humedas! Porque tuve que dar la vuelta, esta desnudo. Y su "amiguito" esta libre, auque yo le llamaría "amigote"ya que es algo grande incluso estando muerto.

-Pense que no me querías mirar, me has salido perversa ricitos- me dio la espalda para entrar al baño.

Pasaron unos treinta minutos, lo se porque pase contando cada uno de ellos por lo nerviosa que estaba.

-¡Rizos ya he vuelto! Ven aca, tú y yo necesitamos hablar de negocios-dijo lanzandoce a la cama.

-¿Esta es tu habitación por alguna casualidad?-pregunte para quitarme la duda aunque su respuesta seria demasiado obvia.

-Sí, lo se, hasta mi habitación es igual de sexy que yo- definitivamente este se merecia unas buenas trompadas.

-¿Que querías hablar conmigo?-dije cortante.

-Bueno quiero pedirte un favor, quiero que tomes en cuenta que ambos saldremos veneficiados de este- dijo acariciando mi cabello ¿Que se traería este entre manos?

-¿Qué gano yo ayudandote?- dije mirandolo con repulsión.

-Dinero- el sonido de la bofetada que le dí se escucho en cada rincón de la habitación.

Me miro estupefacto, yo lo observaba con odio.

-¡No soy una prostituta!- grite con odio mientras el solo estalló en una fuerte carcajada.

-¡Por dios rizos! Podrías al menos aver escuchado mi prompuesta antes de ser tan violenta- reía mientras colocaba una mano en su rostro.

-Lo siento, pero es que de tí me espero cualquier cosa- se me paso la mano con el golpe, su mejilla derecha estaba roja y inflamada.

-Ricitos si quisiera acostarme contigo solo te convensería de hacerlo, además tu no podrías resistirte a este bombóm- se señalo a si mismo- Pero bueno mi propuesta es la siguiente: Si te haces pasar por mi novia durante los próximos seis días te dare lo que quieras a cambio.

-¿Porque quieres que finja algo así?- masculle.

-Veras linda, mi padre esta muy contento por tu llegada, nunca le he presentado una chica. Si aceptas esto me evitarias tener que ir a las citas a ciegas que me prepara todos los meses-un suspiro angustiado salió de su boca.

-Mi padre siempre ha dado todo por nosotros rizos y nunca he estado a la altura, si me ayudas podras recibir algo a cambio- me dijo.

-¿Porque tengo que ayudarte yo? Apenas te conosco y sabes bien como me siento respecto a tí- espete con mala cara.

-Eres una buena amiga de mi hermano, eres inteligente, tienes un historias limpio además de que eres un encanto de persona. Y si rizos se lo mucho que me amas- dijo casi sin respirar.

Le saque el dedo del medio,  al cual le paso la lengua ¿Perdió la cordura? Este chico me va a provocar un infarto.

-Te ayudare, luego pensare en algo como propina. Y no te preocupes, no quiero dinero-dije.

Acepte demasiado fácil y joder, se que esto no va a terminar bien.

Un Gillipollas En OxfordDonde viven las historias. Descúbrelo ahora