Capítulo 3: Caen gotas y no son de lluvia.

9 3 0
                                    

Dos semanas después:

Todo había transcurrido con demasiada tranquilidad después de la fiesta, no me había vuelto a topar con el imbécil. Y por alguna extraña razón eso no me brindaba ningún tipo de satisfacción, sonaba demasiado masoquista de mi parte pero así lo era.

-Annie camina rápido- Dylan me jalaba del brazo.

-¿Porque yo no quiero ir?- finjí un sollozo.

-No seas llorona y camina o no podremos comprar helado, además el tiempo esta horrible- me jalo más fuerte.

Ya habiamos recorrido Cover Garden, terminariamos de buscar en Oxford Strett. Dylan estaba comprando ropa he incluso comida, mi querido amigo pink planeaba darle un buen regalo a su noviecito. Entramos a unas de las tantas tiendas de ropa  donde encontramos unos zapatos formales gucci de hombre, se veían realmente bien.

-¿Crees que le quedaran bien a mi cuchurumin?-me pregunto Dylan con una contagiosa sonrisa.

-Claro, ¿que no le queda bien a ese grandullón?- le dije, realmente a Luke le quedaría bien ponerse hasta un saco de patatas.

-Tienes razón pero te estoy observando piyuela, sería muy feo que me robaras a mi novio- comenzó a reír.

- Todo tuyo cariño- bromee.

...

Hoy era el cumpleños de Luke, Pinkyboy no paraba de entusiasmatse preparandole la sorpresa en casa. Y obviamente me tomo a mi como su ayudante personal, iba a ser algo sencillo solo nosotros un gran pastel,cervezas, una botellota de vodka y una cena bastante amena. Eso me tranquilizaba bastante, no me sentiria bien al tener que socializar con más personas después de lo ocurrido hace unos días. Ethan no paraba de molestarme con sus amigos en la escuela, resulto ser un verdadero idiota al final de todo.

-Ya llegue...-dijo Luke entrando al depa.

-¡Sorpresa!-gritamos Dylan y yo al unisono.

Maldita sea no venia solo, el imbécil lo acompañaba. No podría estar más tiempo aquí ni siquiera por los chicos, compartir aire con esa bestia ligona me molestaba demasiado.

-Hola-dijo Jake mirandome a los ojos.

-Adiós- solte y tome mis cosas para marcharme.

-Aguanta nena, de aquí no te vas hoy es mi cumple recuerdas- se atravesó Luke en mi camino.

Tenía razón era su cumpleaños y además de haberse convertido en un buen amigo, que pensaría el gilipollas si me marcho. "Que soy una cobarde" eso pensaría, y no lo voy a dejar vencer tan facilmente.

Jake:

Menuda chorrada no quería venir aquí, sabía que ella estaría y lo menos que quiero es compartir espacio con ella. ¿Porque? Bueno joder imaginate estar a menos de un metro de la chica que conociste tropezando pero que te causa una bestial erección. No la soporto la verdad pero que voy hacer mi maldita polla tiene vida propia, vibra cada vez que siente su maldito olor a coco. Ese maldito olor del que he estado huyendo estas dos semanas, apenas la conosco y ya me la quiero tirar pero no puedo, realmente no puedo hacerlo. Luke me lo advirtió y aunque las palabras de mi hermano me las paso por donde ya saben no quiero involucrarme, es una niña dulce se ve que no es de las que se restriegan contigo una noche y ya. Eso es algo que deje atrás hace mucho tiempo, las mujeres solo son un estupido juguete que uso a mi antojo. Todas son iguales...

-Felicidades a ti, felicidades querido Luke ... Felicidades a tí- cante al unisono de los demás para que mi hermanito soplara las velas.

Ella estaba mirando, lo sabía sin tener que observarla se lo intensa que es mi precencia ante las mujeres. Por eso no debía acercarse a mi yo estaba roto, la terminaria rompiendo a ella. Aunque "romper" no suena tan mal, si que quería hacerlo pero no de la manera sentimental.

-¿Que haces aquí?-dijo esa suave voz que tanto me encantaba.

-Luke es mi hermano ¿Lo olvidas?-respondí cortante

Alejate de mi pequeña no me hables, ni siquiera me mires...

-Claro, espero que no le arruines el cumpleaños-dijo.

Estaba enfadada pero ¿Quien no lo estaría? Realmente la fastidie el día de la fiesta.

-No te preocupes - solte.

Las horas pasaron ,las cervezas se había acabado y para culminar ya me sentía un poco mareado. Había bebido demasiadas cervezas y vodka, era mi limite debía parar.

-Annie no has bebido nada- dijo Dylan.

No me había dado cuenta, a la pequeña al parecer no le gusta beber.

-No tengo muchas ganas, es que me duele la cabeza prefiero no beber-anunció para luego fulminarme con la mirada.

Ya eran pasadas de las doce de la noche y marcharme no era una opción, ya no estaba mareado podría conducir perfectamente. Pero la verdad no quería irme, aunque me lo negara quería estar cerca de ella y aspirar su esencia que me volvía loco.

-Annie dormiras con Dylan, yo con Jake en el cuarto de invitados- comento mi hermanito.

-Nooo, puedo dormir en el sófa de seguro que tienen planes para esta noche ustedes- dijo ricitos.

-Yo dormire en el sófa no os procupeis, vayan a cojer se que quieren eso-dije.

Esta realmente iba ser una larga noche...

Annie:

Que Jake se quedara también a dormir me parecio una broma de muy mal gusto. Mi dolor de cabeza empeoro asi que le pedí a Dylan una pastilla para el dolor, y aunque este se encontraba bastante mareado me la entrego. La verdad no me parecío una aspirina pero que remedio, si me aliviaba todo estaba bien. No fue más que cuestion de minutos para sentime mas mareada que nunca, un calor me recorrió todo el cuerpo de repente. Los chicos ya estaban dormidos, o al menos eso creia hasta me recoste a duras penas a su puerta.

-Mmm- ese sonido fue bastante raro.

-El gatito se va a portar bien... Abre la boquita- otra voz pronunció, pero que diablos estaba ocurriendo aya dentro.

Seguí mi camino hasta la sala y aunque sin ningún tipo de pudor me fui despojando de mi ropa me sorprendí al ver a Jake en el sófa. Tenía su celular en la mano, si seguía de largo no se daría cuenta ¿o si? Porque me sentía así, porque estaba tan caliente y mojada. Enserio dije "mojada" por dios que rayos me pasa, maldita sea Dylan, este no me dio una aspitina.

-¿Ricitos?¡Por dios que coño haces desnuda!- de repente apresuro el paso y cubrió con su chaqueta.

-Por dios que te pasa te has vuelto loca- me coloco la mano en la frente- no tienes friebre, ni bebiste ¿Que tienes?

-Dy me dío algo para el dolor de cabeza, aunque creo que no era una aspirina- me deje caer sobre su pecho.

Me cargo hasta la habitación de invitados, por dios realmente no podía aguantar más y el se veía tan suculento. Cualquiera que lo describa estaría detallando a un puto dios, con ese maldito cuerpo esculpido hace que cualquiera se cachondee tan solo de verle.

-Ayudame- agarre se mano.

-¿De que hablas pequeña?¿Que quieres?- su voz salio más ronca de lo normal, lo que me hizo estremecer.

-Quitame este calor, estoy muy caliente ...aquí abajo- no le señale pero se que me entendió, lo supe en el momento en que sus ojos me empesaron a devorar con la mirada.

De repente el Jake bromista y orgulloso desapareció, ni siquiera se porque pero me comence a estremecer como loca cuando se quito la camisa mostrando su perfecto cuerpo y esos singulares tatuajes que tenía en el. Una serpiente recorría su muñeca, fue el unico que pude desifrar bien entre la oscuridad y mis mareos. Me abrió las piernas de golpe comenzando a besar desde mi tobillo hasta la zona interior del muslo, deteniendose en mi entrepierna, estremeciendome con su respiración ensima de mi sexo.

-Quiero que me digas donde esta caliente pequeña- ordeno.

Solo pude bajar las manos con lentitud y señalarle ese humedo lugar que necesitaba de su atención.

-¡Hay ricitos! Si que voy a gozar esta noche- dijo enterrandose entre mis piernas.

Disfrute como nunca antes lo había echo,pero por alguna razón esto no iba a terminar bien. Reaccionaria bien en la proxima mañana o tal vez ¿no?

Un Gillipollas En OxfordDonde viven las historias. Descúbrelo ahora