Capítulo 14:
Jake:
La última vez que me corrí con tanta fuerza fue en mi primera vez cuando apenas tenía catorce años, esto parecía irreal. Recuerdo claramente que en la cama pensando en las tetas de mi niñera, esa rubia si que estaba buena, me corrí tan fuerte que me llego a la cara.
La mejor mamada del mundo sucedio en la noche, en mi auto y con Annie. "Mi rizos" ¡Joder! Esa chica me iba a volver loco. La forma en la que chupo mi palo, las miradas que me daba y ni hablar de cuando se abofeteo con mi polla, estuve a punto de correrme en menos de veinte segundos. Luego de eso fue como si no ubiese pasado nada, me siento como un imbécil. No he querido hablar del tema con ella ya que parece estar evitandolo, pero es ver sus labios y una creciente erección grita desde mis pantalones. No se que siento por ella, solo se que llevo meses aguantando este deseo y creo que voy a explotar.
Por otro lado no paran de aparecer papeles en mi puerta a diario, por alguna jodida razón no me he encontrado al tipo que acosa a Annie, mis manos estan ansiosas por chocar contra su cara.
-Buenos días- me da un pequeño saludo- Necesito que me acompañes a la libreria que esta a unas cuadras.
Le mire desde mi cama ocustando con la almohada mi erección mañanera.
-Rizos no puede ser más tarde, es que ahora mismo no puedo- traía short, maldita verga, estaba palpitando como loca.
-No importa puedo ir sola, son solo tres cuadras- su mirada, tenía miedo.
-Adelantate, estare allí en menos de veite minutos- se me había ocurrido una gran idea.
Me aliste lo más rápido que pude y espere unos cinco minutos después de su salida. Mi mente no me engañaba, ese maldito la perseguía todos los días como una lacra. Ella ni siquiera había notado su presencia, pero el caminaba con lentitud a una larga distancia de ella. De repente mis manos empezaron a sudar, me pasaba cuando me cabreba demasiado. El se acerco a ella dentro de la biblioteca, su rostro demostraba todo, salío de allí al estacionamiento buscando evadirle. No me lo pense dos veces y me avalance sobre el, no era la primera vez que me comportaba como un animal. Mis nudillos estallaron con fuerza contra su cara, no me inporto que estos se estropearan. Era demasiado placentero reventarle las narices a ese maldito idiota. De repente un pitido sonó rn mi cabeza, deje de golpearle pero de repente todo se volvio demasiado extraño para mí.
-¡Jake, basta!-la voz de Annie resonaba a mis espaldas.
-¡Maldito, me las vas a pagar!-el muy hijo de puta se retorcia en le suelo como un gusano adolorido.
En el momento en que me iba a volver a avalanzar sobre el el ruido de la sirena del auto de policía me alarmo, no era la primera vez que la escuchaba. A pesar de eso no pude parar de golpearle, todo a mi alrededor se escuchaba, caía en la realidad en el momento en que mis manos gueron apresados por unas esposas y mi cara impacto contra el capo del auto de pratulla. Había golpeado aquel tipo de una forma bestial, no era la primera vez que me descontrolaba de aquella manera.
-¿Señor?- la oficial que me estaba atendiendo en comisaria tenía una muy linda voz, a pesar de los ochenta quilos de más.
-Jake Valcova- aclare la voz- ¿Cuando puedo irme?
-Lo siento pero en estos momentos esperamos una denuncia contra usted- organizo varias hojas que estaban sobre su mesa.
-Solo defendí a mi chica de aquel tipo que la estaba acosando- dije.
-Eso lo entendemos perfectamente incluso la chica testifico a su favor, pero el chico al que golpeo se encuentra en el hospital con varias costillas rotas y esta en todo su derecho de denunciarle- su mirada me puso nervioso, sentía como me regañaba con ella y de cierto modo me recordo a mi madre.
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Un Gillipollas En Oxford
RandomSer estudiante de Oxford es bastante complicado, miles de tareas y no tener amigos es la peor combinación que puede existir. Annie Smith tiene un nuevo comienzo cuando abandona a su familia, amigos y país para proporcionarse nuevas opciones, además...