Capítulo 11: El pasado vuelve

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El fin de año fue lo mejor que me pudo haber pasado, nunca espere terminar haci de bien. Pero la felicidad nunca dura demasiado, o como dicen los refranes "la felicidad en casa de pobre dura poco". Mi estancía en el auto de Jake cada vez se hace más corta, no hablamos, me dedico a escuchar "All things she said"  por los audiculares. El cielo esta completamente nublado, ni siquiera parece que son las diez de la mañana. A pesar de que le rogue demasiado a Dylan para que me llevara con ellos mi escualido amigo me dejo en manos del imbécil. Estoy demasiado nerviosa como para compartir palabras con el, su repentino beso en visperas de año nuevo me dejo pasmada, ni siquiera me hablo después del beso solo dijo que era su forma de entrar al año nuevo.

-¿Doblo a la izquiera?-me dijo sin desviar la mirada del volante.

-Sí, deberias mirar el gps, para eso esta en los autos- solté cortante y ni siquiera se porque.

En el momento en que estaciono el auto mi telefono sono con una notificación, era de un numero extraño.

Te encontre.

Ni siquiera se porque mis manos comenzarón a temblar, estaba imperventilando y el coche se sentía demasiado pequeño. Salí a tomar el aire y subir mis maletas, en el pequeño mensaje habían demsiadas cosas. Entramos a la recepción del lugar, ni siquiera pude tomar el ascensor ya que la señora del lugar me detuvo.

-Lo siento pero debes devolverme la llave- extendío su mano.

-¿Porque, le he pagado seis meses y apenas han pasado dos?-

-Un inquilino a ocupado su habitación, nos a ofrecido mejor paga haci que sacamos tus cosas y las pusimos en el almacen para que las recojas- pero que rayos.

-¿¡Porque, yo les había pagado varios meses por adelantado!?- esta vieja me estaba llenando la coronilla.

-Annie detente- intervino Jake- tenga la llave- me la arrebato y entrego a la señora.

-¿Que haces?- le dije enfadada.

-Te iras conmigo, que clase de lugar es esta posilga donde no tratan bien a sus huéspedes- me jalo hasta el almacen donde tenian rodas mis pertenencias en cajas.

-¿Eres imbecil?¿Donde me quedare ahora?- le dije cargando las cosas a su coche.

-En mi departamento, tengo una habitación extra, sera mejor que te quedes conmigo no valla a ser que te hospedes en otro lugar y cuando despiertes estes en la calle- era una buena propuesta.

Cuando nos dirijimos a los almacenes para tomar mis pertenencias entre las cajas encontre otra nota:

Te quisiste esfumar como el aire pero  yo siempre te voy a encontrar.

Sentí un fuerte ruido a mi alrededor, me encontraba inmovil y por alguna razón me costaba mucho respirar. Los gritos de Jake se sentían a lo lejos mis ojos se sentían pesados y mojados, aun me costaba respirar cuando todo se volvío negro.

"Siempre seras como el aire para mi, toxico, pero aunque no te vea se que estaras ahí". Aun recuerdo esas palabras como si no hubiese pasado un día habían pasado cuatro años y todo se seguía sintiendodemasiado real. Apenas tenía quince años y mi vida escolar era bastante agitada, a pesar de siempre sacar excelentes calificaciones por las cuales perdía el sueño tení una vida social bastante activa.

-¡Venga ya! Profe no le parece que un seis es demasiado bajo, ayudeme soy una excelente ayuda- mi mejor amigo Daniel fingía la voz de Lila.

-Sí cariño burlate todo lo que quieras pero a diferencía tuya conseguí un diez- decía muy orgullosa.

-Deben estudiar más, si se van de fiesta y no toman un libro por dos segundos tendran que implorar calificaciones por el resto del año- colocaba bien mis gafas.

-Tú deberias salir más ¿¡Que te ha pasado!? Ya no te vas de fiesta con nosotros- Daniel intervino.

-Simplemente quiero comenzar con merito la High School , podría obtener recomendaciónes cuando comiencr la universidad, ni hablar de las opciones de becas- dije emocionandome con cada palabra.

-Lo se cariño, pero deberías de despejar un poco la mente, tu cerebrito debe estar dejando de funcionar bien, tantas letras y numeros te hacen daño- Lila tocó mi cabeza con dramatismo.

-Que tu reprubes examenes no significa que a mi me pase igual-espete.

-¡Toma ya!- un grito enruciasta resonó a mi derecha.

Era Kai el chico más guapo de toda la escuela secundaría, había compartido mas de una conversación con el me gustaba demasiado aunque no lo hacía notar. Sus cabellos rizados y color rojo eran por evidentemente un tinte de pelo, que le quedaba muy bien. Ojos castaños, labios rellenos, mejillas rojisas y una encantadora sonrisa, suficiente para hacer que media escuela colapsara por el incluyendome.

-Esta noche es mi cumpleaños, alquilaremos un local hay bebidas y cero adultos ¿Se apuntan?- nos pregunto, aunque me miraba directamente a los ojos.

-Estaremos allí- la manera en la que mi amiga le abría y cerraba los ojos al moreno que aconpañaba a Kai solo significaba algo "otra victima".

Se acerco a mi y me dío un casto beso en los labios, a pesar de que en su momento me parecío dulce, lo recordaba como lo peor qur me había ocurrido ese día.

Me estaban moviendo los hombros y lo sentía cada vez más fuerte, una voz apenas audible me gritaba mi nombre. Mi respiración era pesada, abrir los ojos se sintío como una punzada.

-¡Annie despierta! Joder me has asustado- soltó un largo suspiro al ver  que me comenzaba a levantar, estaba en una cama.

-¿Que sucedío?- las palabras no me salían apenas de la boca.

-Te desmayaste y te traje aquí porque respirabas y estabas bien, luego te deje en la cama y hiperventilabas, me asuste demasiado- se secaba las gotas de sudor que tenía sobre la frente.

-Se sentía tan real- dije apenas audible.

-¿Que cosa?

-Nada- me había oido.

Su cara reclamandome era tido un poema, obviamente le estaba ocultando algo y el quería descubrilo.

Jake:

Nunca la había visto hací de mal, me inquite cuando la vi hiperventilando en mi cama ¿Que le suscedía? Ni tenía ni la más minima puta idea ¿Porque? Evidentemente no quería decirme, pasaron tres días de los cuales se nego a ir a clases. Fumarse un cigarrillo en el valcón de tu departamento puede que no sea lo más sano del mundo, pero es demasiado relajante. Me inquiete un poco cuando observe a un sujeto que miraba hacía mi dirección o más bien, hacía la ventana del cuarto en el que estaba Annie. Lance mi cigarrillo luego de apagarlo y me dirijí a la habitación de ella. Difinitivamente algo no estaba bien, ella no paraba de llorar mientras miraba por la ventana.

-No es real... No es real..- no paraba de repetir.

-¡Se te perdío algo!-la aparte de la ventana y le grite al sujeto,se echo a correr, menudo pendejo.

-Esto no puede... estar pasando-estaba hiperventilando.

-¡Nena,rizos, no te pongas hací otra vez!-le acaricio la mejilla antes de acurrucarle en mis brazos.

-No quiero que vuelva a pasar Jake porfavor, no lo dejes- las lágrimas se desvordaban de sus ojos.

Annie:

El maldito de Kai había vuelto y realmente me angustiaba esa idea, no quería que nadie supiera de mi pasado. Si los pocos amigos que había conseguido se enterasen de mi error volvería a estar sola, no quería eso. Estaba llorando y ni siquiera podía parar, Jake me apretaba entre sus fuertes y calidos brazos, no llevaba camisa por lo cual podía sentir su piel desnuda contra mi rostro.

-¿Quien era ese tipo Annie?¿Porque lloras?-acariciaba suavemente mi cabello.

-No era nadie, no me pasa nada...no te preocupes- había sonado angustiada y lo sabía.

-No me vengas con rodeos nena, te he visto llorar durante días, soy el mayor gilipollas del mundo pero si algo debes tener en claro es que cuido a las personas que me importan- dijo casi sin respirar.

Ni siquiera podía creerlo, había dicho que le importo ¿Podría contarle? Realmente no lo sabía pero la chispa en sus ojos me indicaba algo, podía co fiar en él.

Un Gillipollas En OxfordDonde viven las historias. Descúbrelo ahora