Cabello marrón, enormes ojos color avellana , tatuajes en el brazo derecho y un estilo cantante de reggaeton. Así era la descripción física de Landon, el chico al que, en un momento de torpeza, le entregué mi virginidad.
Habían pasado semanas de haber despertado en su habitación. Naturalmente, fingí demencia cuando me soltó descaradamente que había sido "Suya". Luego, le lancé una serie de objetos que encontré por mi camino, para después tomar mi ropa y huir como alma atormentada. Debí haberme visto bastante ridícula.
Las vacaciones habían terminado y me encontraba en mi salón escuchando su estúpida exposición sobre "Pena máxima". Generalmente, solía hacer comentarios burlones con mis amigas cada vez que soltaba una palabra. Pero... hoy día temía hacerlo enojar. Y tenía motivos suficientes para estar asustada.
— Creo que no tiene idea de lo que está hablando —me susurró Mirian.
Sonreí levemente.
— Es obvio que luciendo él como un criminal, hable de ellos como si fueran personas que merecieran una segunda oportunidad —agregó Diana.
Asentí.
— ¿Annie? —preguntó Diana—. ¿Hoy día no tienes algún calificativo denigrante para Landon?
Me acomodé en mi asiento un poco nerviosa.
— No.
— ¿Y eso? ¿Qué pasa hoy con nuestra bruja franca?
Bruja franca, ese era mi apodo en el salón. Algunas veces solía ser lo bastante cruel y fría cuando me pedían una opinión, estaba en mi sangre tener sinceridad para expresarme.
— Hoy no deseo burlarme del intelecto de un intento de criminal desadaptado.
Reaccioné tarde, ya había lanzado mis usuales comentarios. Mis amigas se rieron al unísono y me encogí en el asiento temiendo que alguien captase el bullicio.
— Me parece que el grupo de atrás quiere hacer una acotación sobre el tema expuesto. —habló el profesor Adrianzen.
Todas se silenciaron.
— Quizás... la señorita Vega tenga alguna pregunta.
Típico tus amigas hacen bulla y tú, quien se mantuvo silenciosa toda la clase, paga los platos rotos.
— En realidad yo...
— Tengo una pregunta para Vega, maestro Adrianzen —habló Landon.
Me encogí un poco temerosa de que revele nuestro secreto. El profesor le hizo una señal con la mano para que prosiga.
— ¿Alguna vez has hecho algo ilegal, Vega?
¿Qué clase de pregunta es esa?
— Por supuesto que no —dije fuerte y claro.
— Entonces... ¿Alguna vez has roto las reglas?
Fruncí el ceño. —Romper las reglas es hacer algo ilegal, y ya te respondí que no.
Tonto.
— Me refiero a tus propias reglas. Quizás para ti está prohibido hacer ciertas cosas que para otros no.
Sabía el punto de su pregunta.
—Es una pregunta muy personal. No tiene nada que ver con el tema que estás exponiendo —respondí.
—Claro que sí. Hay personas que establecen reglas en su vida para generar modelos de perfección, y producto de eso juzgan a los demás, les niegan la oportunidad de reivindicarse. Los perfectos no se equivocan, ¿cierto, Vega?
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WHEN SHE WAS A VIRGIN
Teen Fiction[ PUBLICADO POR NOVA CASA EDITORIAL] "Se tomó el puente de la nariz y pude notar cómo contenía su rabia. -Maldita sea, Vega. Trato de ser amable contigo. -No maldigas. ¿Acaso no sabes que cuando dices esa jodida palabra la maldición recae en ti? -Es...