WHEN SHE WAS A VIRGIN

Extra "Un chico jamás nos separará".

Este no es un capítulo , es un extra que explica el primer día de clases en la universidad de Annie y Landon.

Diana's Pov

Los primeros días de clase siempre son una gran expectativa. No me hubiera gustado llegar a la universidad sola y sin conocer a absolutamente a nadie. Tengo suerte de tener a Annie. Mi mejor amiga.
Hemos pasado parte de nuestra niñez y toda la adolescencia juntas. Aún así somos muy diferentes.
Justo hoy le había pedido que impresione a nuestros compañeros de clase con un buen outfit, pero ella simplemente se negó y prefirió usar un aburrido suéter rosado con pantalones de mezclilla. 

-¿Cómo luzco, eh? -preguntó Annie, orgullosa de su feo atuendo.

-¿Quieres que sea sincera contigo?

-Sabes que siempre quiero eso -respondió ceñuda.

-Luces como mi vecina , y ella tiene setenta años.

Ella rió.

-Bueno, no quiero impresionar a esos universitarios sedientos de una noche loca.

-No actúes como la chica virginal de la historia, aunque lo seas no te queda.

-Te recuerdo querida amiga que tú y yo estamos en las mismas condiciones -tomó mi hombro-.Claro que... yo me siento cómoda con eso y al parecer tú no.

Me dirigí al espejo y observé mi aspecto.

-Mi escote no es escandaloso -miré a Annie- deberías dejar esos pensamientos anticuados.

-Soy feliz con ello - respondió segura.

Caminé hacia Annie y le di pequeños toques en la cabeza con un dedo.

-Espera a que conozcas a alguien que te haga temblar -le advertí.

...

-¡Corre engendro! -chilló Annie

Mujer histérica, aún faltaban diez segundos para que empiece la clase y ella no había dejado que terminara de pintarme los labios.
Annie es una maniática de la puntualidad y eso es algo por lo que siempre discutimos.
Hay una regla en eso.

Los últimos en llegar son los más populares.

O al menos eso pienso yo para no sentirme tan mal cuando se me pasan las horas para un compromiso.

-¡Rápido Diana! -ordenó Annie, mientras caminábamos por los pasillos de esta gran universidad.

-¡No puedo correr con tacones! -grité.

-¿Lo ves? Si hubieras venido con zapatillas como yo, no tendrías esos problemas.

-No empieces, Anna -rezongué.

-¡Agiliza las piernas y mueve el trasero!

Maldita.

Pronto Annie se encontraba a varios metros de distancia. Al final del pasillo estaba nuestro salón y a mi amiga solo le faltaban unos cuantos pasos para llegar, pero yo estaba bastante retrasada.

-¡Maldita sea! -grité cuando mi bolso cayó por accidente, haciendo que mi maquillaje se dispersara por todo el piso.

Me costó mucho colocarme de cuclillas con el ceñido pantalón que traía, pero no podía dejar mi preciado lápiz labial. Era mi tono favorito.
Volví a maldecir cuando un estúpido pisó con su enorme zapatilla el pequeño empaque provocando que este se hiciera añicos y el contenido se volviera una especie de pasta.

Maldito idiota.

No, no me importaba el enorme discurso de Annie sobre las maldiciones. Estaba furiosa.