WHEN SHE WAS A VIRGIN

"Conejo bebé" #39 (Parte I)

—¡Quita las manos de mi hija, zángano! 

—Papá por favor...  —me quejé.

—¡Nada de por favor! ¡Qué diantres hace este flacuchento en mi casa! —vociferó.

—¿Landon? —pregunté levantando ambas cejas  y con una mirada que decía : ¡Haz algo!

—Lo siento Annie, tu padre me da miedo —susurró en mi oído— además, no soy antibalas.

—¿Sabes?, traeré unas gafas de sol porque la valentía que irradias me está dejando ciega —dije molesta.

Landon subió los hombros. Observé a mi padre quien parecía una bestia a punto de embestirnos con sus enormes cuernos.

—Quiero explicarte...

—¡Ya sé! —estiró una mano tratando de impedir que hablara—. Mi pequeño esparraguito ha crecido—dijo abatido— ahora eres una mujer y me harás abuelo pero... eso no quita que aún te vea como mi niña.

 —Oh papá —arrugué las cejas. 

—Don Antonio quisiera hablar con usted —intervino Landon para luego tomarme de la mano.

—¡Quita la mano de mi niña! Estaré sensible pero no soy tonto —lo amenazó— nada de lo que me digas me hará cambiar de opinión sobre ti. ¡¿Cómo crees que me siento, eh? ¡Pff! Eso solo lo sabrás cuanto tengas hijos. 

—En realidad si ...

Miré a Landon mientras negaba con la cabeza, advirtiéndole que no terminara su oración.

Mi padre tomó asiento en la entrada del porche y se quedó pensativo por unos segundos. —Me robaste a mi hija —pronunció.

 Imité sus movimientos y me coloqué junto a él. 

—Pa, Landon no te quitó nada. Yo siempre seré tu hija y eso nada ni nadie lo cambiará. Sabes que te quiero mucho.

—Pero ese zagandun...  —lo miré con mala cara— ...Landon, ni siquiera te merece.

—Dale una oportunidad, cuando lo conozcas verás que es el mejor chico del mundo.

—Tu padre tiene razón Annie, quizás no te merezca pero... —lo vi correr hacia los arbustos y luego traer una guitarra en una mano— ... puedo expresarte lo que siento a través de mi música. 

—¡¿Le escribiste una canción a mi hija?! ¡¿Qué tipo de canción? ¡Espero que no sea de esas que solo hablan de una noche de copas, una noche loca!

—No señor, simplemente es lo que siento cuando veo a su hija.

Una sonrisa amplia se esbozó en mi rostro y mi corazón volvió a acelerarse como hace unos minutos. 

Landon deslizaba sus dedos a través de las cuerdas haciendo que estas emitieran un sonido tan melodioso y lindo que provocaban que mi piel se erizara. Papá seguía en su posición rígida y molesta mientras lo observaba y yo, solo me limitaba disfrutar del maravilloso momento.

"Dime, dime que me quieres

Y seré tuyo completamente, en las buenas y en las malas

Yo sé, que tenemos nuestros desacuerdos

peleamos sin razón, no lo cambiaría por nada en el mundo.

Porque yo supe el primer día que te conocí

que no iba a dejarte ir, que no iba a dejarte escapar.