INJUSTA CONDENA ♚ [Loki]

Capítulo 10

“Podados”.

Era increíble como con Loki me forzaba por ser grosera de alguna manera, pero con las demás personas simplemente salía de mi.

—Bien... me toca— murmuré. Tratando de evitar que viera mis mejillas arder.

Después de algunos minutos de sólo hacernos preguntas basicas, sabíamos más el uno del otro. Me contó de como se enteró no ser hijo biológico de Odin, y de su glorioso propósito al tratar de gobernar la tierra.

Y ahora, el Loki que había conocido en la TVA, y este, eran completamente diferentes. De alguna manera, podía entenderlo, no al grado de justificarlo, pero lo comprendía.

—¿Tienes pareja en la tierra?— preguntó. Me removí en mi lugar algo nerviosa e incómoda. A la mierda todo, ésto iba más al fondo.

—No. Tenía, un soldadido mentiroso, el muy idiota sólo desapareció un día sin decir nada. Volví a verlo en Wakanda como si nada.

—¿Soldado?, ¿Rogers?— hizo una mueca y frunció le seño mirándome.

—Cerca, su mejor amigo, Bucky Barnes.

—No lo conozco, ¿pero que pasó?.

—Digamos que, fué mi primera relación formal, teníamos juntos...— traté de recordar, —2, 3 años. Realmente no creí que llegaríamos a algo así, los dos estábamos tan... necesitados de terapia. Pero creo que eso nos mantuvo juntos por tanto tiempo, nos apoyamos mutuamente en nuestros problemas y lograbamos salir adelante.

—¿Por qué dices que desaparecio?.

—Porque asi fué, tuvimos un problema. El soldado del invierno trató de asesinarme una noche, y Bucky se fué al otro día. No quiso mi ayuda y desapareció sin darme alguna explicación.

—¿Todavía lo amas?— lo pensé por unos largos segundos. Ignoró por completo lo de; soldado del invierno, nisiquiera sabía a que me refería pero no preguntó.

Creí que sería raro hablar con Loki sobre mi expareja, pero no lo era, era como si él solamente quisiera saber por curiosidad e interés.

—Esa es la cosa, traté de odiarlo por alguna razón, pero no pude. Y no se si lo siga amando. El tiempo que he estado aquí, sólo he tratado de evitar pensar en eso.

—Por eso no confías mucho, específicamente en hombres.... en mí.— murmuró, —se que te diste cuenta de mis intensiones en el tren, pero trataste de ignóralo. No diré nada más sobre eso, pero sólo... no sé, me pareció extraño.

Traté de descifrar su rostro, pero no lograba que me dijera algo más.

—En mi defensa, no soy buena captando indirectas— levanté los hombros.

El sonrió. No me atreví en preguntar sobre la canción. Para ser sincera, es muy poco el tiempo de conocernos. Cómo para pensar en estas cosas, bueno, la plática terapéutica de hoy, sirvió para conocerlo más.

Un ruido extraño nos obligó a buscar con la mirada el lugar de origen, una... ¿camioneta?.

—¿Mobius?— mormuró Loki, mirando hacia el lugar tratando de confirmar si era o no.

—Increíble— ironicé al ver quién venía con él. —La has traído para que la mate yo misma, ¿cierto?— sonreí falsamente.

En cuánto miré que se acercaban me dirigí a Sylvie con intenciones asesinas.

—¡Agárrala, agárrala!— oí gritar a Mobius en dirección a Loki. Él logró atraparme sosteniendome de la cintura.

Le dí una pequeña descarga eléctrica en las manos y me soltó quejándose.

—Dame una razón para no matarla— hablé.

—Escucha, ____, Sylvie y yo descubrimos algo que nos interesa a todos.

Loki y yo compartimos miradas confundidos.

[....]

Decidímos irnos a hablar a un lugar más "privado", era una especie de casco gigante, roto y viejo. Habían hiervas creciendo y estaba oxidado. En otra ocasión nos hubiéramos preocupado por el ser que debió ocuparlo. Era enorme.

—Tomen asiento, ¿gustan café con galletas?— ironicé. Loki soltó una pequeña risita de gracia y trató de ocultarla.

—Los escuchámos— habló Loki.

Mobius miró a Sylvie en señal de que debía hablar, ella resopló y habló.

—Al diambular por el subconsciente de una de las minuteras, descubrí que todos ahí son personas habitantes de la tierra, los guardianes del tiempo no existen, ellos no crearon a las personas ahí como han hecho creer todo este tiempo— habló la rubia con algo de rabia en sus palabras. No hacia nosotros, eso estaba claro.

—Todos somos variantes, minuteros y agentes. Todos— culminó Mobius.

Con todo ésto dicho por ellos, sólo se me ocurrió pensar en una cosa. Se suponía que ocuparía de los supuestos guardianes del tiempo para volver con mi hermana, cosa que había decidido sí hacer hace unos cinco segundos. Y ahora no podría hacerlo.

Me quedé callada, realmente no sabía que decir, en si no me afectaba en nada eso, sólo que ahora no tenía como volver, almenos no que yo supiera.

—¿____?— volteé a ver a Loki, esperando a que dijera algo.

—Eh, ¿qué?.

—¿Que piensas?.

—Nada, en que ahora no tenemos como volver.

—Tengo un tempad— habló Mobius todo normal, lo hizo ver tan fácil. Abría un portal y ya estaba, regresaba con mi hermana como si nada hubiera pasado.

Se levantó de la pequeña roca y me la entregó.

Ya teniendolo en la mano, no sabía que hacer, por una parte podía simplemente irme, pero por otra estaba segura de que si lo hacía, sentiría un enorme vacío después. No más peleas con Loki, o con cualquiera, no más tratar de sobrevivir.

La aventura y el peligro era lo que hacía que me olvidara de Pietro, mejor dicho, de ese día.

Miré el aparato en mis manos, jugando con el, perfectamente cargado. Mordía mis labios nerviosa e indecisa.

Me paré y al pasar junto de dónde estaba sentado Loki, se lo dí, no dije nada. No tenía nada que decir.

No me importaba si él abría un portal y se iba, o si los demás lo hacían.

Escuché a Mobius llamarme, queriendo decir algo, pero lo ignoré.